Con K nos presenta el primer sencillo de su nuevo EP, Quemando flores, un proyecto cargado de emocionalidad que plantea incógnitas sobre la disyuntiva de crecer entre dos culturas a través de la mezcla de sonidos árabes y andalusís. El Quejío de la niña no solo es un proyecto con una sonoridad única y atrayente sino también un trabajo reflexivo y necesario que visibiliza desde la experiencia la dualidad de crecer entre dos culturas mientras te sientes insuficiente para ambas. Con K nos explica: “De hecho, creo que esa dualidad ha enriquecido totalmente quien soy, aunque creciendo sí que tuve un conflicto con mi identificación porque no me sentía de ninguna parte, no sentía que fuese lo suficiente para ninguna de las dos culturas”. Desprenderse del pasado, aceptar la pérdida, construir tu identidad mediante la diversidad… Estas son algunas de las ideas que inspiraron a la artista para crear este bonito regalo.
Para empezar, ¿cómo te presentarías a ti y a tu música para la gente que aún no te conozca?
Soy Con K, aunque me llamo Karima, tengo 20 años y soy una artista emergente malagueña crecida entre la cultura española y marroquí y mezclo sonidos de ambas dentro de lo contemporáneo, el pop y la electrónica.
Eres una artista muy polifacética: cantas, diseñas, escribes y dibujas. ¿Has ilustrado o tienes planeado ilustrar alguna de tus canciones? ¿Cómo combinas el diseño gráfico con tu carrera musical?
Lo he pensado muchas veces, de hecho, estoy presente en todos los procesos creativos que involucran los artes de los visuales y las portadas así que no descarto ilustrar alguno de los próximos proyectos, al final es algo que es intrínseco en mí y que me hace mucha ilusión. Normalmente mientras hacemos canciones ya tengo una imagen de como se ve en la realidad ese tema y antes de empezar con la música me dedicaba a hacer portadas. El diseño, desde que empecé con la música se ha quedado más apartado y me da mucha pena, pero en el EP que estamos preparando estará mucho más integrado.
He visto que algunos de tus referentes son la cantante Judeline o Dellafuente, ¿de qué forma han influido en tu trabajo? ¿Cuáles son tus principales influencias musicales?
Algo que me gusta mucho de ellos es que defienden de dónde vienen y sus raíces de forma contundente, son específicos y siguen un sonido cada uno por su parte muy guay, escucharlos más detenidamente y seguir su sonido ha hecho que no tenga miedo a hacer clara referencia a quién soy, de dónde vengo, a experimentar y a hablar desde dentro. Mis influencias principales son el pop, la electrónica y el flamenco que es algo que he escuchado siempre en casa, la música marroquí ha influenciado muchísimo en la toma de decisión de sonidos que estamos preparando para la EP, y la cultura, el lenguaje de Andalucía es algo muy presente en todo lo que hago. Tengo muy presente también todo lo que hace BRONQUIO, ¡me parece increíble!
Escribes tus propias canciones y de vez en cuando publicas tus poemas escritos en notas, ¿cómo es tu proceso creativo a la hora de escribir? ¿Cuándo empezaste a escribir tus propias canciones?
Empecé a escribir en cuarentena que es cuando realmente me interesé por la música de forma activa y no solo como oyente, tenía 17 años y sobre todo escribía en inglés porque era lo que más escuchaba en la época. Mi proceso creativo suele ser bastante orgánico, al fin y al cabo, escribir sobre situaciones o recuerdos propios es describir lo que siento de la forma más adecuada posible al tema, intento no sobre pensar cómo está escrito porque personalmente me estanca mucho y ya hace que el resto de lo escrito empiece a verlo de peor forma y cuando esto pasa acabas tirando la letra entera a la basura, aunque Manu (Kfé) me ha ayudado mucho en el proceso de mejorar a la hora de escribir. Intento ser lo más fiel que puedo a lo que siento, pero decorándolo un poquito, también me sirve de herramienta para expresar cosas que en un contexto normal no diría.
En tu nuevo EP hablas de la disyuntiva de haber crecido entre la cultura andaluza y la marroquí, ¿cómo ha condicionado tu vida esa dualidad?
A día de hoy no siento que condicione ningún ámbito de mi vida que esté bajo mi control, de hecho creo que esa dualidad ha enriquecido totalmente quien soy, aunque creciendo sí que tuve un conflicto con mi identificación porque no me sentía de ninguna parte, no sentía que fuese lo suficiente para ninguna de las dos culturas y hasta que no he madurado no he sabido ver que no tenía por qué decidirme por una, por eso hago tanto hincapié en las raíces de la personalidad de cada uno, creo que si de pequeña me hubiesen enseñado que la personalidad nace de la diversidad habría entendido muchas más cosas.
En tu trabajo podemos ver una personalidad y estilo muy marcados, ¿cómo ha influido la multiculturalidad en la construcción de tu identidad? ¿Cómo te sientes ahora?
Creo que me ha hecho ser curiosa y mucho más tolerante y sensible con lo que me rodea. Diría que la construcción de mi identidad ha sido y sigue siendo de vez en cuando un camino con enamoramientos y rechazos a muchos ámbitos, hay cosas que detesto de ambas culturas y cosas que me encantan, al principio rechazaba mucho más una cultura que otra por los apuntes negativos que tenía, hasta que aceptas que es un rasgo más de lo que hay y que las culturas avanzan, se mezclan y se transforman, por lo que he acabado picoteando de una y de otra quedándome con lo que yo sentía de cada una. Ahora mismo siento que sigo en ese viaje de auto identificación, solo que, de una forma más sana y madura, comprendo que soy muy joven y sigo formándome en todos los sentidos.
El Quejío de la niña está influenciado por la música andalusí y árabe, además de fusionar electrónica con pop, ¿qué podemos esperar de este EP, algo que nos puedas adelantar?
De este EP se pueden esperar cinco canciones que siguen una línea temporal, narran una historia y van desde la experimentación y mezcla de sonidos de Marruecos y España hasta sonidos mucho más urbanos y pop…hasta ahí puedo leer, ¡pero me muero de ganas!
En Quemando flores conversas con tu yo del pasado desde el lamento de lo que podría haber sido, ¿cómo te enfrentas a esos sentimientos? ¿El resto de las canciones también siguen esta línea narrativa?
Siempre me he enfrentado al pasado con mucha nostalgia, muchas veces podría decir que vivo en constante nostalgia y es una pena porque siento que a veces no me deja disfrutar del presente. En Quemando flores tomo la postura de hablar desde la nostalgia en un tira y afloja de dos sentimientos muy contrariados, la negación y la aceptación de la pérdida, aunque siendo sincera, esta fase acaba siendo una total aceptación, al final es algo inevitable, no puedes vivir pensando en alternativas, eres quien eres, donde lo eres y como lo eres, no puedes vivir una vida que no es tuya.
Sí, el resto de las canciones siguen este ciclo narrativo, en este caso Quemando flores es la cuarta y penúltima fase, siendo la aceptación de la perdida.
Sí, el resto de las canciones siguen este ciclo narrativo, en este caso Quemando flores es la cuarta y penúltima fase, siendo la aceptación de la perdida.
En los visualizers y la portada que creó Pedro Benítez para tu EP podemos verte sosteniendo un arco a punto de lanzar una flecha, ¿qué simboliza esta escena?
Pues portada y visualizer van de la mano porque en la portada sale el arco intacto, es una escena bastante limpia e idílica, quiere simbolizar el momento de paz antes del disparo, la mirada se dirige directamente al espectador en un aviso de atención y aquí es cuando entra el visualizer que es el arco en llamas, se refiere a que ya hemos disparado a las flores, que las flores se están quemando, para mí quemar flores quiere decir quemar todos los recuerdos que tengas, es olvidar y el arco, al ser la herramienta que hemos usado, arde también, para que desaparezca todo y no quede rastro de nada.
Tenemos muchas ganas de ver lo que tienes preparado, ¿alguna colaboración entre manos? ¿Qué proyectos tienes planeados?
Hay un par de cosillas en preparación y un poco en el aire, pero nada que pueda confirmar aún por desgracia, aunque tengo muchas ganas de hacer mil colaboraciones porque es chulísimo juntarse con más gente y probar estilos diferentes y hablar con otros artistas. Por ahora estoy muy centrada en los singles y el EP en general, planeo hacer algún proyecto extenso en algún momento y colaborar con otras personas.