Lo podías ver en el tranvía de Santa Cruz, Cruz Cafuné ha hecho sold out en el Recinto Ferial. Es difícil imaginar una mejor forma de terminar la gira que ha acompañado la fiebre de Me muevo con Dios, esa enfermedad que logró agotar los tickets en múltiples ciudades antes de la salida del disco. Ha crecido llevando a las islas por bandera y ya nos ha dicho que pase lo que pase, vaya donde vaya, él dirá con orgullo que es canario, así lo ha defendido siempre y así lo hizo en el show. Por cierto, estuvimos allí y confirmamos que pasó lo que pasó (todos sabéis de qué hablamos).
Las piezas custom no solo están en TikTok, miraras donde miraras había una distinta. Vimos desde collages con sus álbumes hasta pantocrátors con su cara, y los más rápidos se pudieron llevar una de las unidades de merch limitadas para esa fecha. Qué pensaría de todo esto aquel chico que con diecisiete años y sin carné de conducir iba a los puntos donde se reunían los fans de la cultura hip-hop en Tenerife a rapear, sin plantearse siquiera que eso le daría de comer. Esto es historia de la música canaria, señoras y señores.
En la cola que daba la vuelta al recinto desde horas antes de la apertura de puertas y en la que hubo quien acampó la noche antes del concierto, podías escuchar acentos de distintos sitios de la península, y tanto en las calles como en los aviones con destino a Tenerife se oía hablar de Cruz Cafuné. El movimiento 922/928 ha hecho que más de trece mil personas se reúnan donde empezó todo. Cruzar un charquito no iba a suponer un problema para los cruzzilovers, que llevan años esperando una excusa como esta.
Hablemos del show. El espacio es inmenso y no tardó en llenarse de aletas de tiburón, pero antes, Dawaira salió a estrenar el escenario. Hizo la gira entera como telonero estrenando Pasapalos, y para él el cierre también tuvo un componente emocional, pues vio a su isla volcada como nunca en la movida en la que lleva tanto tiempo metido. Su fascinación no fue para menos, la sensación era de ver un público del tamaño de las grandes citas apoyando como si estuviera en una sala para cien personas.
La tensión con las luces apagadas entre las dos actuaciones terminó cuando entramos en el submarino de Turbo y escuchamos “say what? Veuve Clicquot, Veuve Clicquot”. Desde entonces nos tuvo a todos on lock. Hay pruebas gráficas tanto en su insta como en el de Mecén, saltó y cantó del primero al último. El concierto se paró varias veces para asegurarse de que estábamos todos bien, hay que ser cauto, pero cuando arrancaba la acción todos estábamos en el mismo barco.
El show está planteado por partes divididas por intensidad en las que se mezclan canciones de todos sus trabajos, dándole especial importancia a las del último disco, Me muevo con Dios. Pudimos disfrutar de tracks como Retro 11s enteros y de transiciones que nos pillaron por sorpresa como la que juntó Close friends con LUISAViAROMA, donde salió LaBlackie y todo explotó aún más. Pero es que ella no fue la única. La Pantera salió para G Wagon, Maikel Delacalle para TLC, Dawaira para Majalulo, Bejo para Rapiña y Abhir para una que está empezando a ser un clásico y hasta tiene su propia coreo (que es un poco improvisada, la verdad), Hottest young men in buziness. No querían perderse una experiencia como esta. ¿Y quién querría?
Como sabréis, esta ha sido la gira de despedida de algunas canciones, y concretamente de una que nos duele en el alma, Te enamoraste de un G. Tuvo un final especial con la aportación de Sholo Truth haciendo los coros y la parte final del tema, algo que fue una maravilla escuchar en directo. Así como también lo fue tener al saxo de Escandaloso Xpósito acompañando uno de los momentos más emotivos de la noche, cuando Cruzzi cantó Fabiola a sabiendas de que ella estaba en el público.
La elegida para cerrar fue Issey Miyake, una de las favoritas del público, que terminó con aplausos y con cientos de besos que él emocionado nos aventó. Podría haber terminado todo aquí y dejarnos con la lagrimilla, pero tras dejar sonando Me muevo con Dios (la outro del disco) dejó caer la bomba. Chicxs, es real: nuevo álbum en 2025. No sabemos qué idea tiene en la cabeza y aún no ha desvelado nada, pero ya nos tiene a todos sus creyentes dando la turra. A ver si esta vez cumple con la fecha (te queremos, Cruzzi).
Pese a esta nueva frontera que abre, no podemos dejar de ver este concierto como el fin de un ciclo. Pocas veces habíamos visto de cerca un fenómeno fan tan heavy, y lo que lo ha hecho más especial si cabe ha sido que todo iba ligado a una cultura y a un lugar, el archipiélago canario. Ahora todos sabemos un poco más de las Canarias, de su jerga y de sus particularidades gracias a él y al movimiento que se ha creado.
En el mismo concierto se tomó su tiempo para reivindicar el valor de las islas y para animar a sus habitantes a unirse y defender su tierra en contra de los intereses políticos que las ven simplemente como un atractivo turístico. En Nmout 3lik dijo “si entro en política y llego al Cabildo me van a hacer la de Cubillo, y entonces sí que me convierto en un mártir”, es decir, que moriría por la causa y no hace falta investigar mucho para saber que habla de la autodeterminación canaria. Así nos lo hizo saber desde el arranque de Moonlight 922, “lo que hice no fue por mí, por mí / fue por el 922 y por el 928”.
Ahora solo nos queda ver cómo evoluciona el come-up de la escena canaria con los Quevedo, Abhir, Juseph, La Pantera, Galindo, Daniela Garsal, Lucho RK y compañía, y esperarnos lo mejor del disco que vendrá en 2025. Debemos sentirnos orgullosos de haber visto crecer todo esto y si te acabas de enterar de la movida, súbete a la guagua, que el camino es largo y queda mucho por disfrutar.