En el trap siempre se habla de ser real, pero, ¿en qué consta realmente serlo? Esa era una pregunta que a mí, como a mucha gente, se me pasaba por la cabeza, una pregunta que dejé de hacer después de conocer a El Mini. Siendo uno de los pioneros del trap en España junto a sus compañeros de Kefta Boys o Pxxr Gvng tan solo le hacen falta dos palabras para presentarse en sus perfiles: marihuana y música. Un joven que no ha parado nunca de moverse, y que su creatividad musical y su actitud le han servido para ganarse el respeto de una escena que no para de transformarse.
Era el año 2012 y de la mano de unos jóvenes que coincidieron en momento, gustos e inquietudes nacía en España la semilla que construiría la escena urbana que hoy todos conocemos. Muchos nombres, muchas personalidades y un gran revuelo en redes dieron pie a todo ese caldo de cultivo que ha inspirado a muchos y ha dado para mucho que hablar a otros. Libros, textos de filosofía o un nuevo modelo de marketing musical nacía de la mano de colectivos como los Kefta Boys, unos de los pioneros de la escena. Casi 10 años después han surgido nuevos nombres, pero seguimos recordando a esos pioneros que hoy en día siguen reinando el movimiento, y El Mini es uno de ellos.
Casi 10 años después, esos jóvenes de Granada han podido ser anfitriones de su primera Boiler Room gracias a Ballentine’s y a True Music Studios, quienes cedieron este magnífico espacio de promoción musical a ni más ni menos que La Zowi. Nosotros tuvimos la oportunidad de movernos a Granada y reunirnos con El Mini para hablar sobre una escena que él y sus compañeros crearon sin saber muy bien cómo.
Casi 10 años después, esos jóvenes de Granada han podido ser anfitriones de su primera Boiler Room gracias a Ballentine’s y a True Music Studios, quienes cedieron este magnífico espacio de promoción musical a ni más ni menos que La Zowi. Nosotros tuvimos la oportunidad de movernos a Granada y reunirnos con El Mini para hablar sobre una escena que él y sus compañeros crearon sin saber muy bien cómo.
¿Quién es El Mini y cómo lo definirías como artista?
Uff… Vago, vago porque El Mini soy yo, una persona normal que hace música y vive la vida lo mejor que puede. Y eso que soy muy vago en la música, como artista me defino muy vago.
Tu trayectoria artística empezó con los Kefta Boys, en esa época en la escena había dos epicentros, Granada y Barcelona.
Sí, de Granada éramos mucha gente que estábamos en Barcelona buscándonos la vida como podíamos. Pero es lo que siempre digo, el movimiento no viene de aquí Granada ni mucho menos, todos sabemos que el trap al final viene de Ámerica. Pero aun así, para asimilar el movimiento tiene que haber una cultura musical, no es solo el movimiento y todo ese background que nosotros cogimos, al final viene de aquí Granada que es la tierra donde nos hemos criado. Para que de verdad sea música pura tiene que haber un trasfondo detrás, no solo coger el micrófono y cantar.
Otra cosa que todos tenéis en común es que habéis vivido todos en muchos sitios distintos, ¿qué influencia dirías que ha tenido en todos vosotros el tener que salir de casa para sobrevivir?
Supongo que bien. Al final conoces a más tipos de gente y otras culturas, todo eso te hace tener la mentalidad abierta. El viajar siempre es bueno por eso.
Durante esos primeros años que empezasteis todos con la música, por ahí 2012, ¿pensasteis en algún momento que de algún modo os convertirías en los padres de toda una escena?
Pues no, pero sí. Justo esa época era como una época muy pura. Siempre hemos intentado ser reales con la música, y cuando tú transmites sentimientos de verdad, al final la gente se acaba contagiando.
¿Cuál dirías que es la influencia que dejasteis durante esos años en lo que se ha convertido la escena hoy en día?
Obviamente no estábamos solos en el momento en el que se empezó a crear la escena que tenemos actualmente. Pero al final en todos los movimientos siempre surgen cuatro o cinco colectivos que son los que ayudan a crear la escena. Si en ese momento no hubiésemos estado nosotros, CB.Click, Pedro La Droga, el Cecilio... Si no hubiésemos coincidido todos en el tiempo, seguramente la escena no sería la misma. Al final todo influye.
Hablando un poco de la escena actual, sacaste una colaboración con María Escarmiento, nada más salió de Operación Triunfo. También has producido con Ambeats, con Chef C y has trabajado con Ben Yart. Al final siento que eres un poco visionario de todo eso que está por venir, ¿cómo ves la escena de hoy en día?
Justo lo estaba pensando el otro día y es que la escena actualmente está más fuerte que nunca. Podría decir que ahora mismo es cuando de verdad están saliendo nuevos talentos y nueva gente que va a ayudar a afianzar el movimiento.
Una cosa que creo que también habéis dejado como herencia, al menos aquí en España, es precisamente esa unión de los artistas en colectivos que individualmente hacen música por separado.
En la música y en el arte sí que puedes producir tú solo, pero al final te motiva más a seguir el hacerlo en grupo. Es como por ejemplo la peña que va al gimnasio que se busca un compañero. Todos somos un poco vagos al final, y siempre está bien tener compañeros que te animan. La gente que tatúa también se junta en colectivos, todas las artes van un poco en forma de colectivo.
¿Y cómo dirías que has conseguido labrar al final esa carrera en solitario si tú mismo te defines como vago?
(Risas). Pues porque le meto, soy el Mini por tres. Como dice Arcangel: porque yo le meto, yo no soy el más guapetón, el más boniquillo, no llevo las mejores marcas, pero yo le meto (risas).
Otra curiosidad que te quería preguntar es que en 2018 sacaste Adromicfms 3.33, ¿por qué lo sacó El Mini y no Yung Beef?
Porque… bueno Yung Beef es mi álter ego, mi otro nombre, Yung Beef soy yo. Somos como los personajes opuestos, el nombre bueno y el nombre malo. Es broma, fue porque Fernando estaba como de paranoia, y hablando dijimos de hacerlo así, 3 3 3 y yo soy más demoniaco y así salió. El demonio lo quiso así, esa es mi respuesta final.
En cuanto a tu música, otra cosa a tener en cuenta es precisamente la diversidad de temas y emociones que tienen tus letras. Por ejemplo, en la letra de Blue cantas, “Estoy alegre aunque con pena / Aunque este triste estoy de fiesta / Entre alcohol y vicio, estoy buscando una respuesta / Y las respuestas que no llegan, me paso la noche en vela / Y la espera me desespera y no sé…”. Pero a la vez tienes temas como 24h Le Mans donde cantas: “Dinero de tate, Nesquik / Tu trap está light Nestea” donde la letra parece escrita literalmente de broma.
Al final la vida, es lo que te decía, son sentimientos. La música para que sea de verdad tiene que tener trasfondo y yo no estoy triste solo, hay distintas etapas de la vida, son al final distintas canciones.
¿Y cuál dirías a día de hoy que es la importancia de crear ese meme?
El meme lo es todo, yo soy superfan. Mi vida gira en torno al meme prácticamente. Es el futuro, cada vez somos más tontos y necesitamos la información más clara y más rápida, porque no nos concentramos. Un meme son 10 segundos, entonces si seguimos evolucionando así todo va a ser un meme.
Y es que antes cuando me preguntabas sobre el inicio de la escena prácticamente la crearon los memes. Estaban las cuentas todo el día sacando gilipolleces de Pxxr Gvng y tonterías de meme, meme, meme… (risas). Los memes son muy importantes. Encima a esa peña le sigue un puñado de gente, y fue una publicidad que flipas, más que ser contraproducente fue todo lo contrario. Una cosa que se supone que te hace mal porque te está humillando, te está dando más prestigio y más publicidad que si vendieras que eres el mejor. Al final la gente te ve ahí en internet y piensa: a ver quién es el tonto este… Los memes y la escena fueron de la mano.
Y es que antes cuando me preguntabas sobre el inicio de la escena prácticamente la crearon los memes. Estaban las cuentas todo el día sacando gilipolleces de Pxxr Gvng y tonterías de meme, meme, meme… (risas). Los memes son muy importantes. Encima a esa peña le sigue un puñado de gente, y fue una publicidad que flipas, más que ser contraproducente fue todo lo contrario. Una cosa que se supone que te hace mal porque te está humillando, te está dando más prestigio y más publicidad que si vendieras que eres el mejor. Al final la gente te ve ahí en internet y piensa: a ver quién es el tonto este… Los memes y la escena fueron de la mano.
En lo de ser gracioso en internet, por ejemplo, a Ben Yart en Twitter lo sigue mucha gente precisamente por eso.
Totalmente, es una muy buena promoción y que la gente quiera conocerte. Hoy en día las redes sociales son muy muy importantes.
De hecho esos memes aún se recuerdan hoy en día y de repente un día reaparece por ejemplo el vídeo de Fernando diciendo “Sunny days”, que de hecho hasta tituló así una canción de Gangster Original y no fue la primera vez que entre vosotros usasteis eso para titular los temas, e incluso los álbumes.
Claro, claro… yo por ejemplo nunca me he tomado mal que me hicieran un meme, mucha gente se ofende porque igual le han dado en un punto que le ha dolido o algo, pero bueno. A mí tampoco me hacen muchos memes porque quizás soy más underground, pero siempre le digo a la peña: tío hacedme memes; y les escribo (risas). Quizás por eso a lo mejor es que no me los hacen, porque piensan: pues a este carbón le hace gracia, no le duele, pues no le doy.
Volviendo un poco al tema del principio, desde que empezaste con los Kefta Boys ¿cómo dirías que ha evolucionado tu carrera y que has aprendido durante todos estos años?
En mi carrera la verdad que no he aprendido mucho (risas). Yo soy músico, no empresario, quizás he aprendido a trabajar mejor con los programas de grabación, a tener unas nociones básicas de producción… lo básico. Pero yo con los números y eso… uff. Nunca he sido muy de ciencias.
Y si nos tuvieras que contar un poco tus planes de futuro, algo que nos puedas adelantar…
Seguir haciendo música y seguir haciendo música. Pero si quieres un plan más a corto plazo te diría saber cómo puedo volver a Austria, que me han cancelado el vuelo y estoy un poco jodido.
¿Y algún sueño por cumplir?
Seguramente comer alguna cosa que no haya comido; me gusta comer. Tampoco te diría nada de la música, quizás mi sueño ahora también es tomarme un Red Bull. Nunca me lo he planteado, yo soy feliz con lo que tengo. Un sueño, pues yo qué sé, dormir bien una noche, tener un sueño bonito.