Cuenta la leyenda que al final del arcoíris se esconde un gran tesoro. Detrás de Rainbow, la nueva película de Paco León, a quien encontramos es a DORA. “Así, en mayúsculas, DORA”, como ella misma dice. Cuatro letras que se deben visualizar iluminadas, como si coronaran un letrero de Broadway, pues a esa altura está su talento. Un nombre cuya dueña pronuncia orgullosa, sin necesidad de apellidos, con la firmeza de quien no tiene nada que demostrar.
Entrevista extraída de ACERO vol. 3, publicada en octubre 2022. Hazte con tu copia aquí.
Dora, un relámpago de energía con el pelo naranja. Dora, una carcajada constante, que reverbera en la habitación durante toda la hora que compartimos. Una protagonista dulce pero ambiciosa. Alguien a quien sus 18 años no le suponen en absoluto una barrera para conquistar ni este mundo, ni el de Oz. Solo hay que verla como, poco antes de esta entrevista, posa ante el objetivo de Ángela Suárez, vistiendo algunas de las prendas de Calvin Klein Jeans para este otoño/invierno. Segura y desafiante frente a la cámara.
“Para mí la moda es muy importante, la utilizo como forma de expresión y la veo como una manera de proyectar tu personalidad y tus gustos”, nos dice. “Al igual que mi música mi estilo es muy libre, cambia casi todos los meses (risas). Me encanta experimentar y probar cosas nuevas, para mí es un juego constante, igual es porque de pequeña me encantaba disfrazarme”. Dora se muestra encantada con las prendas de esta sesión que cuelgan en las perchas esperando su turno. “¡Me encanta CK! Ya he colaborado con la marca en otras ocasiones y me gusta mucho. De hecho, esta sesión ha sido una de las pocas veces que tuve un poco de morro y pedí un jersey a rayas que me volvía loca”, dice divertida. Y la verdad es que solo hay que ver las fotos para ver lo bien que le sientan las prendas. Pero dejemos la moda y vayamos a la música.
“Papá, ¡quiero ser cantante!”, recuerda pronunciar por primera vez a los 4 años. Un sueño con el que muchos nos podemos identificar, solo que en menos de una década, Dora ya se bautizaba sobre el escenario del Hard Rock Café Madrid. Y desde entonces no ha parado. Este año ha publicado su primer EP, Sin prisa no quiero morir, un disco de cuatro canciones en el que hace gala de su versatilidad e influencias. Con un futuro tan prometedor por delante, no nos extraña que Paco León haya declarado a la joven artista como su “alma gemela”. Pero, ¿cómo ha llegado hasta aquí? ¿No era que quería ser cantante? Nos lo cuenta ella misma. ¿Os sabéis ya su nombre?
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Jersey CALVIN KLEIN JEANS.
¡Hola, Dora! Eres una persona pública desde muy joven, y eso a veces lleva a que los demás se hagan una idea preconcebida de ti. Por eso, me gustaría que te presentaras tú misma.
Describirme a mí misma me parece dificilísimo. No sé, soy Dora. Soy una persona que se está encontrando a sí misma en su propia movida, como bien has apuntado, desde muy pequeña. Quien quiera conocerme le invito a que hable conmigo y lo descubra.
En primer lugar, felicidades por graduarte. ¿Cómo han sido estos dos últimos años en el instituto conciliando el escenario, el rodaje y los estudios? ¿Qué tal la relación con tus compañeros de clase? He leído que te sentías un poco incomprendida.
Empecé muy pronto a trabajar así que esa conciliación la he llevado bien. La educación básica siempre fue una prioridad tanto para mí como para mi padre (el músico y director de cine Diego Postigo) pero he sufrido mucho en el colegio, la verdad. En bachillerato cambié de la escuela privada a la pública, y ahí me fue mejor. Aun así, recuerdo que en los primeros días del nuevo curso, unos compañeros de clase pusieron un vídeo mío y un profesor me cruzó. Como con cierta altanería, ¿sabes? Como diciendo, “a ver quién se ha creído esta que es”. Así ha sido un poco siempre... La verdad, solo he tenido dos amigas en el instituto, pero me han salvado la vida.
Con Paco León, habías trabajado ya anteriormente en el videoclip de Ojos de serpiente, fue él mismo quien pidió dirigirlo, de hecho. Y de ahí a ser la protagonista de Rainbow. Parece que ha tenido un flechazo contigo, ¿no? ¿En qué crees que se fundamenta esa química entre vosotros dos?
¡Sí! Yo flipé, porque tanto a él como a Anna R. Costa les encantaba la canción. Fue muy fuerte. Paco y yo nos entendemos muy bien. Para mí es una persona tan especial, tan peculiar... conecto mucho con él. De hecho, ¡nos declaramos mutuamente durante el rodaje! Le expresé que le sentía como mi alma gemela, y él me respondió que sentía lo mismo también hacia mí. Muy muy mágico.
La trama de la película versiona a El mago de Oz, que creo recordar, era una de tus películas favoritas de niña. ¿Qué es lo que más te impactó de la adaptación de Rainbow frente a la historia original?
La libertad con la que está interpretado el clásico. Paco le ha dado completamente la vuelta. Ha incluido muchísimas formas de arte: música, baile, performance... Más allá de según qué referencias a la original, que sí resultan obvias, la historia no tiene nada que ver. Creo que la idea del viaje es la más potente que tienen en común. Me encanta también porque es muy inclusiva, no solo en cuanto a disciplinas artísticas, sino a tipos de personas. Por ejemplo, si ves la escena de la fiesta, puedes flipar con la pluralidad de personajes que aparecen. En eso también coincide con el mensaje de El mago de Oz, pero muy actualizado. Ya ves tú la panda que se hace Dorothy a lo largo del camino. Bueno, y yo, claro. Yo me hago muy buena panda también (risas).
Hay quien categoriza la película como un musical, pero para nada es un musical al uso, ¿no? No tiene los códigos habituales del género.
¡Eso es! Paco dijo desde el principio que no quería esa cosa de ponerse a cantar repentinamente en mitad de los diálogos, tan forzada y cursilona. Ya sabes, típica situación en la que de repente aparecen mil bailarines de la nada y dialogan con los pajaritos... (risas). En vez de usar esa fórmula, ha vinculado la música al poder de Dora. Lo adapta muy bien, porque es incluso inquietante en muchos momentos. Tomás Virgós, que es el compositor de la banda sonora, es una verdadera maravilla. Tuve el placer de tocar con él en uno de mis primeros conciertos a piano. Mi padre y mi productor, Pional, también han metido mano en la producción musical. El resultado es un sonido que se integra muy bien con el mío propio, tanto en el film como en la realidad.
Tu papel parece hecho a medida, con muchas notas biográficas (Dora/Dorothy), y aún más con esa conexión mágica con la música que señalas. ¿Trabajasteis juntos en la creación del personaje?
El personaje ha sido más bien cosa suya, aunque algún matiz espero haber aportado. Piensa que Paco me conoció justo con la edad con la que me quería representar, y han sido dos años manteniendo una relación muy estrecha. Le interesaba crear un personaje más inocente de lo que yo soy ahora, pero él ya había conocido esa versión de mí.
Sin embargo, viéndote en entrevistas y vídeos de ese entonces, tu apariencia luce bastante más oscura... ¿Cuánta verdad hay entre la Dora adolescente y la de la película? ¿O esa aura responde más bien a lo que te interesaba proyectar?
A mí siempre me ha encantado la oscuridad, lo refleja bastante bien mis gustos: desde directores como Tim Burton hasta mis músicos preferidos. Sin embargo, en el fondo, siempre he tenido esa naturaleza de la Dora inocente que se ve en pantalla, más allá de lo que quisiera mostrar a los demás. Hubo un momento en el que interioricé que yo era un ser de luz, y ahí cambió la cosa.
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Top y pantalón CALVIN KLEIN JEANS.
Es curioso que Paco se estrenase en los videoclips con un tema tuyo, y ahora, te estrenes tú en el cine con su película. ¿Preparaste el personaje de alguna forma en concreto?
Como te decía, ¡almas gemelas! (risas). No recibí ni clases ni nada, me insistió en que no lo hiciera. Me lanzó a la piscina y no creas que haber cursado bachiller escénico sirvió de mucho. Rodábamos cronológicamente, así que no grabé nada hablando hasta la escena en que me escapo de casa. Me resultó bastante difícil y la practicamos solo cinco minutos antes de rodar. Recuerdo muy bien la situación.
Una vez tuve el texto en la cabeza ya fue cuando Paco empezó a corregirme la entonación y aportarme matices. Actuar, sobre todo desde el aspecto de la entonación, a mí me recuerda a cantar: “Pon un tono más diferente, más dulce, más maduro”. Eso es algo que ejecuto también en el escenario.
Aun así, cuando he visto esa escena a posteriori, no creas que me gusta. Me veo inexperta. También es cierto que no sabía nada de lo que iba a venirme después. Voy madurando como intérprete a medida que avanza la película.
Una cuestión muy curiosa también es que has tenido que trabajar casi de forma permanente con Elliot, el perro que interpreta a Totó. ¿Cómo ha sido rodar con él?
Pues ha sido maravilloso. ¡Estoy convencida de que se va a llevar todo el protagonismo! Ha sido el que mejor se ha portado en todo el rodaje, y hablamos de días consecutivos de doce horas de trabajo. No es lo lógico para un animal. Vaya, estuvo más días que Ajax incluso (risas). Le quiero mucho al perrito. De verdad es que para mí es como mi familia.
Mencionas mucho la idea de familia al hablar de la película. ¿Con quién (o con quiénes) te ha sorprendido más trabajar y con quién has trabado más vínculo?
Con todos, pero cuando digo todos, es con todos de verdad. No me refiero ni al elenco: con Isadoro, con Sandra Hermida, que la quiero un montón, con la representante que ha empezado conmigo este proyecto... Había un chico de producción con el que me llevaba increíble y hemos hablado varias veces de quedar incluso; pero también con el cámara, con los de las luces, vestuario... No sabría destacarte a nadie en concreto, sería injusto.
No haré spoiler, pero una de las escenas finales, la de la fiesta, es muy potente. Parodia de forma descarada este mundo del espectáculo en el que tú prácticamente naciste. Son conocidos los amargos finales de muchos de estos jóvenes prodigios. ¿Te ha asustado en algún momento introducirte tan pronto en la industria? ¿Qué moraleja extraes tú de esa escena?
Yo creo que la moraleja es que hay que seguir tu intuición. Ese es un consejo que me ha dado siempre mi padre, aunque, paradójicamente, es lo que lleva a la protagonista a desobedecer al suyo. También extraigo que las riquezas no son el final del camino; y eso, como has dicho, se puede aplicar muy bien al mundillo. Estamos muy convencidos de que el dinero significa que lo has conseguido, pero para nada, es el límite. Es ridículo. Más que por la industria, me he sentido asustada por la gente. Hay veces que me da vértigo. Pienso, por ejemplo, en una de mis ídolas, Amy Winehouse, y el trágico final que tuvo. Si fuera por ella, muy probablemente habría cantado en garitos de jazz hasta el final de sus días, pero no tuvo esa posibilidad. También se puede ver en Nina Simone y Aretha Franklin, a las que también admiro mucho. Las personas de su alrededor no las entendían, y al final, su entorno fue casi el que las llevaron a la locura. ¡No fueron ellas, fue la gente! Temo que pueda pasarme algo así.
También hay cierta perspectiva de género. Fíjate que todas las que has mencionado son mujeres.
Es verdad. También las tías, no todas pero la mayoría, somos más sensibles. Ese punto es significativo.
Recién acabaste el rodaje, comentabas en alguna entrevista que querías alejarte un poco del cine para centrarte en la música. Sin embargo, hace nada has dicho que pretendías estudiar interpretación, ¡vaya cambio! ¿Qué papel te gustaría hacer?
(Risas) Es que me encanta trabajar, es casi problemático. Intento renegar a veces de esa naturaleza pero no puedo, soy workaholic total. Pero es porque me cuesta entenderlo como trabajo. Vaya, es que hasta me cuesta llamarlo trabajo. Por ejemplo, tener una entrevista así contigo ¡es brutal! Y a saber qué tocará mañana. No lo había pensado, pero si tuviera que elegir optaría por algo más cañero. Tipo Léon, The Profesional, aunque yo ya soy mayor para eso. O algo estilo Tarantino.
Poco antes de acabar el rodaje, decías: “Me siento un poco intrusa en este mundo, pero en cierto modo la peli es una extensión de mi trabajo”. ¿Qué fue lo que motivó tu entrada en el mundo del cine? ¿Es la actuación como la esperabas?
Yo entré a la movida porque quise, pero si no me lo hubiera pedido Paco no lo hubiera hecho. Te digo más, si no hubiera sido el papel que era –y la posibilidad de tener a mi padre también en el proyecto– no me hubiera atrevido. La interpretación me parece dificilísima, sobre todo, si como yo vienes de un lienzo en blanco. Aun así, me metí muy fuerte en el papel. Me llegaron a decir que parecía más pequeña, también cuando no estábamos rodando. Dos meses después de terminar la película tuvimos que hacer unas fotos para la promo, y recuerdo que Luis Bermejo me dijo, “oye, estás como... más mayor, ¿no?”. Y le respondí que claro, que yo siempre había sido así (risas).
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Top y pantalón CALVIN KLEIN JEANS.
Por otro lado, este pasado verano has tocado en varios festivales, y la verdad, solo leo crónicas buenísimas de tus conciertos. ¿Qué te ha aportado la interpretación de cara a subirte al escenario?
Cuando canto me meto dentro de un papel y me transformo en Dora: Dora escénica, DORA; así en mayúsculas. Igual que en la peli, ¿no? Esa magia me hace volar. Pero tanto mi padre como mi chico me dicen que cuando termino una canción y me toca hablar, es como si mi fuerza se disipara un poco. No me gusta. Si yo estoy hablando contigo así, tranquila, sí me siento segura y decidida... Pero en el escenario nunca sé qué decir. ¡Es como hablarle al vacío porque no contestan nada de vuelta! Y yo solo digo tonterías (risas).
Este año salió a la luz tu primer EP, Sin prisa no quiero morir. El tema que lo encabeza (Nana para mamá) comienza con un tarareo de tu madre, Bimba, que le hiciste grabar en cassette para escucharla cuando tus padres se iban de gira. ¿Es impresión mía, o parece que llevas en las venas el roadtrip?
(Risas) Lo tengo absolutamente interiorizado. Qué curioso que te hayas dado cuenta. Una historia que recuerdo con mucho cariño es que, en las giras de mis padres, si no conseguían niñera, mi madre me hacía una camita dentro de los flightcases (las cajas donde se transportan los instrumentos) y ahí mismo me dormía.
¿Recuerdas qué nana era con la que comienza la canción?
Tengo el audio de mi madre, el original que me ponía yo, pero no tengo claro el título de la canción. Lo busqué y resulta que era una nana de ópera de no-sé-qué siglo. Para mí la nana es como una canción para viajar, un poco astral. Se me hace curioso que muchas personas piensan que la voz es la mía, porque claro, algo se parecen. Pero no.
¿Qué es lo que más te apetece de llevar a cabo en la gira? ¿Te sientes más cómoda en conciertos y espacios de formato más reducido? Ya lo decíamos cuando hablábamos de Amy, pero tú eres mucho de disfrutar de la escena underground...
De cara a los festivales y los conciertos que tengo preparados este año, lo que más me apetece es llevar a cabo un formato de trío musical. Y, sí, me gusta más estar en espacios pequeños. ¡Uno de mis mejores conciertos tuvo solo dos personas! De hecho, le planteaba justo a mi padre recientemente que me gustaría hacer un concierto o dos al mes en sitios reducidos.
Y, ¿por qué lo prefieres así? ¿Menos presión?
No, para nada. Al revés, de hecho, te diría que si hay solo dos personas mirándote la expectación es mucho mayor. Ese concierto fue solo piano y voz, parecido al formato de a tres que te comentaba ahora. Creo que una de las cuestiones más importantes de mis temas es que los puedes llevar a la raíz: al piano en mi cuarto, con mi voz, a solas. Todo se puede tocar en acústico, es mucho más íntimo.
Retomando un poco eso de las primeras impresiones que comentábamos, hace apenas unos meses publicaste Im Press, una canción que denuncia los sensacionalismos y la plastificación social. ¿Qué desencadenante te motivó a componerla? ¿Qué relación tienes con la prensa?
No tengo mala relación con la prensa, ¡si la tuviera no estaría aquí sentada contigo! (risas). Esa canción va dirigida a unos periodistas muy concretos de prensa rosa. Yo no entiendo por qué les intereso. Ya hasta me río. A mí hasta ahora jamás me había hecho una foto un paparazzi, pero el otro día a mi chico y a mí nos sacaron en la portada de un medio diciendo que estábamos “buscando piso para irnos a vivir juntos”. ¡Para nada! Vaya, mi presupuesto no da ahora mismo ni para pagar buenos videoclips (risas).
Mi padre me ha tenido muy prohibido mirar ese tipo de noticias en Internet por mi bien, pero no puedes evitarlo, te acaban apareciendo. Aun así, a excepción de dos ocasiones muy concretas, siempre me ha dado igual. Sí que es verdad que ha habido momentos de mucha furia, de querer cortarle los dedos al autor de según qué cosas. Hay gente que quizá se haya aprovechado de mi inocencia y mi edad. Y yo, que era más joven, más pobrecita, me he creído alguna vez que lo que buscaban era una entrevista sobre mi música. Recuerdo, justo de este caso que te cuento, que me enfadé muchísimo al verlo publicado. Me amenazaron con que no iban a llamarme nunca más de ese medio (que no era precisamente pequeño), pero es que me da igual. Les insulté y les dije de todo en Instagram (risas).
Se está comentando mucho tu noviazgo con Mitch. Debe de dar bastante pereza la muletilla constante de ‘hijo de’ que os apostillan a los dos.
Es una gran lucha que tengo con eso, como te puedes imaginar. Yo ya no digo nada. Si digo algo se convierte en “Dora Postigo no quiere estar vinculada a su apellido”, y no es eso tampoco (risas). Yo entiendo que titulan las cosas así por los clicks, pero si te lo vas a creer o lo vas a compartir, al menos, léete la entrevista entera. Estoy hablando de música, de nada más. Lo único que reivindico es la posibilidad de hacerme un camino a mí misma.
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Jersey CALVIN KLEIN JEANS.
Es que la prensa de ese tipo te ha puesto en la mira, encima, a una edad muy vulnerable. Como si no tuvieras suficiente ya tú con lo tuyo. ¿Si pudieras renunciar a ser ‘famosa’, lo harías?
Mmm... no lo sé. Es un amor-odio. Por un lado, quiero saber cómo se siente lo de ser famosa, pero por otro lado... quizá no me gustaría. Por eso me asusta un poco el estreno de Rainbow. Yo voy a mi ritmo, pero sé que Paco busca un petardazo. Lo único guay es que, si llega la fama, va a ser una situación muy protegida para mí. Voy a tener a mi lado a personas en quien confío mucho, y si en algún momento se me sube a la cabeza, sé que tengo a mi familia al lado para que me bajen. Lo mismo no ocurre así, y me quedo haciendo para siempre música en garitos. ¡Y tan feliz, vaya!
Desde fuera da la impresión de que Mitch y tú tenéis una relación bastante bonita. Vienes de escribir muchas canciones de desamor, ¿te apetece darle un giro a esa tendencia? ¿Quizás de cara a un futuro álbum, por ejemplo?
¡Gracias! Nos queremos mucho, incluso llevo su foto en la funda del móvil, ¿a qué sale muy mono? (risas). Él también es mi alma gemela, es igual que yo. Volviendo a las letras, lo has entendido a la perfección. O sea, quiero descubrir nuevos ámbitos para desarrollar mis letras, me he cansado un poco de escribir sobre lo mismo. Con lo mismo no me refiero solo al desamor, sino al romanticismo en general como epicentro de todo. El EP, por ejemplo, está lleno de canciones de amor. Bueno, o quizás ¡sí hablaría de amor!, pero de una forma diferente. Por ejemplo, hace poco escribí una canción que era una declaración de amor... pero a las drogas (risas). Narra el encuentro de dos adolescentes que están en el mismo punto de drogadicción. Yo todo lo exagero y lo idealizo, pero algo de paralelismo con la realidad guarda también.
Cuando pensaba en la categorización del género musical al que podían pertenecer el EP, me costaba mucho. Creo que eso responde también a tu gran variedad de influencias, ¿no? Háblame un poco de eso.
La Nana sale del alma, no te sé explicar qué sonido tiene porque es puro corazón. Flores de abril es mi favorita, y creo que tiene mucho que ver con la música negra. Con esto quiero decir, por ejemplo, D’Angelo, o Erykah Badhu, pero al mismo tiempo, las baterías buscan ser un poco reggeaton sucio. Calle 13 ha sido referencial para esas percusiones, por ejemplo, también Mos Def. Im Press nosotros la llamábamos “el reggae” cuando la trabajamos en estudio y la producción. Y si te digo la verdad, I Do no sé ni qué es. Es un tema como distorsionado, que a mí me hace gracia porque suena incluso mal.
¿Podríamos decir que, en suma, es pop? Un pop mucho más elaborado de lo que estamos acostumbrados, quizá. Eres muy de llevar la contraria, ¿no?
Me encanta llevar la contraria. De hecho, durante la producción, era como... ¿que a la gente le va a gustar algo? Pues vamos para otro lado (risas).
En Flores de abril reflexionas sobre esta tendencia un tanto adolescente hacia la autodestrucción. Antes te has definido como una persona de luz atraída hacia la oscuridad, pero que no siempre se sintió así. ¿Qué provocó el cambio en tu auto percepción?
Pues... creo que cuando me cambié el pelo a naranja (risas). No lo sé explicar, pero es por eso. He estado a punto de decirte que cuando me cambié al colegio público, y casi que tuvo mucho que ver, pero no fue solo eso. ¡El pelo! De verdad que creo que fue el pelo.
Habitualmente trabajas junto a Pional, que te ha acompañado como productor en éxitos como Oxena, pero para el EP has decidido trabajar junto a Vicent Huma. ¿En qué diferencias el estilo de trabajo y el sonido de ambos?
Huma es mucho más gamberro y punki, mientras que Pional es bastante perfeccionista. En el escenario ahora me está acompañando Huma y me encanta, porque me da mucho pie a volverme loca ahí arriba.
Y por último, da la sensación al escucharte de que seas más mayor de lo que realmente eres, imagino que te lo dirán mucho. He leído que hay quien te dice incluso que vas por tu quinta vida. Si no fuera en esta, ¿en qué generación te habría gustado crecer?
(Risas) Precisamente es Huma el que me dice que voy por mi quinta vida. Si tuviera que elegir una edad, me veo más mayor de lo que soy, a veces un poco señora, algo viejoven. Y si tengo que elegir una generación para crecer, esa sería la de los años 70: la música, el feminismo... fue una absoluta revolución.
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Jersey, falda y botas CALVIN KLEIN JEANS.
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Pantalón CALVIN KLEIN JEANS, ropa interior CALVIN KLEIN UNDERWEAR.
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Vestido CALVIN KLEIN JEANS.
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Top y pantalón CALVIN KLEIN JEANS.