Un viaje del pasado al futuro, un homenaje a grandes artistas que han dejado huella en nuestra música como Marisol o Carrà, el cine de Saura o Berlanga, y su productor Pau Aymí; todo esto y más forma parte de Dianka. La cantante catalana se presenta al mundo con una propuesta que tiene como inspiración las zarzuelas españolas y el funk carioca. Esta fusión inesperada pero efectiva será la clave de su primer álbum, con el que busca abrirse al resto del mundo y que presentará a finales de año. Pero ya podemos empezar a imaginarnos cómo será su nuevo trabajo al escuchar el primer single, Rayo de luz!
Vas a sacar tu primer álbum en unos meses, pero para las personas que todavía no te conocen, ¿cómo te presentarías?
Pues para el álbum todavía faltan algunas estaciones, pero ya está casi todo el imaginario construido. Si tuviera que presentarme diría que Dianka ha ‘robado’ un tanto de la esencia de esa música sesentera española y la ha moldeado junto a un sonido más electrónico. Dianka es también Pau Aymí (productor), porque con él es con quien he descubierto quién soy, y sigo en proceso de investigación, a lo Christie. Pero quiero que Dianka sea muchas otras cosas más, ¡que no tenga fin!
En tus post en redes hablas de ti misma en tercera persona. ¿A qué viene esto? ¿Hay alguien detrás de ti?
Sí, Diana. Diana María. Mi nombre real. Narro todo en tercera persona con tal de poder ver a Dianka con mayor perspectiva. Considero ser una persona de estrategia, y tal vez mi carrera me haya influenciado. Poniendo los puntos sobre las íes, esto también se trata de visión y objetivos, al final. Creo sentir que Dianka se merece que alguien esté detrás de ella velando por estas cosas mientras ella disfruta de la música. Suena un poco maquiavélico, tal vez. Pero lo digo con ternura, como una madre que cuida a su hija. Ojo, y que no se me olvide que también está Fran, mi Fran, de Ácido Base, para ayudarme fielmente.
En 2022 sacaste tu primer sencillo, Camino verde. ¿Cómo crees que has evolucionado desde entonces?
En mi primer sencillo le cantaba a alguien cuyo nombre es mejor no acordarse. Ahora canto para mí, y eso me hace tremendamente feliz.
Tu música, de alguna manera, tiene referencias a los años sesenta y setenta. ¿Qué te inspira de esta época?
¡Uf! Primero de todo: mi madre. Pero podría decir tantas que me han regalado un poco de lo que soy ahora… Marisol, las dos Rocíos (Dúrcal y Jurado), Dúo Dinámico, Nancy Sinatra, Concha Piquer, Tita Merello (me encantaría hacer una canción a lo Se dice de mí algún día). Así como también aquellas películas desde el sofá como fueron las de Berlanga, Saura, etc.
Cada etapa de tu carrera tiene su propio color, como por ejemplo el rojo, que estuvo muy presente en tu feed. ¿Crees que es otra forma de transmitir?
El rojo es un color muy, muy vivo. Es esplendoroso, te atrapa. Tengo siempre la sensación de que es muy humano, como si al hacer algo vestida de rojo pareciera que la sangre te hierva más, en el buen sentido. A mí me lleva a Almodóvar, a los claveles, a mi abuela Pepa, al vino, al Toro;  me hace pensar en Rocío Jurado también, fíjate. Es un signo de atrevimiento, poder y fiereza. Ojalá grandes marcas apostaran más por este color porque es difícil de encontrarlo.
Explicabas que tu canción Las dos Dianas es una especie de punto y final. ¿Tenías ya en mente una nueva época dentro tu música?
Estaba en el momento de despedida. De una Dianka chiquitina, la -ka de la Matrioshka, y se merecía toda mi atención porque no a cualquiera se le canta a compás de unos mariachis. Allí todavía procesaba un final, el principio aún debía acercarse.
Tus trabajos anteriores beben de grandes referentes como Los Panchos o Raffaella Carrà. ¿Crees que la música de antes también tiene su sitio en el panorama actual?
Creo que la tiene para aquellos que tuvieron la suerte de vivir aquella época. Pero hoy en día, si quieres llegar a gente joven, la fusión es esencial. Lo que transforma todo. Por ejemplo, en este último single,  Rayo de luz!, mezclo nada más y nada menos que zarzuela con funk carioca. El poder está en buscar siempre nuevas rutas musicales que sorprendan. Hay que sorprender, para bien o para mal,  pero sorprender.
Hablemos precisamente de este single que acabas de publicar y que es un primer adelanto del que será tu álbum debut tras varios singles y un EP. ¿Qué buscas contar con este nuevo trabajo?
Un imaginario en el que Dianka siquiera es ya Dianka. Es otro papel que le he otorgado como guionista de mis propias películas (siempre inventando, ¿tú te crees?). Ella se va a adentrar en un mundo cíclico, lleno de vueltas, de coches de choque, campanas y tiros de escopeta, a ver si acierta a la diana de una vez por todas.
¿Por qué el mood de vaquera? ¿Qué relación tiene con la nueva etapa?
Aquí entra mi cowboy, Pau Aymí, que me enseñó muchas referencias de este mundo, como pueden ser Red Dead Redemption. Hay algo triste en ellos, en los cowboys me refiero, un sentimiento solitario,  como el viento que sopla en un mundo vacío. Dianka también siente eso a veces, y más en este álbum. Rico también me ayudó a encontrar los estilismos que se pueden ver en el videoclip. Ella es simplemente maravillosa porque se ciñe a ti y lo vio enseguida.
¿Qué tiene de diferente este nuevo trabajo con tu EP, Mamá, quiero ser artista!?
En mi primer EP me sentí una recién nacida, una oda a tu madre, exclamándole hacia dónde quieres dirigirte. En este, Dianka está creciendo, probando, jugando con un corcel, con una noria, con un cowboy, mientras come caramelos y crea una historia inventada pero que en el fondo la representa tal y como es ahora.
La canción es como el rayito de luz que entra por la mañana a través de la ventana, como una evocación a sentimientos de esperanza.  ¿Tú en qué la depositas?
Es casi como ese rayo que te ciega tras una tormenta. De ahí el verso “el paraguas se echa a llorar, lagrimitas de cristal”; tras un tiempo de penas siempre hay una esperanza. Y si algo hay que tener en este mundo inmenso de la música es un rayo que nos guíe donde haya luz para sentir que avanzamos y seguimos un sino.
En tu trabajo haces referencia tanto a épocas pasadas como del futuro. ¿Buscas evadirte un poco del presente?
¡No! Soy una chica de presente aunque anhelo haber vivido en un pasado. En el futuro poco pienso, y cuando lo hago, me es difícil ver qué viene. Es por eso por lo que todo me sigue sorprendiendo.
Dinos otras tres cosas que te hagan distraerte y te encante hacer.
Pintar, dibujar y colorear, para mí es anestésico. Leer lo hago en momentos que necesito encontrar porqués y me satisface. Y sobre todo, pasar tiempo con mi rayito de sol, Pau, aunque me ilumina mucho cuando hago vida social y veo a todos los amigos que también hacen música.
Esta nueva etapa se caracteriza por ser más futurista, y esto se puede ver en la melodía del primer single o en la escenografía de su videoclip. ¿A qué se debe este salto temporal?
Es una ilusión, pero Dianka sigue muy enganchada a esa gloriosa época española. Fíjate que las referencias de este single siguen siendo Marisol o Los Diablos, aunque para el videoclip también me han modernizado bastante el equipo de Pxssy Productions (Paula Baviera, Marta, etc.), debo reconocer.
Pau Aymí te ha acompañado durante la creación de tus anteriores proyectos. ¿Cómo es trabajar con él?
Por Pau siento muchas cosas y me voy a poner ñoña porque tuve la suerte de enamorarme de él en el proceso de hacer mis primeras canciones. Es una persona ambiciosa sin desmedida, talentoso y caballeroso con las ideas de los demás y muy, muy vivo. Es una luz que jamás se apaga, siempre surgen maravillas en su mente. Es, como diría mi tío, un maestro liendre, aunque de entender en realidad, entiende mucho.
Por último, y te lo tengo que preguntar, ¿cuáles serán las próximas sorpresas de Dianka? ¿Ya hay fecha del siguiente release?
Pues justo ayer acabé un storyboard para la próxima canción. A veces pienso en lo mucho que le dedico a Dianka. Esperad que un corcel venga galopando sin descanso en cuestión de poco más de un mes, ¡pero llevad un peine encima porque viene galopando y sin frenos!
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