En Life Is Strange, la música es más que una banda sonora; es una narradora invisible que guía cada emoción. Estas canciones me hicieron entender cómo los videojuegos pueden ser íntimos, humanos y profundamente personales.
Life Is Strange marcó una generación
Con el reciente lanzamiento de Life Is Strange: Double Exposure, es un buen momento de recordar la primera entrega de la saga. Cuando Life Is Strange salió en 2015, yo tenía catorce años y, aunque no lo sabía entonces, este juego y su música estaban a punto de marcarme para siempre. Fue la primera vez que vi cómo un videojuego podía contar historias diferentes, más íntimas, con personajes reales y emociones palpables.
Las canciones no eran solo parte del fondo: eran piezas fundamentales de la narrativa, cada una resonando con los eventos y sentimientos de los protagonistas. Desde entonces, estos temas han crecido conmigo, acompañándome en momentos importantes de mi vida y recordándome que los videojuegos pueden ser arte, conexión y refugio.
Desarrollado por Dontnod Entertainment, Life Is Strange es un juego episódico que sigue a Max Caulfield, una estudiante de fotografía que descubre que puede retroceder en el tiempo. La historia comienza con un reencuentro entre Max y su amiga de la infancia, Chloe Price, tras cinco años de separación. A medida que avanzan los cinco capítulos, enfrentan no solo un inminente desastre natural en Arcadia Bay, sino también secretos oscuros sobre las personas que las rodean. Más que una trama de ciencia ficción, el juego explora temas como la amistad, el duelo, el amor y las decisiones que definen quienes somos.
A través de artistas como Sid Matters, José González y Foals, la banda sonora se convirtió en un personaje más. En este artículo analizaré cómo cada canción encaja con los eventos del juego, qué simbolizan sus letras y cómo enriquecen la experiencia narrativa de esta inolvidable aventura.
To All of You, de Sid Matters
La primera canción que escuchamos en el juego, To All of You, suena mientras Max camina por los pasillos de Blackwell Academy con sus auriculares. Este tema establece el tono del juego, con letras que hablan de la superficialidad y los estereotipos culturales, especialmente en el contexto de la sociedad estadounidense. La crítica a la falsa perfección de Hollywood contrasta con la autenticidad de Max y Chloe, quienes enfrentan emociones y situaciones reales.
En el fondo, la canción subraya un tema central de Life Is Strange: la vida no siempre ofrece respuestas fáciles ni finales felices. La letra también refleja la imposibilidad de Max y Chloe de vivir una existencia despreocupada, ya que las circunstancias las obligan a madurar rápidamente.
Santa Monica Dream, de Angus & Julia Stone
Este tema suena en un momento cargado de nostalgia, cuando Max pone un CD en el reproductor de Chloe. La canción habla de despedidas, recuerdos y la ironía de querer aferrarse al pasado mientras se intenta avanzar. Este tema encapsula la relación de Chloe con Rachel Amber, su mejor amiga desaparecida. Chloe no puede dejar ir a Rachel, aferrándose a un ideal de ella que no encaja con la realidad. Más tarde descubrimos verdades sobre Rachel que Chloe preferiría ignorar, pero prefiere conservar los recuerdos felices que vivieron juntas.
Obstacles, de Sid Matters
El tema Obstacles aparece dos veces en el juego: primero, al final del episodio uno, durante la nevada inesperada, y luego, en el final Sacrificio Arcadia Bay. La canción aborda cómo superar los desafíos de la vida, representados como una tormenta que no se puede esquivar, solo atravesar. En el contexto del juego simboliza tanto el tornado literal que se acerca a Arcadia Bay como las dificultades emocionales que Max y Chloe enfrentan mientras maduran.
El tono melancólico de Obstacles también subraya la pérdida de la inocencia, un tema recurrente en Life Is Strange. A medida que avanza la historia, Max y Chloe dejan atrás las despreocupaciones de la adolescencia y se enfrentan a las duras realidades de la vida.
Crosses, de José González
La depresión y el apoyo mutuo son temas centrales en Crosses, que Max escucha en sus auriculares mientras viaja en autobús. Las cruces mencionadas en la letra representan las cargas y el dolor que llevamos, algo que resuena profundamente en la historia de Kate Marsh. Este personaje enfrenta bullying, agresión y una profunda crisis de fe, temas que Crosses capta con sutileza. La canción también puede interpretarse como una declaración del compromiso de Max de estar ahí para Kate, especialmente en el tenso momento de su intento de suicidio.
Local Natives, de Mount Washington
El final del episodio dos presenta Local Natives, una canción que explora los remordimientos y los fantasmas emocionales que persisten incluso cuando tratamos de enterrarlos. Este tema encaja perfectamente con los sentimientos de culpa y confusión tras el intento de suicidio de Kate. Tanto si Max logra salvarla como si no, la canción subraya la carga emocional que este evento deja en la comunidad y en los personajes.
In My Mind, de Amanda Palmer
Esta canción suena en un momento crucial del episodio cuatro, cuando Max regresa del universo alterno donde Chloe está paralizada. La canción trata sobre la tensión entre nuestras aspiraciones ideales y la realidad imperfecta. Max desea ser la mejor versión de sí misma, salvar a todos y mantener el control, pero descubre que no puede hacerlo todo. Este tema también refleja el dolor de Max al darse cuenta de que la realidad ‘perfecta’ en la que William está vivo no es lo que ella esperaba, y que cada elección tiene un coste.
Spanish Sahara, de Foals
En el final Sacrificio Chloe, Spanish Sahara transmite la devastación emocional de Max al dejar ir a Chloe para salvar Arcadia Bay. La canción, con su atmósfera melancólica, habla de traumas persistentes que nunca desaparecen del todo. Este final muestra que incluso la decisión heroica de salvar a la ciudad deja profundas cicatrices emocionales. Max ha pasado la mejor semana de su vida con Chloe, solo para perderla en el clímax de su historia.
Ya sea que prefieras las vibras nostálgicas de To All of You o la devastación de Spanish Sahara, la música de Life Is Strange demuestra cómo este medio puede unir sonido y narrativa de una manera profundamente conmovedora.