El dúo barcelonés nos invita a explorar un lugar donde la nostalgia se mezcla con el futuro en su nuevo disco, Ciutat l’Amistat. Un LP de trece temas que es una auténtica masterclass sobre pop electrónico, donde se alternan paisajes sonoros más melancólicos con otros de pura diversión. Recientemente escogidos por Jägermeister para su selecto roster de artistas, Ciutat se dio a conocer en 2023 con su debut Brandon, donde los pájaros tenían el protagonismo de una manera bastante peculiar. Hablamos ahora con los integrantes, Jordi y Guillem, sobre el proceso de creación del álbum, su unión a Jägermusic y sus planes de futuro.
En primer lugar, ¿qué tal? ¿Cómo os sentís con la publicación del disco? 
Jordi: Siempre hay cosas a mejorar pero estamos muy contentos.
Guillem: En el primer disco tienes que hacer algo nuevo, que esté guapo, pero en el segundo, como ya habíamos hecho uno del que estábamos muy orgullosos, es como, vale, tiene que ser como mínimo igual o mejor. Entonces tienes más presión. Los dos creemos que hemos hecho algo más maduro y más bonito también.
Jordi: Casi dos años haciéndolo… Tiene pros y contras lo de dilatarlo mucho porque tú evolucionas como músico, como persona que tiene impulsos nuevos. Entonces, cuando terminas, no quieres producir igual que, por ejemplo, el primer tema que hicimos, que es Eterno. Pero bueno, si pasa la prueba del tiempo es porque ha envejecido bien y no te deja ese gusto agrio del vino pasado, ¿sabes? Tiene coña que se llame Eterno justamente. Si te fijas, suena más como el primer disco.
Es vuestro segundo álbum después de Brandon, que salió a principios de 2023. ¿Habéis aprendido algo desde entonces que no queráis repetir con el próximo lanzamiento?
Guillem: He sentido en este que me ha costado más llegar al deadline porque también había más presión, teníamos fechas ya programadas que se podían mover, pero eran mentales. Para el próximo estamos diciendo de intentar dejarlo todo listo en dos semanas y plantear la estrategia de los singles y de todo ya con el disco hecho.
Jordi: Sí, para probar cosas nuevas queremos hacer el disco de otra forma, ponerte con un equipo en una casa, estudio o sitio y salir al cabo de dos semanas con todo hecho. Después se puede pulir, pero yo creo que le da un tono especial. Tienes esta aura de conexión de esos días y todo tiene un poco más de coherencia. 
Guillem: Estuvimos este finde en un sitio que nos mola mucho en La Garrotxa y hablamos con la gente a ver si podemos ir allí. Un sitio precioso con montañas, no pasa ni un coche, caballos… Igual nos sale un disco de folk o de country (risas).
Aprovecho para daros la enhorabuena por la incorporación a Jägermusic, un proyecto que celebra diez años apoyando a la música independiente. ¿Cómo os habéis sentido tras la noticia?  
Jordi: Guay. Siempre tuvimos muy buen rollo con Lolo. Yo ya había estado con Mainline.
Guillem: El primer año, me acuerdo que empezamos el disco que salió en febrero y sacamos un single que se publicó en agosto y esto se cerraba en septiembre. Hablamos con Lolo y nos dijo, bueno, esperad al año que viene. Entonces era normal también porque no teníamos nada.
Jordi: Fuimos a tocar la puerta cuando prácticamente no teníamos ni un tema. Lo hubiéramos desaprovechado. Con la orquesta, me acuerdo así como anecdótico, del bolo del Monkey Week que fue brutal. Sonó fatal pero nos lo pasamos increíble, y este año volvemos con Ciutat.
¿Por qué creéis que Jägermusic ha seleccionado vuestro proyecto concretamente?
Jordi: Yo creo que porque conocemos a Lolo (risas).
Guillem: Bueno, porque conocemos a Lolo y porque sabía que veníamos de la orquesta.
Jordi: Está muy guay, es como una lanzadera. Te dan merch, te dan bolos en sitios que están bien, etc.
El disco empieza con una intro y de repente pasa a Ciutat l’Amistat, que es prácticamente otra introducción. ¿Por qué esa disposición y esa separación entre ambas canciones? 
Guillem: La planteamos como una sola pero después dijimos, vamos a cortarla y así tenemos un tema más en el disco. En realidad, la primera es más intro y la segunda es más el experimento que grabamos en el retiro espiritual.
Jordi: Era una manera también de podernos acreditar a ese tema.
Guillem: Quedaba muy tocho también. Ahora son de casi dos minutos los dos, sino era un tema de cuatro minutos, que es un poco infumable.
Jordi: Yo creo que es guay separarlo porque son dos cosas. Es lo mismo pero son dos energías distintas.
Guillem: La idea era hacer otra canción más con el mismo tema melódico para cerrar el disco pero al final no lo hicimos.
A lo largo de vuestra discografía se puede ver cierto interés en reivindicar interludios, intros o reprises. ¿De dónde sale vuestro interés en ello? ¿Es una decisión estilística premeditada o aparecen naturalmente?
Guillem: En el primer disco, la razón de poner algunos interludios fue porque eran pocos temas. Incluimos el interludio que era un tío silbando como un pájaro y que era más guapo que algunos de los temas. En este no lo hemos hecho, teníamos ya los temas suficientes como para llamarle disco y quedarnos a gusto. 
Jordi: Solo hay el reprise de Chesterfield. En este segundo disco sí que lo impusimos un poco para marcar el check de haber hecho un reprise. Salió bastante orgánico porque Chesterfield es un tema que invita a ese beat de influencias un poco más brasileñas. Aparte, intentamos ligarlo con el sonido del pájaro que se queda.
Guillem: Pero es verdad que, como estábamos tan a tope con las canciones, no se nos ocurrieron otros interludios que seguramente podríamos haber hecho. Lo acabo de pensar ahora, pero igual poner algo tipo el primero hubiera estado bien.
Jordi: Llegamos a hacer la entrevista antes y ponemos el pájaro (risas).
En Ciutat l’Amistat se escucha a varias personas definir la amistad de forma muy diversa, pero ahora queremos saber, ¿cuál es vuestra definición?
Guillem: Pues mira, no se nos había ocurrido pensar en eso porque ya teníamos peña que lo hiciera por nosotros. Yo igual usaría alguna de las frases que dice la gente, hay algunas muy bonitas.
Jordi: Moló la que dijo Irenegarry de que es un anillo. Está guapa esta. 
Guillem: La de Teo Planell también mola, un hermoso regalo. Alguien se puso intenso y dijo la mejor forma de esperar juntos a la muerte (risas). Lo bueno es que tenemos el manuscrito de cada uno con la letra. Por ejemplo, Mario Vidal tiene una letra de colegio de pago del siglo XVIII, así en cursiva. Algún día tenemos que hacer algo con eso. Un libro o algo.
A primera vista, este álbum parece menos colaborativo que el anterior. Aún así podemos encontrarnos con Tristán! en Nadie sabe y Bernarda en Manzanilla, ¿cómo han surgido ambas? 
Jordi: Es guay que hayas puntualizado lo de que hay menos porque justamente fue una decisión. La idea era no hacer ninguna porque hemos hecho demasiadas colabos en el primer disco y creo que molaba más asentar un poco qué es la banda primero. Salió lo de Tristán! porque un día nos abrió y nos dijo que le molaba el proyecto y que le gustaría juntarse. Estábamos en Madrid de resaca porque el día anterior habíamos pinchado en Club Malasaña y fuimos al estudio.
Guillem: Le enseñamos algunos beats y teníamos el de Nadie sabe. Pensábamos que igual se va iba poco de su rollo, pero justo hablando con él ese día nos enseñó lo que estaba haciendo y vimos que teníamos referencias muy parecidas.
Jordi: A Bernat lo conocemos desde hace más tiempo y siempre habíamos dicho de hacer un tema.
Guillem: Fuimos a comer y todo el mundo se pidió gin tonics, pero nosotros tres nos pedimos una manzanilla y Miguel, que es amigo nuestro y el mánager de Bernat sugirió, ¿por qué no hacéis un tema que se llame Manzanilla? Ese día estábamos borrachísimos, pero al día siguiente, también de resaca, fuimos a casa de Jordi y lo hicimos en una tarde.
Jordi: Fue muy bonito porque llegamos todos de resaca y eso fue el mejor Ibuprofeno que te podías tomar. 
Guillem: Después otro día vino Bernat a casa, que estaba de bajón, para acabar las voces y las grabamos con él tumbado en el sofá con una mantita y una manzanilla.
Además de vosotros, Jägermusic ha incorporado a otros artistas con los que tenéis relación como Dalila, Marcelo Pantani y Teo Lucadamo. ¿Qué opináis de la selección que han hecho esta temporada?
Jordi: Todos son colegas, con todos hemos estado cenando, o sea que brutal. Antes de la llamada estábamos produciendo con Teo para el nuevo disco.
Guillem: Con Dalila he hecho un tema y con Marcelo somos amigos de siempre.
A diferencia de Brandon, este disco es más electrónico y tiene una temática más redonda, ¿para vosotros cuál es la principal diferencia entre ambos?
Guillem: Este es más maduro. Brandon es muy clubero pero más lento, y aquí ya hemos pasado directamente a pop tranquilo, aunque hemos puesto temas de house. 
Jordi: A nivel conceptual, pienso que es algo más serio, más maduro, aunque siempre intentamos meterle un poco de humor a las cosas. Musicalmente es bastante luminoso en contraste con el concepto de la secta, que es más oscuro. Aquí ha habido más curro de pensar qué vamos a hacer, pero hay cosas que se quedan del primero, por ejemplo, el sample de pájaros que en bastantes temas hemos mantenido.
El concepto global de Ciutat l’Amistat puede entenderse como una oda a la amistad tras una ruptura a simple escucha, pero si vemos el vídeo documental, adquiere un significado completamente distinto relacionado con una secta. ¿Cómo habéis hilado las dos ideas? ¿Cuál es el concepto principal para vosotros?
Guillem: La secta es una metáfora, pero vas bien porque hay algo de ruptura. También queríamos hablar de la amistad, que está idealizada. Se habla de la cara B del amor pero no tanto de la cara B de la amistad, del lado oscuro. Se nos ocurrió lo de la secta porque es algo aparentemente feliz, pero si miras por debajo hay puñaladas, gente que se aprovecha de otros, manipulaciones, etc. Es un tema muy bonito para poner en un disco.
¿Cuál ha sido la primera canción en ser compuesta para este proyecto? ¿Y cuál creéis que ha sido la que marcó un punto de inflexión para darle forma?
Jordi: La primera fue Eterno, pero era un descarte del anterior disco. Chesterfield sí que fue con la que dijimos, venga, vamos a hacer un nuevo paso. De hecho, con la portada queremos contar esto. Primero de todo, emular el paquete de Chesterfield, pero hicimos la diagonal en medio para explicar que venía una nueva etapa.
Guillem: En general, hemos hecho mucha parafernalia en el primer disco, en los conciertos también, y ahora queremos ser más simples.
Jordi: Aunque no vamos a dejar de hacer lo que hacemos, no queremos que solo se nos identifique por la música, sino que también sea una experiencia.
El álbum tiene momentos más electrónicos como Una vez más o Todo pasa, que me recuerda al grupo Air; de pseudocumbia como Chesterfield, o de R&B como Justo al otro lado, ¿cuáles han sido las influencias para este trabajo?
Jordi: Has pillado la referencia. Es que es completamente el tema Run de Air.
Guillem: No solo hemos cogido eso de referencia, hay más cosas en el primer disco ya. Bueno, de hecho, el vocoder que usamos es un pedal de guitarra que se puede usar para voces y lo utilizaba Daft Punk, pero también Air.
Jordi: Las influencias son, claramente, Air. Eels, muchísimo. Manu Chao con el disco Clandestino. Ryūichi Sakamoto.
Guim: Big Thief, Daft Punk…
Jordi: De hecho, hay un tema en el que hemos puesto un guiño al tema Digital Love. El otro día alguien nos lo comentó y me hizo feliz porque hay gente que lo ha pillado. 
Guillem: No nos da vergüenza decir que tenemos referencias porque tenemos muchas. 
¿Hay algún género musical con el que os gustaría experimentar en futuras ocasiones?
Guillem: Hay uno que con Chesterfield empezamos a hacer una incursión tímida, pero no acabamos de ir a fondo, es el reggae. Cuando éramos pequeños, en paralelo y sin conocernos, teníamos bandas de ska. Aquí en Catalunya está muy de moda. De hecho, hablamos de hacer un disco de reggae así de repente, aunque más raro.
La identidad visual de Ciutat es uno de los puntos fuertes del proyecto. ¿Esa estética cuidadísima en redes sociales, portadas, videoclips y directos es algo a lo que le soléis dar muchas vueltas u os sale natural?
Guillem: Sí, está muy pensado.
Jordi: Tengo que decir que, evidentemente, es pensado, pero nos sale bastante orgánico y no le damos muchas vueltas. Aunque para ir ahí hemos tenido que hacer bastantes reuniones, darle vueltas para que salga mejor, etc. Ha habido curro. 
Guillem: Y, por ejemplo, en este último disco queríamos hablar de la amistad, más o menos teníamos el tema claro, pero no dimos con la secta hasta al cabo de un tiempo. Diego, que es el que nos ha hecho la portada del disco, nos empezó a enseñar propuestas de diseño y vimos que tenía un rollo de secta que flipas, así que decidimos montar una. O sea, fue casi casual.
Para este álbum habéis escogido una gama cromática en la que predominan el blanco, el negro y el gris, ¿por qué esa elección?
Guillem: Total, sí, queríamos hacer algo más simple en el directo, en la estética. Incluso la paleta de sonidos queríamos que fuera más minimal.
Jordi: La idea era intentar reprimirnos y no poner mil cohetes en los temas, que fuera más esquelético. Igual que la paleta de colores, que la de sonidos fuera también simple. 
¿Cuáles son los planes de Ciutat para finalizar este 2024 y empezar 2025?
Guillem: Tenemos una gira buena que nos están montando. Vamos a Málaga, Murcia, Granada, Sevilla, Madrid, Barcelona… Queremos rodar bastante y esperamos que nos salgan algunos bolos guapos para el verano también. Este año será más de tocar y en verano de 2025 hacer lo que hemos dicho de ir a una casa y terminar el disco en una semana. Creo que los dos disfrutamos más de la composición, de la producción, pero bueno, también es divertido.
Jordi: Lo bonito también es que en directo tenemos a Xavi como bajista y Aleix, que es mi primo, como teclista, y tenemos muy buen rollo. Xavi es casi de la banda, de hecho, hemos compuesto temas con él. Al ir con ellos es muy divertido siempre, nosotros solos sería mucho más aburrido.
Por último, nos gustaría saber qué tenéis en bucle últimamente y qué pregunta le harías a ese artista o banda que estás escuchando.
Jordi: Owner of a Lonely Heart de Yes.
Guillem: Estuve escuchando ayer y antes de ayer a Beck y creo que tiene muchas cosas que son muy Ciutat como los breaks. En realidad, del último año, nuestro artista favorito de los dos ha sido Mk.gee. 
Jordi: A él le preguntaría un montón de cosas. Muchísimas. 
Guillem: Pero más de frikis, de cómo consigues este sonido, cuál es la configuración de la mesa que usas de cassette para que suene así, etc. Y a Beck le preguntaría por las letras.
Ciutat-ACERO-Jager.jpg