Dellafuente y Morad acaban de fundir su música en Zizou, un EP de seis temas publicado hace escasamente unos días bajo el sello discográfico Maas, que sirve como preámbulo para sus conciertos conjuntos en la primera edición en España del formato Red Bull Soundclash los próximos 12 y 13 de diciembre en el Wizink Center de Madrid y que, como era de esperar, ya cuentan con todas sus entradas agotadas.
Es común encontrar alusiones al fútbol dentro del panorama de la música urbana. Es fácil pensar en los Afrojuice 195 escribiendo canciones irónicas hacia personajes como José Mourinho, Benzema o CR7, ya convertidos en cultura popular. Zizou, en este caso, hace referencia en su título al exfutbolista y entrenador francés Zidane, considerado como uno de los mejores futbolistas de todos los tiempos. Además, el EP comienza con el tema Figo en alusión al portugués Luis Figo, segundo futbolista con más asistencias de toda la historia del fútbol después de Messi. Morad canta: “¿Quiere’ otra equipación? Pregúntale a Figo, siempre al enemigo le mando ubicación pa’ dormir tranquilo, no quiero una mansión, quiero estar tranquilo”.
Sin embargo, aquí las referencias futboleras funcionan como meros símbolos para hablar de “ser el mejor” en un ámbito. Si algo tienen en común Dellafuente y Morad es la defensa de la sencillez y lo cotidiano en sus canciones, rechazando el aparentar y el ir de gángster (“Yo nunca voy de gánster, yo no sé nada, que Dios bendiga toda la gente de Granada”). Dellafuente, que nace en Granada y desarrolla su carrera artística desde allí, sin necesidad de más lujos, defiende una vez más el valor de la familia por encima de todo: “Con mi niña y ya está, con eso me basta, la receta exacta”. Este tema, que viene acompañado de videoclip, aúna las fanbases de ambos artistas bajo las siglas DLFC vs MDLR, reforzando esa idea de familia también dentro de su música. 
A este tema principal le siguen el ya publicado single de desamor Manos rotas, las pegadizas K animal y La brea —en esta última, ambas voces se funden en un poderoso “La vida es como un pañuelo y al fin al cabo todo se ve”—, Tambores en la montaña —una historia de superación personal mediante una reflexión sobre el papel del dinero— y, por último, KTM, más apegada al rap y donde resuenan ecos del Dellafuente antiguo mediante un agradecimiento a sus fans (“Si sufres, no te rindas, no estás solo, TKM”). Además, al final del tema recoge un fragmento de su Nana del pordiosero (2017): “Pa’ toda la gente que lo sabe valorar, el amor de la familia y el cariño de la ma’”.
Musicalmente, es una realidad: el dúo Morad y Dellafuente funciona, y se acaba de materializar con este EP tras haber publicado juntos otros temas como Ven a ver (2019), Siempre que amanece (2020) junto a Maka y No estuviste en lo malo (2023) junto a Beny Jr. Y, esta vez, gracias a nombres como Antonio Narváez, Nuviala, SHB, Voluptyk y Scar, que destacan en la producción. Así, ambos consiguen una mezcla entre la música folklórica atemporal de Dellafuente desde Granada y los toques más urbanos apegados a géneros como el drill y el afrotrap de Morad, desde L’Hospitalet de Llobregat y bajo la misma premisa del defender lo real frente a las apariencias y lo cotidiano frente al lujo impostado. 
Track favorito: La Brea