Los recuerdos, esas imágenes del pasado que nos hacen sonreír y suspirar eso de qué tiempos aquellos. Seguramente en unos años los cuatro chavales de Carolina Durante recordarán así la noche del pasado viernes: el día en el que llenaron el Wizink Center de Madrid. Sin embargo, durante esa noche no hubo espacio para el futuro, sino que en su Madrid natal salieron como equipo titular todos los recuerdos, la gente que está y la gente que no, pero sobre todo salieron todos aquellos que durante los 5 años de vida de Carolina Durante, veteranos o novatos, los han ayudado a trazar el camino que los llevó a su gran noche.
Desde un inicio sabíamos que sería una noche repleta de sorpresas, así lo anunció Rosalía en su Twitter cuando dijo que el viernes había plan. Una noche repleta de invitados, en la que se conectó pasado y presente, una celebración de la música y sobre todo una celebración del pop punk madrileño que durante décadas (y las que quedan) han inundado la ciudad. Esta celebración se consagraba nada más empezar, y es que el grupo (no tan) sorpresa que se anunciaba en el cartel no era otro que Los Nikis. Dos bandas que a pesar de ser de diferentes generaciones tienen muchas cosas en común.
Pero en el Wizink pasaron muchas cosas, mientras bufandas de la banda y camisetas de su propia equipación sobresalían entre las cabecitas de las tres mil personas que se encontraban en la pista con el primer tema, Aaaaaa#$!&, nadie se esperaba lo que pasaría a continuación: un concierto de más de una hora y media en el que el conjunto madrileño nos regaló treinta y dos temas, muchos más de los que suelen tocar, y que a pesar de la afonía de Diego Ibáñez pudimos confirmar que Carolina Durante no suenan mal, suenan mejor que ayer, tal y como dicen en Las canciones de Juanita. Un coro que mantuvo al público cantando a capella, porque aunque estos cuatro chavales lo dieron todo, para un público hambriento su verso favorito nunca va a sonar suficientes veces.
La setlist que Carolina Durante nos tenían preparada daba un repaso a su propio baúl de los recuerdos, un timeline que empezaba con sus últimos temas para ir adentrándose poco a poco en los himnos que han marcado su historia, como por ejemplo El himno titular, o su Joder, no sé que el público recibió como éxtasis en medio de una fiesta. No se olvidaron de Cayetano, la canción que les brindó la fama, pero tampoco se olvidaron de la gente. Pudimos disfrutar de invitados como Ali de Cariño, que puso voz a la parte de Perdona (ahora sí que sí) que un día nos cantó Amaia. Incluso contaron con invitados un poco más inusuales como Orslok, quien saltaba al escenario con el autotune a tope para cantar junto a los madrileños su última colaboración Casa Kira. Pero sin duda, el invitado más especial, fue el quinto chaval de Carolina Durante y el recuerdo de toda esa gente que estaban ahí cuando ni siquiera tenían nombre.
Un concierto que quedará escrito a fuego en la memoria de todos los presentes, pero sobre todo en la memoria de la banda que dejaba como último aliento de la fiesta su primera canción, La noche de los muertos vivos. Una noche de celebración que cerró círculos y colgó la medalla a una gira de casi dos años que se cerrará en Valladolid en menos de un mes y que tanto ha supuesto para estos cuatro chavales de Madrid que empezaron, como muchos otros, tocando en un garaje.
