La Mafia existe, en sus filas militan unos chavales navarros que se conocieron en un sound system y acabaron poniendo el panorama musical patas arribas. Todos ellos forman parte de este colectivo de cantantes, productores, DJs, MCs, diseñadores y grafiteros. Sí, son muchos y siempre van a pachas porque más que un colectivo, la Chill Mafia es una cuadrilla. ¿Techno pop folklórico? ¿Reggae? ¿Punk? ¿Trap? Estos chicos son todo en uno, como si hubiesen mezclado en una coctelera todas sus influencias para regalarnos ese calimocho en medio de una fiesta que tan bien nos sienta.
Entrevista extraída de ACERO vol. 4, publicada en mayo de 2023. Hazte con tu copia aquí.
Mezclando chándal con la txapela y el euskera con el castellano, adornando las barras con autotune y la dosis perfecta de polémica, les conocimos por su versión Gizon arruntaren koplak de Xabier Lete; después vino el álbum Ezorregatik x Berpizkundea y el resto ya es historia. Dos años después han cerrado una gira que no solo los ha movido por Euskal Herria, también por los recovecos más dispares de toda la geografía española. No acaban de creerse el apoyo incondicional de sus fans, ni la ayuda que reciben gracias a sus stories pidiendo desde transporte a una Play 3. Pero es que cuando eres auténtico, eso se transmite más allá de la música. Mis esfuerzos para mantenerme seria durante esta entrevista fueron más bien en vano. Nos reunimos con siete de ellos, Kiliki Frexko, Suneo, Tuli Pank (también conocido como Martín u Osvaldo), Irene, Sara Goxua, Flako Fonki y Ben Yart. Ahí vamos.
Colectivo artístico, grupo de colegas, ¿cómo definiríais a Chill Mafia? 
Kiliki Frescko: Cuadrilla.
Ben Yart: Pon que es algo circunstancial, para cambiar un poco.
Flako Fonki: Si no hubiese pasta de por medio no nos llevaríamos.
Ben Yart: Como una de esas bandas de pop prefabricadas.
Tuli: Pero en vez del guapo que canta bien somos los tíos con más TDAH de toda España.
Kiliki Frescko: Somos como una banda de K-pop pero subvencionada por el gobierno vasco, somos una campaña política.
¿Cómo os conocisteis? 
Sara: De fiesta.
Tuli: En un sound system, borrachos.
¿Cuál fue el momento en que nació Chill Mafia como colectivo? 
Irene: Chill Mafia es el nombre de la cuadrilla como tal y nos juntamos porque éramos unos liados.
Suneo: Nos juntamos peña que hacíamos algo, uno hacía música, el otro diseñaba y así. Y nació la Chill Mafia.
¿Y en qué momento surgió la idea de sacar música?
Kiliki: Sin más, no había idea, era solo praxis, la idea vino después. 
Iba a preguntaros cómo os definís musicalmente, pero creo que no es buena idea. 
Kiliki: Es que es muy jodido, esa es muy difícil.
Ben Yart: Eso se definirá después, hoy no. El tiempo lo dirá.  
Vamos a intentarlo de otra forma. Personalmente, ¿cómo os definirías?
Sara: Como grupo, amigos y ya está.
Tuli: A mí personalmente me gusta mucho la bachata, pero creo que no me define.
Suneo: Yo creo que soy algo majo, pero poco más.
Flako: Como grupo TDAH.
Sara: Pero no tiene nada de malo, todos tenemos un poco de TDAH.
Ben Yart: La T word.
Kiliki: Es la normalización más faltada que he escuchado en mi vida. 
Algunos de vosotros tenéis pseudónimos en esto de la música, ¿de dónde vienen esos nombres?
Sara: Me lo pusieron estos, en verdad. A mí Gouxa me suena a chino, no tengo nada más que decir.
Tuli: El mío me lo puse yo, me lo tuve que inventar para el disco para no poner mi nombre.
Kiliki: El mío es porque soy cabezón, Kilikis son como cabezudos que van pegando a los niños en fiestas. No pegan a hostias, pero fuera de contexto contarlo así está guapo.
Suneo: Yo paso a la siguiente pregunta, me da grima contarlo.
Ben Yart: Kiliki y yo nos llamamos igual, entonces a mí me llaman Benito por logística porque dos Beñat es mucho jaleo para nosotros. 
Teniendo en cuenta que sois un grupo de colegas que hacen cosas, representáis eso a la perfección en vuestros directos, con el sofá y esa sensación como de crackhouse… ¿Cómo surgió esa idea de directo? 
Suneo: ¿Te dio esta impresión? Lo de la crackhouse me ha dolido.
Flako: Estamos aquí todo el mundo pensándolo ahora y crackhouse está bien definido.
Tuli: Al principio nos sentábamos en la mesa, yo no quería estar de pie, básicamente.
Flako: En un concierto aquí, en Madrid, había un sofá y lo cogimos porque quedaba muy del rollo de bajeras, que es lo que somos.
Kiliki: Y el sofá lo robamos de la oficina de Last Tour.
Sara: A ver, no lo robamos, nos lo regalaron. Nos lo sacaron del almacén y ahí está, sobreviviendo hasta ahora.
Recuerdo veros en el concierto de Primavera a la Ciutat que disteis el verano pasado en Barcelona, y una cosa que recuerdo muy bien es que la gente estaba muy loca en el concierto. Al fin y al cabo, solo tenéis un álbum pero una fanbase bastante sólida ya. Cuando sacasteis el primer tema, sin tener idea de nada, ¿esperabais la repercusión que habéis tenido? 
Kiliki: Ni de coña.
Flako: Nosotros pensábamos que íbamos a ser un poco los tocapelotas de Euskal Herria y ya está.
Justo a principio de año cerrasteis la gira que os ha mantenido en los escenarios desde que salió vuestro disco en 2021 ¿cómo os veis respecto al inicio? 
Kiliki: Vamos más relajados que cuando empezamos la gira.
Flako: Los últimos cinco conciertos han sido una pasada, hemos mejorado un montón.
Kiliki: Porque ya no hay más conciertos que si no…
ChillMafia-18.jpg
De izquierda a derecha y de arriba a abajo: Flako lleva chaqueta LACOSTE, pantalón TOMMY HILFIGER, mini bolso DIESEL; Kiliki lleva camisa LACOSTE, pantalón TOMMY HILFIGER; Sara lleva full look DIESEL, collar UNODE50; Irene lleva vestido DIESEL, collar REPARTO STUDIO; Suneo lleva polo y pantalón LACOSTE, zapatillas VICTORIA; Martín lleva pantaIón LACOSTE, zapatos CAMPER, gorro BIMBA Y LOLA, gafas DIESEL, chaqueta del artista; Ben Yart lleva full look LACOSTE, gafas DIESEL, zapatos CAMPER.
En más de una ocasión habéis hablado del intercambio de ideas entre vosotros y esos préstamos, copias o robos directamente, ¿cómo es vuestro proceso creativo? ¿O no lo hay?
Kiliki: A ver, alguno habrá.
Flako: Fumar porros.
Ben Yart: Si conseguimos que haya entusiasmo sale un tema. Con un mínimo de dos personas y un máximo, pues no hay.
Vuestras letras muestran una corriente política y una ideología muy concretas, pero luego os escucha gente que lo mismo no están ahí, que no comparten 100% vuestros valores; el otro día, por ejemplo, Irene comentaba esto en stories. ¿Cómo lleváis que vuestra música sea compartida y escuchada por gente que no os representa? 
Irene: Sí, vaya forma más mala de despertarse.
Kiliki: A mí me la suda porque tampoco puedes controlarlo.
Tuli: El dinero al final es dinero y la música es para todos; lo mismo dejan de ser tan imbéciles.
Sara: También tienes la libertad de decir, deja mi música, no la ensucies… Pero, al final, nosotros también escuchamos artistas con los que no estamos de acuerdo 100%, sino porque nos gusta su música.
Si hablamos de vuestros valores y vuestra manera de actuar, yo diría que sois bastante punks. Pero, claro, el concepto de eso ha cambiado con el tiempo, ¿qué es ser punk hoy en día? 
Flako: Responda lo que responda va a estar mal.
Kiliki: El concepto punk hay que quitarlo, buscar otra cosa.
Ben Yart: Es un concepto que solo sacamos a relucir cuando hemos hecho algo mal y nos tenemos que justificar, pero ir de punk de entrada es algo que nos da mucha grima.
Sara: Preferimos que nos etiquete el resto en estas definiciones, porque nosotros no actuamos basándonos en que queramos ser algo, sino que lo va definiendo la gente.
Kiliki: Si no me sé definir ni a mí, voy a saber definir lo que es el punk.
Ben Yart: Básicamente, tenemos el privilegio de que no nos hace falta definirnos.
Os disteis a conocer, con el consiguiente hype, por una versión de Gizon Arruntaren Koplak de Xabier Lete. De hecho, a veces habéis descrito vuestra música como “techno pop folklórico”, más allá de la guerra idiomática, ¿por qué diríais que es importante preservar ese folklore? 
Tuli: Porque nos gusta.
Flako: Es que no es importante a nivel global, para nosotros es importante porque nos gusta, y cuanto más se mantenga más vamos a escuchar esa música.
Sara: Es más conectar con lo que te rodea.
Ben Yart: Son códigos que nos dicen algo porque hemos conectado con ellos.
Tuli: También te ves reflejado porque es lo que hay, pero no es algo de raíces que hay que preservar, es muy fácil empatizar con esa música al final.
Ben Yart: No somos tan buenos.
Ya no solo vosotros, sino con TikTok, por ejemplo, se están poniendo muy de moda los remix de canciones tradicionales, ¿creéis que es una buena forma de modernizar esas canciones identitarias? 
Ben Yart: Hay sonidos que son un invento de ahora, antes no los tenías; ahora que los tienes, lo pones. Si es que la música clásica hasta estaría más guapa con un bombo, una canción de Beethoven que sonase así con un pum, pum, pum. Es que funciona.
Flako: La música folklórica es súper aburrida, es peña tirando coplas durante cinco minutos y, claro, ¿cómo convences a alguien de que esa música está guapa de esta forma? Si le pones ritmos más movedizos la gente ya se lo toma distinto.  
Ya no solo reivindicáis eso, sino también el orgullo de clase, personalmente creo que ser ‘pobre’ me ha dado unas herramientas que quizás gente que lo tiene más fácil no las tiene; sin embargo, muchas veces esa pobreza acaba romantizándose. ¿Cómo llegáis a dotar ese orgullo de la suficiente realidad para no romanizarlo? 
Kiliki: A mí tampoco me parece muy difícil si vienes de eso.
Suneo: Simplemente hacemos nuestra música, y no creemos que se deba romantizar nada sino ser lo más puro posible.
Kiliki: Es eso, no creo que nadie a quien de verdad le haya costado llegar a fin de mes te va a romantizar nada. Sí que te va a hablar de eso con orgullo porque tampoco te queda mucho más.  
Distinguís mucho entre ser barriobajero y de un barrio de bajeras, ¿existe diferencia? ¿Cuál es para vosotros?
Ben Yart: Que no eres un impresentable. A ver, es que tampoco está muy pensado. Justo da la casualidad de que con dos palabras formas la otra, entonces te tiras ahí una frase y queda guapo. Encima es una manera de ir a la contra también. A la vez es un homenaje a María Rispa y su primera canción que se pasaba diciendo barriobajera.
Kiliki: María Rispa es la mejor.
Ben Yart: Se ha echado un novio esclavo y ha aprendido a ser dominatrix y está en eso, en un momentazo.  
En más de un tema cantáis, “solo uno de doce sale bueno, en verdad”. ¿Quién de vosotros es el bueno?
Kiliki: Todos.
Ben Yart: Si se lo preguntas a nuestras vecinas, todos. Te van a decir algo bueno de cada uno seguro. Y nuestras madres también.
Kiliki: No sé, es que cuando no tienes pasta se la lías a más de uno y entonces te sientes mal, porque eres bueno, claro. También se trata de ser un poco funcional.
Sara: No pegarle a la mamá, por favor.
En 31014, casualmente el código postal de La Rocha, denunciáis la gentrificación de vuestros barrios en versos como estos: “Cuando era txiki en mi barrio lo haundis llevaban / Un coco en la mano y en la otra una pocheta / Pero ahora el coco ya no está / Y a los chavales no les culpo de na”. Es un tema recurrente en otras muchas canciones, siento que muchas veces apeláis a la emoción por ahí más que de cualquier otro modo, ¿cuál es la importancia que dais a los barrios o a esa cultura familiar de comunidad? 
Kiliki: La gentrificación como tal aún no ha llegado a mi barrio, los cocos son cócteles molotov. Era más por el rollo de que cuando éramos pequeños se liaba un montón. De hecho, esto lo estaba hablando con mi compi de piso el otro día: está todo súper caro y no se está liando de la hostia. Y es que prácticamente todos los que venimos de Iruña un poco acelerados hemos pasado por comisaría. Pero los chavales ahora están en otra cosa, y los entiendo: hoy en día te pones a quemar algo y te meten al talego.
Tratando este tema, vuestro orgullo de barrio os distingue, ¿qué es vuestro barrio para vosotros?
Sara: Todo, tú tienes tu familia de sangre y la que tú eliges. Cuando eliges bien esa familia es tener tranquilidad en el día a día.
Kiliki: Una comunidad de vecinos como la de Aquí no hay quien viva es un apoyo del copón, al final te apoyas en tus vecinos y eso marca quieras o no tu identidad. 
Y eso de apoyarse en los colegas, ¿no lo lleváis demasiado lejos? Lo digo por esos stories que a veces subís pidiendo drogas… ¿Os funciona de verdad o solo lo colgáis para hacer la broma?
Kiliki: Lo de las drogas fliparías, tendríamos que vigilar a la hora de pedirlas, decirlo más en clave porque luego Instagram te mete shadowban. No sé si estamos baneados aún, pero lo estuvimos mucho tiempo, ni aparecíamos.
Ben Yart: Yo creo que estaban probando lo del shadowban, porque todo el mundo lo estaba.
Kiliki: Pero fliparías, la gente es muy maja. Vas a algún sitio y si hay algún chaval que te sigue y al que le caes bien ya te trata como parte de sus colegas.
Suneo: Sí hemos pedido hasta una Play 3 para el Blackout zombies.
Sara: Al final es lo que les llega de nosotros, a la gente les hace gracia y ya automáticamente les sale contestar.
¿Tenéis alguna anécdota divertida, legal por favor (risas), que podáis compartirnos?
Kiliki: Esa pregunta es jodida, porque legales… No sé, las anécdotas te vienen cuando estás de palique normalmente. Pero vamos a pensar un poco.
Sara: A ver, alguna habrá legal pero ahora…
Suneo: Pues, por ejemplo, cuando fuimos a tocar una vez a un pueblo catalán, del que no diremos el nombre, y no nos acordábamos del código del hostal e íbamos todos pedísimos. Tengo una imagen de ese día en la que Ben Yart estaba intentando subirse por el balcón para entrar al cuarto, a las cinco de la mañana, con una camiseta de la guardia civil y unas Crocs.
Kiliki: Al final no me acuerdo quién fue, que no podía entrar desde el balcón, y entramos rollo okupa pegando un patadón a la puerta. 
ChillMafia-17.jpg
Hablando de pueblos catalanes, ¿qué pasó en el concierto de Reus, y todo el tema de F**ck Reus? ¿Cómo surge esa broma?
Tuli: Eso fue un día que estaba nevando un montón y no nos apetecía ir a nadie, y Kiliki, que es el más vago de todos, subió una historia diciendo F**ck Reus y se hizo un meme del copón.
Kiliki: El bolo fue bien, pero dijimos que solo habíamos vendido dos entradas para decir que no íbamos, que luego lo miras en perspectiva y como marketing es un poco regular.
Sara: Lo hemos hecho un par de veces, lo de decir que no vamos por pereza, pero no hemos faltado ni a un bolo, ya lo hacemos más por el meme interno.
Kiliki: Más de una vez nos hemos presentado a las siete de la mañana bromeando sobre que teníamos covid después de una noche de fiesta para no ir a tocar a un bolo.
Tuli: También muchas veces repito cosas random, como lo de f***ck Reus, entonces se les pega mi tontería.  
Si en algo sois expertos es en sembrar polémica. Hoy en día, ¿cuál diríais que es la importancia que tiene decir cosas políticamente incorrectas? 
Kiliki: A ver, la peña que se define como políticamente incorrecta, la verdad es que me da grima.
Ben Yart: Es que para mí es correcto. De lo contrario, no lo digo. No quiero joderte por joder.
Sara: Polémicas, la verdad, últimamente pocas, queremos estar chill. Lo que ocurre es que somos un poco bocachanclas y pasa lo que pasa. 
Creo que la polémica más gorda fue cuando os llevaron a la Audiencia Nacional por apología al terrorismo, ¿cómo acabó todo eso? 
Ben Yart: No ha acabado aún. Irene: Yo dije que no dijesen nada, pero nadie me hizo caso. Yo hice la barra en plan divertido, como la canción de Siete balas.
Kiliki: Es que en verdad no hay polémica porque esa misma rima la tiene Yung Beef y cuando salió nadie dijo nada.
Sara: Ya, pero como somos vascos…
Hablando de BARKHATU, le tiráis a Amaia, pero compartís barrio, de hecho a ella le encantaría una colaboración con vosotros.
Kiliki: Sí, Amaia es colega, es muy maja.
Ben Yart: De hecho cambiamos la barra, pero ella nos pidió que volviéramos a decirla normal.
Sara: Amaia es muy divertida, es muy fiera.
Hay otras canciones como Ay k emoción o Doraimon que rozan lo absurdo en la letra, ¿hay que reivindicar lo absurdo?
Sara: Es que la gente se toma las cosas demasiado en serio, es para decir que en verdad nada importa tanto como la gente cree.
Tuli: Estábamos de mañaneo y salió del tirón, la hicimos para divertirnos básicamente, y esto también está guapo porque salen las cosas sin filtrar y más frescas.
Para absurdo los tweets de Ben Yart. Qué diríais: ¿loco o genio? 
Ben Yart: No, no, no, yo garabateo. O sea, si cogieran tu cuaderno cuando garabateabas en el cole te dirían loca. Yo en Twitter hago eso, comento cosas que me hacen gracia, escribo a mi manera, estúpidamente, como si fuera mi diario. 
Un momento icónico que fue una bomba en redes fue la foto de toda la Chill Mafia con Amaral ¿Qué hay detrás de esa fotografía?
Sara: Estuvo muy guay, porque yo empecé con la tontería de buah, Amaral está aquí, Amaral no sé qué… Y luego, estábamos todos en el camerino, de repente apareció, y salimos todos como locos en plan, que está aquí, Amaral está aquí.
Tuli: Yo estaba ahí con ella grabando un vídeo para un amigo mío y de repente veo a todos estos corriendo.
Ben Yart: Hicimos la del coche payaso, como quince personas a ver si nos podíamos meter en la foto.
¿Llegasteis a los 23.000.001 comentarios para sacar la tape? 
Ben Yart: Sí, pero los borramos (risas). 
¿Os lo pasáis bien girando con tanta gente?
Kiliki: Da juego, la verdad.
Sara: Es como estar de campamento todos los días, despertarse y decir, a ver quién hace la personajada hoy.
En vuestro álbum Ezorregatik x Berpizkundea mezcláis música tradicional de Euskal Herria con la magia del autotune y con canciones como Papi, más cercanas a géneros como el trap y el rap, siempre con ese tinte de electrónica, ¿cómo surge este disco? 
Suneo: Es un mix de penas individuales sueltas.
Kiliki: Acabamos con diez temas y dijimos, pues estos son los mejores, y los juntamos.
Hablando de esos temas individuales, debéis tener un montón de temas que no han salido y que nunca lo harán, ¿cómo filtráis lo que vais a sacar? 
Ben Yart: Es el entusiasmo del tema, si llega, llega; si no, no pasa nada. Nunca descartamos esos temas que están acabados, no estamos para eso. Es más si los terminas o no. Al final, no terminar los temas acaba siendo bueno porque generas un idioma propio y te vas conociendo más musicalmente.  
De hecho, el título es toda una declaración de intenciones donde hacéis referencia a la resurrección de una escena musical que encontráis previsible.  
Kiliki: Queríamos poner dos títulos, entonces lo separamos.
Ben Yart: Estábamos con eso y nos flipamos un poco con la resurrección, porque pensábamos que hacía tiempo que no salía de la escena nada fresco como lo que habíamos hecho. 
¿Creéis que ha habido un antes y un después en los últimos dos años? 
Kiliki: Esto no podemos analizarlo aún, lo va a decidir el tiempo. A mí me gusta pensar que sí, pero hasta que no salgan unos hijos nuestros, por así decirlo, no podemos afirmar nada.
Sara: El otro día me vino un chaval a decirme que él toda la vida había hecho punk y que gracias a nosotros quería hacer cumbia. Pero no creo que sea todo gracias a nosotros, sino que es un cambio que ya se estaba dando y nosotros lo aprovechamos.
Suneo: Básicamente, nosotros simplemente queríamos reflejar lo que estaba pasando, no inventamos nada.  
Esto lo habéis comentado en más de una ocasión y es algo que cuando era más jovencita a mí también me pasó, hay zonas como la vuestra que en las fiestas o te comes un tipo de música tipo ska, reggae, punk o no sales de fiesta. En vuestro caso, ¿cómo ha afectado eso a vuestro estilo? 
Kiliki: Pues bastante, imagino.
Tuli: A mí me gustaba, pero sí que es verdad que al final me aburría en los barrios de Iruña porque siempre ponían la misma música. De hecho nos conocimos en un Sound System un poco por eso, por no ir a los bares de siempre.
Kiliki: Mira si estábamos aburridos que nos íbamos a escuchar música con los rastas.
Ben Yart: Es que siempre ponen las mismas canciones y son canciones que por una cosa u otra dan mucha grima. Y por lo que sea son relevantes. Entonces, aunque no me gusten, se me han quedado, porque si no, tampoco estarían treinta años sonando en un pueblo.  
Otra cosa que me gustaría comentar es vuestro estilo de vestir, esa mezcla de chándal con txapela. O esa provocación, incluso: Ben Yart en Gen Playz con la chaqueta del ejército español, la camiseta de Kiliki con el kalashnikov… ¿Todo esto está pensado o simplemente os da un poco igual y surge de forma natural? 
Flako: Ambas cosas, la gente se lo piensa un poco porque tienes que meditar si te gusta o no la camiseta, pero no lo pensamos mucho más allá.
Ben Yart: De hecho, lo que me pasó con la chaqueta es que desde que grabamos hasta que salió el capítulo de Gen Playz pasó mucho tiempo. Un día, estaban unos colegas en una tienda vintage y me llamaron para pasarme una foto de esa misma chaqueta y preguntarme si la quería. Y justo por aquel entonces salió la entrevista y vi que ya tenía la chaqueta, ya la había tenido y no me acordaba, así que muy pensado no está.  
Saramalacara dijo en Yo, Interneto que en el show que hicisteis conjuntamente en Barcelona, el micro le durmió la lengua misteriosamente, ¿cómo es vuestra previa antes de un show? 
Kiliki: ¡Difamación! Nunca le metí speed al micrófono.
Irene: Nuestra previa empieza con una siesta.
Ben Yart: Al principio nos emborrachábamos un poco para superar ese miedo escénico, pero es que luego ves los vídeos y dan pena.
Sara: Ahora estamos más en el mood de hacerlo bien. 
También sois bastante conocidos por vuestras fiestas, por ejemplo por la rave del vídeo No Se K Me Pasa, ¿qué tiene que haber para vosotros en una buena fiesta? 
Tuli: Queso, ajedrez, buena música, mis amigos y chorizo.
Kiliki: Yo más que lo que tiene que haber, te digo lo que no tiene que haber: el mítico chapas y el que la lía de malas. 
Ya para terminar, sé que no os gusta mucho y sois bastante malos en planear cosas, pero, ¿cómo os veis de aquí a un año? 
Sara: Eso es mentira, hoy hemos llegado puntuales. De aquí a un año nos vemos descansados.
Ben Yart: Dice Paquita Salas, cuando viene una ola o surfeas o te traga. Pues veremos.
ChillMafia-2.jpg
ChillMafia-6.jpg
ChillMafia-12.jpg
ChillMafia-4.jpg
ChillMafia-3.jpg
ChillMafia-10.jpg
ChillMafia-16.jpg
ChillMafia-5.jpg
ChillMafia-11.jpg
ChillMafia-13.jpg