Algunos juegos no solo se juegan: se viven. Como una novela bajo el sol o una excursión sin rumbo, son historias que se despliegan a su ritmo, con el tiempo que solo el verano parece conceder. En un mundo hiperconectado, donde cada segundo debe ser productivo, jugar se convierte en una forma de descanso, de evasión, de exploración interior.
Estos cinco juegos no solo están rebajados y son fácilmente accesibles (en Steam, consolas o incluso móviles), sino que también son clásicos modernos que han envejecido bien. Juegos que, más allá de su precio, ofrecen mundos abiertos, relatos íntimos o tácticas pausadas donde perderse durante días, como en unas vacaciones sin fin.
Y este verano, con el calor apretando y las vacaciones a la vuelta de la esquina, aquí van cinco títulos que merecen ese tiempo lento.
The Witcher 3: Wild Hunt
Lanzado en 2015 por el estudio polaco CD Projekt Red, The Witcher 3 es un juego de rol y acción que pone al jugador en la piel de Geralt de Rivia, un cazador de monstruos solitario en busca de su hija adoptiva. Con un mundo abierto vasto y lleno de historias ramificadas, decisiones morales y criaturas sobrenaturales, es uno de los títulos más aclamados de la historia reciente.
Pocas experiencias abiertas han envejecido tan bien. Mientras The Witcher 4 avanza en desarrollo, la tercera entrega sigue siendo el referente del RPG moderno. ¿Por qué? Porque su mundo no solo es enorme, sino que respira. Puedes pasarte el verano entero recorriendo los campos de Velen, navegando por Skellige o perdiéndote en las calles de Novigrado sin agotar jamás las sorpresas. Su narrativa densa y madura es perfecta para sumergirse sin prisa, y con sus rebajas constantes, es casi un regalo.
Más que un juego, The Witcher 3 es una segunda vida. Y si no has probado aún sus expansiones, Hearts of Stone y Blood and Wine, este es el momento: una escapada veraniega a Toussaint vale más que muchos viajes reales.
Life Is Strange
Desarrollado por Dontnod Entertainment y publicado por Square Enix en 2015, Life Is Strange es una aventura narrativa episódica centrada en Max Caulfield, una estudiante de fotografía con la habilidad de rebobinar el tiempo. A través de elecciones y consecuencias, el juego aborda temas como la amistad, la identidad, la pérdida y la nostalgia adolescente.
Hay juegos que se sienten como una película indie. Life Is Strange es exactamente eso: un verano de emociones suaves, amistades intensas y decisiones que parecen banales… hasta que no lo son. Jugarlo es como ver The Perks of Being a Wallflower o escuchar por primera vez a Daughter en un coche con las ventanas abiertas.
Ambientado en una universidad costera de Oregon, es perfecto para esos días de luz dorada en los que no sabes qué hacer. Te descubrirá canciones que te acompañarán todo el verano, y si te engancha, tienes toda la saga por delante. Porque el verano también es eso: descubrir algo que te toca y no querer soltarlo.
Firewatch
Lanzado en 2016 por el estudio independiente Campo Santo, Firewatch es un juego de exploración narrativa en primera persona. El jugador encarna a Henry, un hombre que acepta un trabajo como vigilante de incendios en un bosque de Wyoming. Su único contacto humano es Delilah, su supervisora, con quien se comunica por radio mientras desentrañan un misterio en medio del aislamiento.
Imagínate esto: Wyoming, 1989. Una torre de vigilancia forestal en mitad de la nada. Silencio, árboles y el crujido de tus propias pisadas. Eso es Firewatch. Un juego corto, bello, que se juega en dos tardes, pero que se queda contigo semanas. No hay enemigos, solo la naturaleza, un walkie-talkie y una historia que se desvela como las brasas de una hoguera.
Jugarlo es como pasar unos días en una casa rural desconectada, redescubriendo el mundo exterior. Sus gráficos estilizados y su atmósfera melancólica lo convierten en uno de los títulos más sugerentes para una escapada digital. Una experiencia para respirar hondo y recordar que, a veces, lo mejor que puede pasarte es perderte.
Assassin’s Creed IV: Black Flag
Publicado por Ubisoft en 2013, Black Flag es una entrega de mundo abierto ambientada en el Caribe del siglo XVIII. El jugador encarna a Edward Kenway, un pirata que se mueve entre el caos político, las luchas entre asesinos y templarios, y su propia búsqueda de riqueza y libertad. Su mezcla de navegación naval, exploración de islas tropicales y combate lo convirtió en uno de los favoritos de la saga.
Olvídate de los mapas turísticos. Este verano, zarpa desde La Habana, surca las aguas del Caribe, embiste navíos enemigos y bebe con desconocidos en los callejones de Nassau. Black Flag no es solo un juego: es la fantasía pirata definitiva. Su mundo abierto marítimo es aún hoy insuperable, y con un remake en camino, no hay mejor momento para redescubrirlo.
El sonido del viento en las velas, las tormentas repentinas, los himnos de tu tripulación… todo en este juego huele a aventura veraniega. Si lo tuyo es la acción con un toque romántico, este será tu crucero ideal.
Manor Lords
Pero no todos buscan adrenalina. Hay quienes en verano prefieren la pausa, la construcción, la sensación de ver algo crecer. Manor Lords es un juego de estrategia y gestión medieval desarrollado por el estudio Slavic Magic y lanzado en acceso anticipado en 2024. El jugador asume el papel de un señor feudal que construye su aldea, gestiona recursos y defiende su territorio. Su ritmo pausado, realismo histórico y libertad creativa lo han convertido en un fenómeno entre los amantes de la estrategia.
Tu misión: levantar un asentamiento medieval desde cero. Planificar campos, organizar mercados, resistir inviernos. Un juego pausado, elegante y casi meditativo. El equivalente lúdico a cuidar un huerto. Porque también hay belleza en la lentitud. Y si hay un momento para la lentitud, es el verano.
Jugar también es viajar
El verano es una promesa de tiempo. De mirar menos el reloj. De volver a tocar cosas que habías olvidado. Estos cinco juegos no solo entretienen: ofrecen experiencias completas, mundos que puedes habitar durante días o semanas. Y aunque no sustituyen al mar o a las montañas, sí pueden ofrecerte algo igual de valioso: la sensación de estar viviendo algo que merecía la pena. Porque, a veces, el mejor viaje es el que empieza con solo pulsar ‘Jugar’.