A Domingo Rodríguez Lázaro, fundador y director creativo de Dominnico, no le gusta la farándula. Tampoco le interesa la fama, ni la capa de purpurina que recubre la industria de la moda y que atrae a muchos con su alto poder hipnotizante. Detesta los photocalls y se siente más cómodo detrás de las cámaras, aunque reconoce estar haciendo un esfuerzo por mostrarse ante el mundo. Él prefiere poner su energía en el trabajo bien hecho, en la consolidación de su gran proyecto de vida, su marca, y en el reconocimiento por parte de la industria. También en la aprobación de sus clientes finales, responsables de que el negocio siga en pie, cada vez con más firmeza, en quienes ahora tiene puesta la mirada.
Entrevista extraída de ACERO vol. 8, publicada en julio de 2024. Hazte con tu copia aquí.
Cualquiera que haya pisado la 080 Barcelona Fashion en los últimos años ya se habrá dado cuenta de que Dominnico es uno de los nombres más esperados edición tras edición. La estética que lleva puliendo desde hace casi una década, que parte del Y2K para llevarnos al futuro, nos traslada a Harajuku y abraza la libertad sexual en un universo con forma de dildo teñido de rosa pastel, cautivó a Lady Gaga o Rosalía hace años. También a la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, pasarela que acabó reconociendo al alicantino como diseñador consagrado, así como a artistas de la talla de Sita Abellán o Samantha Hudson, quienes desfilaron para la marca. Pero, aunque pueda parecerlo, llegar hasta ahí no ha sido fácil. ¿La clave? Trabajo y más trabajo.
¡Hola, Domingo! ¿Me escuchas bien?
Dame un segundo, porfa, que me pongo auriculares.
¿Cómo estás?
Bien, sin miedo al éxito (risas). Sin miedo a nada. Estoy preparando la propuesta de lo que será la próxima colección. Vamos a días, como todo y como todos, pero bien. Estamos teniendo pedidos, hay artistas que nos piden looks… todo a la vez.
La semana pasada nos despedíamos de la última edición del Primavera Sound, en la que hemos visto subirse al escenario a Troye Sivan, Lana del Rey o Charli XCX, entre otros muchos. ¿Estuviste por allí?
¡Sí! Hemos trabajado con Hannah Diamond y Namasenda, ha sido muy guay. Tuvimos una oportunidad muy grande, no voy a decir con quién, pero querían que lo hiciésemos for free. Nos dijeron que no tenían presupuesto para vestuario, lo cual era absurdo teniendo en cuenta de quién se trataba. Si perfiles más pequeños nos compran, un perfil grande… Pero bueno, eso nos pasa continuamente.
Y dejando a un lado el trabajo, ¿has podido disfrutar del PS? ¿Tuviste tiempo de ver algún concierto?
Te voy a ser sincero, no soy una persona de festivales. Fui por la invitación de Hannah Diamond; también había una acción con Etnia Barcelona que había hecho y tal. Pero eso, fui, estuve un rato y me volví.
Ya veo que no eres de acampar tres días seguidos (risas).
No, no (risas). Pero mi chico sí.
Siendo plenamente conscientes de que cada artista es un mundo y cada proceso de creación es distinto, ¿cuáles son las fases habituales en el desarrollo de un look para una actuación? ¿Tú estás en contacto directo con el artista, o hablas con su equipo?
Siempre es con el equipo más que con el artista. Con el artista es muy difícil llegar en ese momento, luego existen unos fittings, ahí es donde les ves. También puede ser que se haga con un modelo de fitting y no coincidas con ellos, aunque con Rosalía en su momento sí le probábamos a ella. En todos los casos que hemos currado, ya fuesen grandes o pequeños, siempre se han puesto ellos en contacto con nosotros. Ahora mismo nos seguimos con Camila Cabello, por ejemplo. No sé si vamos a hacer algo con ella o no, pero tenemos ese match y a lo mejor de aquí a dos días ve una referencia de la marca y su equipo se pone en contacto con nosotros. Lo ideal sería, y así hemos trabajado con los perfiles más grandes, que nos envíen un moodboard de inspo, unas referencias, especificaciones sobre qué necesita e información sobre qué quiere ser en esa nueva era.
¿Y después?
De ahí empiezas a bocetar, se entiende que ya les gusta la estética y lo que representa la marca. Luego envías los bocetos, se aprueban, se presupuestan según distintas versiones, materiales, etc. Y luego ya es lo que ellos decidan. Hay un momento en el que sales del estudio y tú ya no puedes hacer nada. Con una de las últimas artistas que trabajamos, Ice Spice, nos pasó que sus estilistas nos pidieron que les mandásemos posibilidades para la Super Bowl. Acabaron utilizando lo que iba a ser para una cosa para otra, hubo piezas que no salieron jamás… Tú creas con una visión y siempre con unos tiempos loquísimos. Por mucho que tengamos un equipazo y hagamos magia porque en menos de una semana las referencias pueden estar ya lanzadas, siguen pensando que las cosas se hacen solas. Es un poco loco, pero divertido a la vez. No lo cambiaría.
Hace un par de días vestiste a Naiara, que fue portada de ACERO Vol. 7, para su show en el Share Festival Barcelona. Y Denna, también salida de la academia de OT 2023, ya ha demostrado ser una gran fan de la marca luciéndola en alfombras rojas y eventos.
¡Sí! Con Denna ya llevamos algún tiempo trabajando.
¿Seguiste la última edición del programa?
Les conocí durante la edición porque el equipo de Operación Triunfo se puso en contacto con nosotros para que trabajásemos con ellos. Puede haber quien piense por qué colaboramos con OT pero, ¿por qué no dar voz a una nueva generación? Hay que apoyarla y darle credibilidad. No siento que estemos haciendo ningún favor a estos artistas, creo que es algo mutuo. Empezamos a trabajar con ellos y han querido seguir con nosotros. A la vez estamos trabajando en la gira de Naiara, por ejemplo, creando piezas. Yo creo que nuestra marca está orientada para futuras generaciones, más allá incluso de las nuevas que están surgiendo (risas). Es muy guay trabajar de tú a tú, y eso lo hemos tenido con algunos perfiles. Hay otros a los que ya los hemos tocado con un ego bastante alto…
¿Eres amigo de alguna de las artistas a las que vistes?
Mmm… en ocasiones se han formado amistades a consecuencia del trabajo, y a veces había amistad antes del trabajo. Con Rosalía éramos amigos de Facebook de hace muchísimos años. Con Lali Espósito mantenemos relación, con María Becerra también, no sé. Hay varios perfiles con los que hay conexión. Nos hemos ayudado mutuamente. Como te decía antes, no soy una persona muy de la farándula, de estar en trescientos mil eventos y demás. Ahora sí que estoy tratando de forzarme un poco junto con mi pareja a que mi persona sea un poco más visible más allá del producto, que sepan que estamos en Barcelona. Estoy haciendo un megaesfuerzo porque no soy ese tipo de perfil.
¿Recuerdas quién fue la primera persona con la que sentiste una conexión especial dentro de la industria?
Pf, es muy difícil escoger únicamente a una. Hay tantas personas, incluida con la que estoy hablando, que han estado ahí desde el principio y han creído en la marca… Si tuviese que nombrar a alguien que ahora es íntima, que sé que siempre está para lo que necesite y que dio lugar a que perfiles de la talla de Eugenia de la Torriente, directora en su momento de Vogue España, vinieran a ver mi trabajo en un espacio superpequeño, diría Clara Courel, mi representante. También Kristina, mi primera musa y modelo… he sentido apoyo desde muchos lados continuamente, no hemos estado solos.
De las personas que te acompañan y apoyan en los comienzos uno siempre se acuerda.
Ahora me has desbloqueado un recuerdo. Hay una persona más que formó parte de esos comienzos, Susana Banana. Salió de un reality show, nosotros la apoyamos en televisión. La conocimos porque vino a apoyarnos en un desfile superpequeño que hicimos en Barcelona y nos dijo que esto no se podía quedar aquí, que había que hacer una editorial. Hay que hacer algo más, hay que explicar quién es Dominnico.
¿Sigues en contacto con ella?
Sí, ¡y tanto! Vino a nuestro último show, es lo más.
Si tuvieses que elegir los tres grandes hitos de tu carrera hasta la fecha, ¿cuáles serían y por qué?
Del primer momento importante tengo una imagen grabada en mi memoria, en mi primer show, cuando vi a mis padres aplaudir. Mi padre estaba llorando, y para mí significó mucho. Aunque él no lo llegara a entender en su totalidad, me di cuenta de que lo aceptaba y estaba orgulloso de su hijo. Lo recuerdo como algo superbonito. Recuerdo también que a principios de 2019 nos confirmaron la gira de Rosalía. Yo en ese momento ya tenía equipo de confección y una segunda que compaginaba estudios y a la vez estaba conmigo, y tras esa primera factura fue cuando dijimos, después de esto, nos planteamos un cambio. Ese cambio fue que yo pasé de compaginar dos trabajos parciales con la marca a centrarme en Dominnico. Estuve tres años de mi vida con tres trabajos.
¿Qué trabajos eran?
En retail, por un lado en tienda y por otro con mi mentora. Cuando yo estudiaba moda me interesaba mucho el mundo del lujo, en ese momento el pelo y el cuero. Ella me dio la posibilidad de reciclar pelo, por eso a día de hoy lo sigo utilizando, cada vez de forma más consciente y evitando los pelos exóticos. Yo trabajaba con ella por las mañanas y en tienda sábados y domingos once horas, en el Born, que era bastante divertido. A la vez tenía las tardes y las noches, evidentemente, noches infinitas, para la marca. Entonces esa factura significó que nos plantásemos, ya estaba bien. Empezaron a contactarnos algunas marcas con patrocinios como Rowenta, Art Company, y en ese momento eran facturas muy grandes para lo que manejábamos. Ahora no voy a decir que fuesen irrisorias, pero claro, ya estamos en otra.
Exacto, ahora estáis en otra etapa. Todo tiene su momento, ¿no?
Sí, por favor y gracias (risas). Y el tercer momento superimportante para mí fue cuando me dieron el premio Who’s On Next. Y no fue importante únicamente por ganar el premio, sino porque pude reunirme y explicarle nuestra movida a Edward Enninful. Para mí era y es un referente, entonces fue un momento muy especial. Ese premio significaba que nos estaban considerando dentro de lo que había en España, teniendo en cuenta que nuestro mercado es principalmente América y Asia.
La última vez que desfilaste en Madrid fue hace ya más de dos años. Y de esta pasarela, a la que entraste como diseñador novel en la plataforma EGO, te despediste, no sé si de forma definitiva, en calidad de marca consolidada desde el calendario sénior. ¿Qué te enseñó tu paso por Ifema?
Madrid, no únicamente la plataforma, también la ciudad y las personas, es un abrazo hacia tu proyecto. Para mí, y creo que para las nuevas generaciones, es la opción. De alguna forma ha de entenderse ese proyecto, después ya elegirás dónde quieres ubicarlo, o de qué forma quieres ubicarlo. Creo que Madrid era el librillo que nos enseñaba a quienes emprendíamos y teníamos una marca. Y a día de hoy, por muchas plataformas e iniciativas que haya, sigo sintiendo que Madrid es importante.
También fuiste jurado del EGO.
Allí he desempeñado todos los roles (risas).
Bueno, te queda desfilar (risas).
No, no me hace falta (risas).
Ya aterrizados en 080, hace un par de meses presentaste tu última colección HOOK. “La estética Dominnico vuelve a ser el punto de partida de la propuesta de la firma para el invierno que viene”, leía en tu página web. ¿Te da miedo quemar demasiado esta estética de la que hablas?
Uf… es que creo que estamos en constante evolución. No tenemos miedo a que esa estética se gaste o no funcione porque entendemos que en ese futuro también existirá una evolución de nuestro lado. Con esta colección nosotros tratábamos de desdibujar tópicos del mundo marino, era bastante más macarra de lo que después se escenificó. Si ahora tuviese que definir la época que estamos viviendo, sería excéntricamente comedidos. Somos una marca relativamente pequeña, nuestra línea de producto es muy escueta y los tiempos son frenéticos. No vamos a arriesgar mucho en cada nueva propuesta, al final siempre tiene que haber algo identificativo y eso también lo tienes en las grandes firmas. Por ejemplo, el rosa pastel siempre ha estado en nuestras colecciones, es el color que más gastamos. Pues a lo mejor nos planteamos en algún momento hacer toda la colección en rosa, nunca se sabe. No me da miedo gastar ese carrete porque nosotros mismos somos conscientes de que estamos ahí.
En tus shows han desfilado Sita Abellán, Alex Delacroix, Samantha Hudson, o tu queridísima representante Clara Courel, de la que hablabas hace un momento. ¿Cómo es el proceso de casting para tus desfiles?
Es importante estar conectado con el mundo que te rodea. Nosotros queremos que cualquier persona se sienta libre a la hora de expresarse, de vestirse, y queremos ofrecer un espacio seguro. Tenemos una responsabilidad, parte de nuestro público es muy joven. Contamos con una parte de clientela más sénior que puede permitirse nuestras piezas, y otra parte de generaciones millennials y Z que consumen de forma aspiracional y desean formar parte de este universo. No solo trabajamos con Sita, por ejemplo, porque su perfil sea relevante a nivel internacional o tenga relación con x; trabajamos desde la diferencia, desde la diversión y el atrevimiento. Haber podido hacer match con Samantha Hudson ha sido un sueño.
No podemos pasar por alto la participación de Carmen Lomana en el desfile de tu colección MAEMUKI Spring 2024. ¿Qué te llevó a trabajar con ella?
Pues mira, un ejercicio de deconstrucción bastante grande (risas). Yo quería que ella entendiese y respetase nuestros valores, la sentamos en una mesa en la que había una diversidad increíble y le explicamos muchas cosas. Pero la relación con Carmen no viene de que se haya puesto un vestido para el show; ella nos apoyó hace unos cinco años, cuando nosotros empezábamos en MBFWM. Carmen, spoiler, iba a participar en el show que hicimos en pandemia, OMEGA, que presentamos en formato digital y fue una pieza audiovisual supertransgresora. Ella iba a formar parte de ese momento, pero finalmente no pudo ser por agenda. En ese vídeo se hablaba de la diferencia y de la diversidad, del rechazo de la industria y de la sociedad. Finalmente la participación de Carmen tuvo lugar más tarde en el desfile, y apostar por ella era apostar por la diferencia.
Sé sincero, ¿qué te hizo más ilusión: ganar el WON o vestir a Lady Gaga?
(Risas). Poco se habla de que en mi tesis de final de grado me preguntaron a quién me gustaría vestir con la marca y les dije que a Lady Gaga, ¡y a los dos años la estábamos vistiendo!
¡Slay!
Fueron dos temas totalmente distintos. Siendo Little Monster y habiéndome de alguna forma liberado con esta mujer… hay mucho de Gaga en Dominnico. Yo he nacido en una familia no conservadora pero sí con ciertos tabús, y para mí ella lo representó todo. Cuando nos llamaron para vestirla fue increíble.
Precisamente la foto de Gaga vistiendo una de tus piezas en 2018 es la primera publicación que encontramos en tu perfil de Instagram.
¿En serio?
Sí, seguida de varios posts cuya protagonista es Rosalía con quien trabajaste mano a mano en la era de El mal querer. ¿Tú te ves muy cambiado con respecto a esa época?
Sí, yo antes buscaba la aceptación. Y siempre daré las gracias a Barcelona. Me acuerdo de la primera fiesta drag a la que fui aquí, Que trabaje Rita. ¡Y años después vestimos a Supremme! (Risas). Para mí el momento de entrar a RuPaul vistiendo a Dovima y con la Supremme, ¡fue muy fuerte! Pero sí, respondiendo a tu pregunta, claro que he cambiado. Mi visión de la marca también, por supuesto. Dominnico empezó siendo una marca femenina y ha acabado siendo genderless. Cuando empecé a estudiar, en una época minimalista, se me tachaba y no se me comprendía. Espero que con el tiempo las limitaciones que tengo al expresarme o al vestirme, que ya son pocas, sean incluso menos. Todo será más fácil.
El ritmo que sigue la industria es insostenible y son muchos los que deciden dar un paso atrás como forma de protegerse ante un sector que exige mucho y que no siempre es agradecido. ¿Has tenido que priorizar tu salud mental en algún momento? ¿Recuerdas alguna experiencia que te llevase a replantearte tu forma de estar en el mundo?
Sí, sí. Ese momento fue la enfermedad y el fallecimiento de mi padre hace unos dos años. Fue una época bastante complicada, estaba lejos de casa peleando por un sueño. Fue bastante duro, incluso cambié de equipo. Pienso que salimos airosos, la colección que presentamos fue NENNE. Cambiamos de plataforma a 080 y me permití hacer lo que quería y como quería.
¿Qué es lo próximo para Dominnico? ¿Te volveremos a ver presentando en 080?
Si todo va bien, y esperemos que sí, os adelanto que habrá una parte física y otra parte digital. Tendremos una o dos ubicaciones físicas, y después un lanzamiento a nivel digital prolongado. ¡Ya se irá viendo!
Y si tuvieses la oportunidad de elegir a un embajador de marca global para la marca en este momento, ¿quién sería?
¿Solo una persona?
Sí.
Déjame ver en mis seguidos (risas). No voy a decir perfil internacional, me quedo con Samantha.
¿Samantha Hudson?
¡Sí!
Perfecto, pero ella es muy internacional, ¡tiene un MTV EMA!
¡Cierto! ¡Samantha es una DIOUSA!