¿Qué requisitos distinguen al pensador mundano del filósofo?, me pregunto. Entrevistar a Dano es una clase magistral de visión y doctrina, una amplificación de las píldoras que él suelta, rima a rima, en sus canciones. Nuevos trapos es el último tomo de su enciclopedia. Uno que, reconoce el propio Dano, se permite casi por primera vez disfrutar del sabor de los años y del aprendizaje. Eso sí, sin renunciar ni a una sola micra de la pasión que le distingue.
Entrevista extraída de ACERO vol. 11, publicada en julio de 2025. Hazte con tu copia aquí
Pasión, ese es el tema. Quien se mueve por pasión no termina de cansarse nunca a pesar de lo angosto del camino, a pesar de vérselo atravesar a toda tu familia. La pasión te enseña a empequeñecer los miedos y límites, como los que separan al mainstream del underground, al productor del rapero, al experto melómano del artista. Todo ello coexiste en Dano, quien siempre fue una rara avis de la ambigüedad, dentro y fuera del arte. Esto es solo una demostración más.
Hola, Danilo Amerise. 
Hola, señora ACERO.
Check point rápido. ¿Te sientes más rapero o más músico?
¿Por qué piensas que el rap y la música son cosas distintas?
¿Entonces eres músico?
Hago música.
Pero la pregunta no es esa.
Soy músico, sí, soy músico (risas). Bueno, soy las dos cosas. Puedes no ser un virtuoso de un instrumento pero estar haciendo música, ¿no? ¿Y un rapero no se siente músico? ¿Qué se sienten, albañiles?
Bueno, pues fíjate que aún así te ha costado un poco contestar. No es que yo quiera empezar chinchando, créeme. Segunda pregunta. Sé que vienes de un contexto de abuelos y padres músicos. Evidentemente eso te ha facilitado algunas cosas, pero ¿te ha llevado a alguna situación de duda precisamente por conocer el oficio?
No, ninguno. Por su parte solo pudo haber una levantada de hombros y una risa irónica. Como un pf, pues claro. Y para mí, no quiero decir que fuera el destino pero…
¿Crees que lo imaginaban? Podrías haber sido muchas cosas.
No, pero no les sorprendió. Nadie esperaba que yo fuera a ser abogado. Si yo fuera abogado y fuera hijo de abogados no sería una historia llamativa, es solo porque vengo de esa estirpe.
Bueno, lo de en casa del herrero, cuchillo de palo existe por algo. Pienso en la entrevista que le hice a Zowi. Sus padres también son músicos, y ella creció muy reacia a la idea de ser artista.
Ya, yo estudié diseño gráfico porque pensaba que no se podía vivir de la música, pero la vida me puso un contrato discográfico antes de terminar los estudios. No tengo el título de diseño como tal, pero hasta esa misma opción B que estaba haciendo sigue siendo superprivilegiada.
¿Qué piensa tu madre del rap, y qué piensas tú de la música que hace tu madre?
A mi vieja le flipa el rap. Mi vieja compraba discos de rap cuando yo era pequeño. La música negra siempre ha sido parte de…
No, música negra no: el rap. Acotado. Que nos conocemos.
¡Pero es que el rap fue la evolución natural de la música negra para la gente que no estaba dentro del hip hop! Michael Jackson sonó a hip hop y Prince sonó a hip hop cuando tocó sonar a hip hop; igual que los grupos que venían del funk sonaban a disco cuando tocó el disco, y luego el boogie. Es muchas veces cosa del momentum, se nota en las producciones, o los ritmos de baile. Tiene que ver siempre con los bailes. 
¿Sí? ¿Crees que son los bailes lo que determina…?
Sí, el baile. La música popular se define por el baile siempre. Cuando digo música popular me remito incluso al folklore argentino, ni siquiera a la contemporánea.
Mola. Antropologic shit.
El baile es lo primero, como el DJ es lo primero en el hip hop, pero nos hemos olvidado. En el fondo ese es el motivo por el que TikTok se ha convertido en lo que es. Vuelve a tocar esa cosa tan pura y esencial. ¡Y está bien! ¡Hay que bailar, chicos! 
Bueno, pero ¿y qué piensas tú de la música que ella hace?
Mi vieja acabó haciendo la música que hacían sus padres pero dentro de su propia transformación. Y es bonito porque es de donde ella, entre comillas, huía conceptualmente. Porque le tocó otra época, una más moderna.
¿Pero te gusta o no? (risas).
¡Pues cómo no me va a gustar, imagínate! Es la música de mis abuelos. 
A pesar de lo muy trotamundos que eres (Buenos Aires, Gran Canaria, Londres, Madrid) llevas ya aquí un tiempo, hasta te has comprado una casa con el rap money. ¿Sentías que tu destino a nivel territorial iba a ser distinto?
Mi meta sigue siendo tener una casa en todos los lugares donde me siento en casa: Buenos Aires, Madrid y Nueva York.
No hablo de objetivos, sino de intuiciones.
Es que no espero nada. No creo en el destino, esperar cosas es generar sufrimiento a futuro. Creo en las probabilidades. Alguien puede parecer que claramente va por un camino pero a veces todo se tuerce y va por otro lado. Obviamente que todo ser humano tiene ilusiones, pero intento verlo más como una posibilidad. Quizá lo pensé de joven y me generó frustraciones, no lo sé. Nosotros no esperábamos nada de esta música, tía, porque no había puto público, no había nada. Esto del rap es puro por amor, en ese momento con tocar en el Viña Rock y tener tu disco en la Fnac bastaba. Mi ambición solo crece en base a lo que ya ocurre.
“No espero nada. No creo en el destino, esperar cosas es generar sufrimiento a futuro. Creo en las probabilidades”.
Es cierto que tú siempre has sido alguien muy con los pies en la tierra. Lo sigues siendo. Oye, creo que se puede entrever una tendencia en tu obra hacia lo colaborativo, ¿tú lo piensas?
¿En qué sentido?
El ejemplo más obvio es Ziontifik. Pero también el EP con Gese o el disco junto a $kyhook. Son trabajos de los que cuando hablas se nota que los sientes como compartidos. Pero si tú no produjeras y fuera el caso habitual de cualquier combo de artista y productor, quizás lo verías más como solo tu disco, ¿sabes?
Sí, eso es por ser beatmaker. No sé si puedo imaginarme a mí mismo siendo solo un rapero. No sé si existiría, no estaría sentado aquí hablando contigo. 
¿Tú sientes esa afinidad hacia lo grupal?
Yo me he construido a partir de mis amigos, de mis hermanos de la música. Yo era objetivamente el que más medios tenía de Ziontifik, no sé si económicos pero al menos sí un conocimiento básico. Lo que era un compás y una estrofa sin siquiera recordar aprenderlo. Unai nunca se había fijado en eso pero él sabía de rap elevado a la novena potencia de lo que yo sabía, y eso que yo pensaba que sabía. Curioso he sido siempre, pero para mí el R&B y el rap eran una misma cosa: música afroamericana. Cuando tenía catorce años escuchaba igual rap que R&B. Estos hijos de puta me metieron en la secta del rap.
¿Cómo trazas la línea limítrofe de cuando un proyecto es tuyo o no? Al final, también en tus discos tienes beats que no son tuyos, aun si los intervienes.
Borrando las líneas del ego. Hay que ser consciente del curro de la peña y darle a su gente sus derechos y sus porcentajes, sus editoriales, siempre. Pero lo loco no es eso, lo loco es que alguien como Manu Beats deje que yo toque su beat. Los beatmakers de esta movida, especialmente los que vienen de la cultura del sample, vienen de una generación donde no existía el concepto de camp musical actual. Es mucho más ortodoxo. En mi caso, siempre me sentí más oyente que ejecutor, observador antes que creador. Intento crear buscando estar a la altura de lo que a mí me satisfaría. Y por tanto también como fan, es alucinante para mí poder currar con gente como Manu, Emelvi o $kyhook. ¿Cómo no iba a petarme la cabeza después de que un productor de Zaragoza y un chaval de Sevilla sonaran a Memphis? Me muevo por ese sentimiento.
Pero la pregunta no es tanto esa, sino, ¿cómo sabes cuando un tema es ‘tuyo’ y no ‘vuestro’, aun cuando participa por ejemplo Manu?
En este caso, por ejemplo, porque no hemos hecho aún un álbum entero. Cuando hagamos un disco entero, que lo haremos, sí será Dano y Manu Beats. Que eso pasará, no sé si de aquí a dentro a cinco, siete años, pero pasará. Imagínate, completamente enfermos ahí, flipante.
Yung Beef tardó ocho años en sacar el EP con Cookin Soul, no hay prisa. “A veces truhán pero siempre un señor”, dices en Vividor. No sé cómo explicarlo pero, ¿se ha institucionalizado lo suficiente como para que haya ya por fin un público más adulto para el rap? Un publico de ‘señores’. Pienso en el estado actual del rock, o en el ejemplo que constituye hoy día Griselda. ¿Existe el rap para mayores?
100%.
Dicho esto, ¿haces rap para mayores?
Es un poco pregunta trampa, ¿no? Acabo de cumplir cuarenta años así que supongo que sí.
Fíjate que yo no lo planteo como una cuestión de edad, sino de sonido.
Ya, pero sí que tiene sentido. Hago la música que me apetece escuchar para la persona que soy, así que supongo que sí. Yo lo asocio más con el jazz que con el rock; pero no creo que sea tanto la academización sino la legitimación de las ramas: antiguos subgéneros se convierten en géneros, o géneros que ya existían de repente son macrogéneros. En algún momento esas ramas luchaban por nutrirse, ahora coexisten y habitan. Eso es lo bello de Griselda para mí.
Claro, el statement de ellos es lo más importante.
Sí, demostrar física y visualmente que haciendo este sonido se puede llegar al billboard de Times Square. Como que el camino no es único, hay distintas carreteras para llegar.
¿Tú dirías que la afinidad entre MÉCÈN y Griselda nace de esta filosofía? Sobre todo viendo quiénes han sido los otros dos artistas que como tú con Benny, habéis sido ‘hermanados' con ellos. Me remito a Elio con Conway, Cruzzi con Westside Gunn…
Sí, obviamente. Todo eso es responsabilidad de Lex y hay que remarcarlo: la mentalidad que aplica Lex a su business es la misma. A nuestra manera, bajo nuestras reglas, pero intentando llegar a ese level. 
¿Es aspiracional?
Es el motivo por el que MÉCÈN existe. Vamos a intentar hacerlo como esos referentes, Def Jam o Bad Boy Records. No Diddy, obvio; pero hay otras muchas figuras. El aporte y el legado de Lex es ese, encaminarnos sin dejar de ser nosotros y respetando la esencia.
He intentado contabilizar tu discografía, y más allá de su extensión, no consigo categorizarla. No sé qué discos para ti son exclusivamente tuyos y cuáles no, ni cómo los divides. ¿Tú qué lógica le aplicas a esto? ¿Para ti este es tu proyecto número…?
Pues es una muy buena pregunta, ni lo he pensado. Yo al final los cuento como trabajos, que son LPs y EPs. Serían Cierra los ojos, Equilibrio, Braille, Istmo
¿Braille lo cuentas?
Sí, claro, es un disco. Con duración de EP pero un disco. 
¿Y Oceánica?
Bueno, es que una cosa son los discos que yo canto y otros donde yo produzco. Vuelvo: Cierra los ojos, Equilibrio, Braille, Istmo, El hombre hace planes, Dios se ríe, Fly Ass Music con Gese si quieres contarlo y ya este último, ¿no?
Vale, son siete. ¿Y como productor?
Ahí entrarían solo los trabajos que he hecho yo enteros, no contaría por ejemplo una colaboración con Lali. Pienso tal cual en discos de rap enteros, como el de Elio, la demo de Acqua Toffana, la mixtape y el disco, el álbum de Nethone, el de Kuma, Oceánica, Black Ops, ¿qué más? Bueno, y todo lo que está suelto.
Como los temas para Moonlight 922, por ejemplo. De ahí tienes dos discos de oro.
Sí, pero soy yo con otros seis más en el estudio. He aportado pero es lo que hablábamos antes, un trabajo colaborativo que no se siente como mío. La pura matemática me lleva a pensar que si vuelvo a colgar alguna plaquita por casa será por curros de esta índole: con Cazzu o con Lali. O algún día igual un anuncio coge una canción mía y quién sabe.
¿Estás diciendo que tienes dos discos de oro pero que no sientes que sean tus discos de oro como tal? Por cierto, ningún nombre nunca es al azar, chico (risas). 
Claro, porque no soy yo el que sale ahí. Es tan mío como de las otras seis personas que tienen esa placa en su casa. Bueno, ¡y luego están las portadas!
¿Las portadas? (risas). ¿Quieres seguir?  Por favor, claro.
Sí, discos a los que he hecho portadas. Obviamente todo lo de Ziontifik y Acqua Toffana, también de Kuma. Frikadas random que me acuerdo, tipo las letras del primer disco de Albany las hice yo, o la portada del disco de R&B de Cazzu, donde le recomendé que le metiera un recorte concreto a la foto. Yo soy el típico cabrón que fustiga a la gente para que se preocupen muy en serio de su portada.
Otro día entramos ya en tu talento para el naming, que yo creo que es lo que mejor se te da.
Sí, mejor otro día (risas).
Repasada ya la hemeroteca, ¿cómo te sientes al ver la constancia en todos esos años? ¿Qué crees que fue lo determinante para mantenerte trascendente? 
No sé. Todas las veces que me lo he planteado al final llego a lugares mentales horribles de movidas que en el fondo no tiene nada que ver con la música. 
Desarrolla, por favor.
No sé, el resumen de todo el laberinto mental es que, tío, tengo que hacer lo que me gusta hacer. Cada vez mejor y más guay, más creativo, más deep… ¡O al revés!  De repente algo superfresco, lo que me nazca.
Sí, pero no hablo de lo que tienes que hacer a futuro, sino de cómo se explica el éxito de lo que ya has hecho, de qué motivos le atribuyes tú.
Es un ejercicio muy complejo, ¿no? Tendría que ponerme a analizar cada vertiente y cada cara del prisma de lo que conforma mi movida. Es un ejercicio muy raro y complejo autoanalizarse así.
Por eso te lo pido a ti y no a otra persona. 
No sé, seguramente sea la suma de factores. Cuando creo un beat lo someto a un montón de filtros, tiene que seguir sorprendiéndome días y días después. No sé qué tan buen beatmaker me creo, pero sí que considero que tengo un buen criterio.
¿Entonces la magia es el criterio?
Esa es una de las partes. La otra, que me la planteo ahora ya con cuarenta palos, quizá sea la cantidad de frikismo. Son muchos años trabajando en esto, y aun sin tener un programa de radio ni un medio de comunicación, intento compartir mi conocimiento. Si yo meto a alguien en mi álbum no es casual, o tenemos una química que flipas o veo una magia clara en su apuesta creativa. Si igual la audiencia no conoce a un artista y yo le traigo a mi tema, el círculo de relevancia se mantiene. No digo que yo descubra a nadie, no va por ahí. ¿Por qué Dre ha sido relevante durante treinta años? Porque no se quedó currando con los mismos. 
O Timbaland.
Obviamente esto ocurre en un nivel de business y mainstream mucho mayor, ¡pero funcionó porque se basaba en la pasión! En el no dormir. Estoy seguro de que Dre podría tener un robot dándole al botón si quisiera para que todo estuviera casi automatizado, pero no lo hace. Ojalá nunca se me apague a mí esa pasión, de momento la llama está viva como nunca.
Yendo ya a lo que nos atañe, has sacado un pedazo de disco en marzo llamado Nuevos trapos. Cuando tú explicas el concepto de Istmo (2019), ese disco que retrata tus vivencias desde los veinte a los treinta. Ahora acabas de cumplir cuarenta, el paralelismo surge casi como algo tan cómico como casual. Y pensaba, ¿compartirá ese relato sobre la edad Nuevos trapos? Y creo que no.
Yo creo que tampoco.  Pero naturalmente lo debe tener. 
¿Y por qué? 
Por naturaleza, por la lógica que hablábamos antes, por lo de rap para adultos o como tú lo quieras llamar. Porque la música evoluciona. 
Pero Istmo es un disco bien maduro, en realidad, aunque sea un disco joven.
Porque yo me sentía así ya con diecisiete. Creo que no es particular. Volviendo al disco, no hay una intención de relatar nada. Sería estúpido por mi parte negar que algo de eso hay. A veces se alinean las cosas y no es voluntario, ni es el concepto del disco como estaba buscado con Istmo, pero sí puede ser. Si buscas una respuesta pensada, un por qué, no lo hay. Cada disco es lo que he sentido en ese momento, lo que más tilín me hacía. De hecho Nuevos trapos es la transformación de otra cosa, es un proyecto que muere y renace.
Siguiendo con ese paralelismo, decía, Istmo es un disco que se concibe en Madrid pero aterriza del todo en Nueva York, mientras que Nuevos trapos es exactamente lo opuesto.
Es irónico pero sí. 
¿Te habías dado cuenta?
Sí. Es que Nueva York para mí es mi tercera casa soñada, ¿sabes? No es algo pendiente porque por suerte tengo cierta relación con la ciudad, pero siempre es menos de lo que me gustaría. Sí, hay cierta magia en lo que dices. 
También Gonzalo Hergueta lleva acompañándote desde ese disco, y en este ha tomado las riendas del diseño final.
Gon lleva desde Istmo con los mandos de esto, pero yo soy yo, así que siempre meto mano. Supongo que es la gracia de currar conmigo. Ellos lo saben y creo que lo disfrutan. Gonzalo tuvo la idea de base, el sistema, y me la pasó, pero luego Edu Fabri  y yo lo llevamos a cabo. O sea, el escaneo de los objetos se hizo todo a mano en mi casa.
¡Ah, o sea, los objetos están escaneados! Mola. 
Sí, todos los objetos que aparecen son objetos reales. La tana es mi tana, las gafas son mis gafas, el North Face es mi North Face, la Opinel es mi Opinel. Pero a nivel visual, la novedad realmente es Bandiz Studio y la parte de video. Mención también a David y a Horror Vacui en esta parte.
Cuéntate eso, ¿no?
David me planteó que cada escenario del vídeo fuera un espacio importante para mí y que generase el macrocosmos de Nuevos trapos. Cuando se lo contamos a Gonzalo, nos dio una contrapropuesta: él iba a crear el microcosmos. Por eso los objetos son el microcosmos y los vídeos son el macrocosmos. Los vídeos son los espacios y las personas que a mí me han influenciado. Y la gráfica son los objetos y las cosas pequeñas que me definen. Y yo estoy en el medio. Soy el relator. Estamos en Nuevos Ministerios, donde nace el hip hop en Madrid, donde los breakers; salen ZETA, Sonia Cuevas de Zona Bruta…
Dano, en Internet he visto algunos comentarios de gente tipo “que rapee más y deje de cantar”. Es cierto que es uno de tus discos más melódicos. ¿Tú qué contestarías a esa gente, qué piensas? 
Lo primero, que todo el mundo tiene derecho a que le guste y a que no le guste algo. Lo segundo, si te digo la verdad, a mí nadie me dice eso (risas). 
No has escuchado esta crítica en tu puta vida, ¿no?
En mi puta vida (risas). Pero la respuesta es que me la suda. Yo lo hago por mí. A mí me gusta el R&B y me gusta el rap. Me gustan las barras y las armonías. Soy muy fan, por ejemplo, de un tío que se llama Phonté, se le considera bastante el referente de Drake, cuando rapea las barras son indiscutibles pero cuando canta parece otro man. Aspiro a eso. 
¿Puede ser que al tener más R&B el disco, también por la propia naturaleza del género, sea más emocional? 
No sé si hay una respuesta específica, la verdad. El tema con Duko era inicialmente para Ameri, y yo estaba presente solo como productor pero no como rapper. Me acoplé a una temática que ya existía, y de ahí intenté llevar a Lua. Creo que funcionó muy bien. 
¿Y la de Bhavi?
Esa tampoco la escribí pensando que iba a ser para un disco mío; quedamos en el estudio y surgió de la forma más pura y espontánea. Está Halpe ahí también, que es un prodigio, y nació a partir de unos stems de Young Wolf Beatz. Es curioso, porque la lógica de cómo él y yo podíamos encontrar un punto común no era esa, así que la primera opción no fue esa tampoco. Probamos beats más trap y otros más divertidos, pero la opción inicial no era esa. Fue curioso, ninguno sabíamos exactamente qué queríamos, pero sí sabíamos lo que no queríamos; no el qué, sino el qué no. Por eso, Nuevos trapos para mí refleja el sentimiento de cómo surgió el disco: mucho menos rígido, mucho menos premeditado. Pero con el contrapeso de la experiencia, el savoir-faire y la confianza en saber resolver las cosas bien
¿Qué piensas de que digan que solo tú pones a Duki seriamente a rapear? Eso sí te ha llegado.
Sí, y lo entiendo por contexto.
¿Lo crees?
Es que no sé si me corresponde creer o no creer nada.
¡Lo crees o no! 
¡Que no me corresponde creer o no creer nada! (Risas). Yo te puedo decir lo que opino.
¿Y qué opinas?
Pues yo opino que… Entiendo…
Que te cuesta decir que sí, ¿eh?
Es que yo funciono así (risas). Yo entiendo cuando se da esta sinergia, que realmente se ha dado en dos ocasiones.
Pero muy notorias.
Nunca mejor dicho. Se da la sinergia peculiar entre un enfermo como yo y un enfermo como él. Cada uno friki de cosas que, a primera vista, pueden parecer separadas, pero que luego tienen mucho en común. Creo que nos entendemos y respetamos las habilidades de cada uno, así como el lugar que ocupa cada uno, tanto en una sesión de estudio como en lo personal.
Yo sigo creyendo que tú consigues trasladarle más a tu lenguaje de lo que él te lleva al suyo.
En Santo Grial no te lo compro tanto, pero en Notorio sí que es un poco más el rollo de 'vente a mi planeta'. 
En Superdeportivos, con Ergo y Peke, creo que sueltas bastantes códigos de hip hop, tanto de rap español como americano.
Sí, Superdeportivos es por los tres amigos, que eran Kamikaze, Mucho Muchacho y Supernafamacho. 
Que te gusta a ti Mucho Mu, ¿eh?
Era el mejor, tío. A años luz de la peña.
Y el estribillo salía de otra refe, ¿no? Una americana.
Sí, es My Brother, My Ace de Smoothe Da Hustler y Trigger Tha Gambler. Cuando dice: “You’re my brother, right? No doubt, you’re getting down? No doubt”.
“Estos rappers tienen menos calle que Venecia y se les nota mazo. Son raperos si les va bien, si se pone feo dan el volantazo” (Vividor). Con lo poquito que eres tú de mojarte, ¿por qué esa frase? 
(Risas). Esto es en general, para cualquiera que le haya pasado eso y que le pique un poquito. Que lo escuche y diga, “mierda, si yo rapeaba de puta madre”. Pero no es para nadie en concreto, son muchos. No soy esa persona, yo no tiro mensajes subliminales. Pero es algo general, son cosas que le ha pasado a mucha gente.
Pues fíjate que a mí me vienen un par de nombres muy concretos (risas).
¡Mucha gente se ha rendido y no pudo más! Es normal, la vida es dura. No es una crítica, pero en la mofa de escribir, pues eso, te mofas un poco. Te ríes pero yo que sé. El que se dé por aludido, pues es para él. Na, na, na, de verdad que yo no soy así. Esto es de risas siempre. 
Cierro con esto ya. Siendo la revista que somos, que representa a esta generación crecida durante los primeros años del trap en España, creo que tenemos que repasar un poco tu videoclip de Saturno. Con los años es casi un documento histórico tuyo como A&R.
No sé si yo lo veo así, pero está claro que la escena que se generó en Barcelona en esos años era increíble, y eso es mérito de Kefta Boys. No fue queriéndolo ni nada así, pero con los años entiendo que se vea como un junte masónico del movimiento.
Lo más chocante es ver ahí a Rosalía, pero hay muchos más. ¿Me los enumeras?
Pues sí, Rosalía, también H Roto, Steve Lean, Fernando, Cecilio, Harto Sopas, DJ Swet. ¡Mi Amargo estaba ahí también!
Fuerte eso. ¿En qué zona en concreto lo grabas?
Flow Raval, todo Raval. Por el carrer d’en Robador y donde estaban las putas.
¿Cómo conectas con Steve Lean? 
Me contactó por Facebook, le pasé una a capella tipo Memphis que yo tenía grabada y él me mandó su movida tipo Chief Keef.
¿Reconoces que es tu tema más trap?
Bueno, eso lo dices tú, no yo (risas).
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