Quien piensa en Almodóvar piensa automáticamente en cualquiera de sus musas (que me perdonen Pedro Pascal y Ethan Hawke, pero vuestro momento ya pasó). De Penélope Cruz en Volver interpretando a Raimunda, una madre coraje inspirada por el neorrealismo italiano pero con un toque castizo, a una rotísima Cecilia Roth en Todo sobre mi madre que siente el desmorone de su vida cuando un coche se lleva por delante a su hijo. Ahora el director se encuentra filmando La habitación de al lado, su primer film en inglés, con Tilda Swinton, con quien ya trabajó en en el corto La voz humana, y Julianne Moore. Qué mejor manera de celebrar esta efeméride que analizar a sus personajes femeninos.
No podemos entender el cine del director sin esas protagonistas supremas que efectivamente son madres y madrean como nadie (mucho antes de que se pusiera de moda el término). Y es difícil imaginarse una producción del manchego sin una de sus chicas: sin una enigmática Bibi Andersen, una Carmen Maura al borde de la histeria o una Chus Lampreave mirando a través de unas lupas extragrandes. Sin contemplar esos retratos tan propios del director que se tambalean entre lo lujoso y lo cañí, que viven tanto en casas castellanas como en pisos periféricos de Madrid amueblados con sofás rojos y colores chillones. Sin esas mujeres que se saben de memoria el refranero español y tararean boleros de Chavela Vargas o el A tu vera de Lola Flores (como Rosalía en Dolor y gloria). En resumen, arquetipos que simbolizan como nadie el costumbrismo contado desde la sátira.
Protagonistas que colapsan por los hombres (sus principales lastres) pero que no les necesitan en absoluto para brillar en la pantalla, ya que un plano detalle de sus miradas es suficiente prueba para creerse esas tragicomedias castizas que podrían pertenecer tanto a una fábula dantesca como a unas lyrics de Kaka de Luxe. Historias que albergan en su interior los infinitos perfiles del universo Almodóvar y que seguro que te han recordado en más de una ocasión a tu hermana, madre o mismamente a la vecina del quinto con la que te paras a cotorrear.
Bueno, pues ahora viene lo importante, nuestro director favorito deja el costumbrismo español para sumergirse en la trama de dos escritoras neoyorquinas entrelazadas. ¿Las protas? Julianne Moore y Tilda Swinton. ¿El nombre del filme? La habitación de al lado. Recuerda bien el título porque se trata del primer largometraje en inglés de Almodóvar. Y aunque el manchego se salga un poco del mapa (unos seis mil kilómetros aprox) deja claro que sabe cómo reinventarse en lo que mejor se le da hacer: escribir dramas maternales muy enrevesados.
Por lo poco que sabemos, Swinton será una redactora de guerra que tiene una malísima relación con su hija y Moore, su mejor amiga, la cual es escritora de ficción. Además, la cinta tocará temas como la crueldad de la guerra, la sexualidad y el dolor (ingredientes suficientes para saber que ambas transmitirán esa animadversión a la soledad tan propia de las chicas Almodóvar). ¿Habrá una muerte al principio y al final como nos tiene acostumbrados? Solo nos queda esperar.