Al mirar atrás, a muchos nos vendrán recuerdos acompañados inevitablemente del sonido de un grupo en concreto, ese que existe activamente en nuestro pasado y ha puesto la BSO a algunas de nuestras noches mejores. O peores, que a veces conforman recuerdos aún más definitivos. En Santiago de Compostela, desde el 2007 hasta el 2022 estuvo Novedades Carminha, un grupo divertido, consistente, confiable, agradecido, elegante y, sobre todo, entregado. El fenómeno formó parte de haber crecido en la ciudad durante esos años y, contra todo pronóstico, se acabó extendiendo mucho más allá de lo local, como nos cuenta el que fue su cantante y compositor, Carlangas.
Él ahora arranca una nueva aventura uniendo fuerzas con Los Cubatas, más conocidos como Mundo Prestigio. Juntos trabajan para devolvernos el funk, el disco y los boleros con Bailódromo Vol.1, la primera entrega de un serial dedicado a la música de baile y el pretexto que Carlangas buscaba para “desfasarse un poco”. Eso sí, siempre acompañado de esa mosca detrás de la oreja tan suya.
En su primer disco en solitario, Carlangas (2023), decidió no privarnos a los que tanto lo echábamos de menos de disfrutar la colección de diferentes canciones que tenía guardadas en el bolsillo. Ahora, su reciente alianza con Los Cubatas surge de la necesidad de cohesionar su sonido y, sobre todo, solidificar su propuesta en directo, algo fundamental para él. De sus reuniones ha acabado saliendo este disco tan rumbero, que ellos definen como “hecho por una banda de punk que quedó para merendar y se olvidó el pedal de distorsión”. No siempre estarán juntos, la carrera de Carlangas sigue desarrollándose en solitario, pero irán apareciendo. Son los amigos que comparten con él el amor por la juerga y le están ayudando a llevar el proyecto por toda España en una gira de festivales y salas.
Carlos es una persona cercana, relajada (aunque solo aparentemente) y genial para charlar sobre música, la búsqueda de la felicidad, la cultura gallega o el desplazarse sin irse. Aunque él opera desde Madrid, sus raíces están en todo lo que hace. Nos cuenta que es así porque estas marcan lo que nos emociona, y a él si algo no le emociona, no lo hace. Bajo esta convicción orienta sus proyectos, y quizás de ahí venga la familiaridad que los caracteriza y que nos permite a su público sentirse cómodo y entre amigos en medio de cualquier plaza de pueblo o sala de conciertos.
Filosofía que también aplica a sus trabajos fuera de la música: el pasado verano sacó junto a Sonora el documental en formato podcast Verbena, sobre la industria de las orquestas en Galicia, y ahora invita a sus amigos cantantes a la tienda de discos Bora-Bora para grabar Los cantantes favoritos de tus cantantes favoritos, con un nombre bastante autoexplicativo.
Él también es así, sencillo, poco rebuscado. Prefiere dejar que la gente que conecta con él lo haga naturalmente y, en lugar de tanto ‘flashes, lujo, diamantes’, cosa que le “horroriza”, Carlangas es más de verbenas, su círculo íntimo y charlas sobre huracanes en los bares.
Hola, Carlangas, ¿cómo estás? Antes que nada, confesarte que soy tu fan de toda la vida.
¡Pues muchas gracias! Esto es para ACERO Magazine, ¿verdad?
¡Sí!
Qué guay, me mola mucho. Estaba justo hablando de eso con mi chica ahora (Natalia Ferviú), que nos mola.
¡Qué ilusión! A nosotros nos mola Bailódromo vol. 1. A este nuevo disco se unen Los Cubatas, un nuevo nombre para el grupo vigués Mundo Prestigio. Es música de ‘rachar’ la pista, y ahora estáis en pleno tour de salas y festivales por toda España con el disco. ¿Qué tal? ¿Cómo se están portando en las pistas de baile?
Sí, veníamos de hacer no sé cuántos festivales y fiestas y ahora empezamos la gira de salas. La verdad es que me pillas en un momento de máximo subidón porque hicimos las dos primeras que estaban petadas en Granada y Sevilla y estaba hirviendo el público. Necesitábamos poder ver a la gente y llevar estas canciones a la distancia corta. Está siendo, vamos, una experiencia religiosa, como diría Enrique Iglesias.
Sueles decir que te gusta mucho más ver a la gente en sala que en festival, que la energía se pierde más, ¿no?
Me gusta todo pero combinado. Hasta ahora habíamos hecho muchos festivales y escenarios grandes pero todavía no habíamos arrancado en salas. Y nos tocaba, tenía que ser ya. Me lo estoy saboreando muchísimo. Es un arranque magnífico para Bailódromo Vol. 1, que es un disco donde visitamos un montón de géneros de música de baile. Todo bajo esa estética kitsch, como el propio nombre del grupo [Los Cubatas], de neón, discoteca y baile.
Señalas The Clash como uno tus mayores referentes, entre otras cosas porque son un ejemplo de cómo se puede mezclar estilos sin dejar el punk. Cuando abrís con Los Cubatas Pt. 1 es como estar en una fiesta en Nueva York en los años 70 u 80. Yo te conozco mucho por tu lado pop, rock o punk pero, ¿de dónde te nace este amor por lo disco?
El punk, la música disco y el hip hop nacen en Nueva York al final de los 70 y son coetáneos casi, se entremezclan muchísimo. Me gustan tanto The Clash porque supieron absorber muy bien todos esos estilos. Tampoco es que yo esté intentando hacer algo similar a ellos ni mucho menos, simplemente es aprender de una forma de ver la música, cómo abrir tu proyecto y que quepan más cosas, no solo música sino influencias de todo tipo de artes como el cine, la pintura, el teatro, etc. Me encajan mucho los grupos que son capaces de generar algo más allá de unas canciones y ya está.
“Confío muchísimo en mi intuición para todo. Muchas veces me equivoco, pero creo que también me ha llevado a sitios guays.”
Sí, nada es excluyente.
Claro. Bueno, excluyes lo que no te pica y lo que no te da en el corazón. Ese es el baremo por el que yo mido todo el rato las cosas. Confío muchísimo en mi intuición para todo. Muchas veces me equivoco, pero creo que también me ha llevado a sitios guays. Y sí, el Bailódromo empieza en un parque, que puede ser en Nueva York o puede ser, yo que sé, Fontiñas, donde alguien montó música en un loro o algo así. Es un poco la vibra que queríamos para empezar.
Es un primer volumen de siete canciones dedicadas al baile y también al amor. Dices que es tu trabajo favorito hasta ahora por haberlo desarrollado con un gran equipo. ¿Nos podrías contar cómo se formó este equipo y cómo arrancasteis este proyecto?
Empecé en solitario hace un año y medio, entonces estábamos buscando a qué sonaba el proyecto Carlangas en directo. Había hecho mi disco anterior con tres o cuatro productores, que me gustó mucho, pero tenía que darle una coherencia y un empaque en directo. Entonces me puse a trabajar mucho con Mundo Prestigio.
Escuchamos muchos discos, compartimos muchas referencias e intentamos buscar un sonido característico de la banda. Este fue el trabajo de Bailódromo. Fue muy espontáneo, lo grabamos en un garaje, lo mezclé con Luca Petricca, que es el técnico que lleva conmigo desde Novedades Carminha. O sea, quedó todo muy en familia. El resultado es muy pro, las canciones me gustan mucho y creo que fue un disco urgente, de una tarde merendando con las colegas, básicamente.
Escuchamos muchos discos, compartimos muchas referencias e intentamos buscar un sonido característico de la banda. Este fue el trabajo de Bailódromo. Fue muy espontáneo, lo grabamos en un garaje, lo mezclé con Luca Petricca, que es el técnico que lleva conmigo desde Novedades Carminha. O sea, quedó todo muy en familia. El resultado es muy pro, las canciones me gustan mucho y creo que fue un disco urgente, de una tarde merendando con las colegas, básicamente.
Por lo que me dices, el disco ha sido punky en la forma ‘casera’ de hacerse, pero también lo es en las letras. Es de baile, pero muchas canciones comparten ese sentimiento rebelde y de crítica social tan tuyo. En Mucho con poco hablas del valor de las pequeñas cosas y rechazas todo el rollo de las ambiciones materiales, al que tanta importancia le damos. Dices: “Últimamente solo pienso en cantar. Dejadme vivir, no quiero trabajar”, pero para ti cantar también es trabajar. ¿Que cantar se haya convertido en tu trabajo ha opacado algo de la magia, o al revés? ¿De qué forma exploras tu pasión fuera de lo remunerado?
Para mí la música no tiene nada que ver con el trabajo. Sí que me pagan por ello, pero en mi esquema mental no es mi oficio, es una forma de expresión o un canal de comunicación. Cuando estoy haciendo música no estoy trabajando; estoy trabajando a lo mejor cuando tengo que hacer un vídeo que no me apetece hacer, o…
…o ahora (risas).
No, no, explicando mi disco estoy feliz. Pero hay cosas por las que tienes que pasar que te apetecen menos. Para mí hacer música es el momento más feliz que puedo tener. Cuando surge esa magia de que te sale una canción que te emociona, conectas con ella, o estás rabioso y eres capaz de expresarlo con una letra como la de Mucho con poco, que creo que es mi favorita de todas las que he hecho.
¿Por qué?
Fui capaz de condensar ahí muchas de las cosas que pienso en poquitas palabras. Me gusta mucho esa sensación de, uf, fui capaz de acabar esto, que es magia pura. Quiero seguir así, no sé, me siento bastante libre de todo haciendo música.
Qué maravilla que hayas encontrado esta forma de vivir.
Luego, joder, hay mucho esfuerzo diario. Hay que estar al loro de muchas cosas, producción de conciertos y tal, que me gusta mucho menos pero lo tengo que hacer también. Es un aro por el que tengo que pasar.
Cuando alguien lo vive tanto, se ve. También por eso las cosas enganchan y transmiten. Hablo por mí y por mis amigos, pero tus canciones, las de Novedades Carminha, y ahora las de Carlangas y Los Cubatas, están cargadas de una energía especial; hablan de ser uno mismo y de hacer lo que a uno le gusta, y lo hacen de una forma muy concisa.
Qué guay. Sí, no sé. Intentas expresar tu visión del mundo en canciones y habrá gente que conecta, como habrá gente que conecte con un mensaje de ‘me he pasado el juego’ o ‘soy millonario’; a mí me horroriza. Nunca he renunciado a llegarle a mucha gente ni creo que haya que renunciar absolutamente a nada, pero me parece antiestético hablar de cosas feas como las ambiciones chungas. Pero bueno, entiendo que haya quien vibre con esas cosas y de hecho mucha gente lo hace, por eso está tan en tendencia este tipo de discursos. A otros nos da puta vergüenza, pero hay gente a la que no.
“Para mí la música no tiene nada que ver con el trabajo. Sí que me pagan por ello, pero en mi esquema mental no es mi oficio, es una forma de expresión o un canal de comunicación.”
Hablemos de Nosoutros, una versión preciosa del bolero de Pedro Junco que cantas con Russian Red, que por cierto ha retomado hace poco su carrera musical. Sorprende que cantáis en gallego los dos.
Sí, algo que me gustó mucho y conseguí es que Russian Red, que es de Madrid, cantara en galego. Le enseñé la canción, le gustó mucho y le pedí que la grabase conmigo. Me encanta el resultado y haber hecho un tema con ella, que para mí es una voz icónica del pop español. Es una artista que escuché mucho y que además me cae muy bien.
Pensaste en ella para que se uniese a la canción.
Sí, bueno, creo que fue mi chica la que me dio la idea. Se lo propuse y fue facilísimo. Aún le dije el otro día que ojalá hiciéramos un disco entero de boleros.
Pues estaría muy bien, pegáis.
Sí. Sorprendentemente hay veces que crees que se va a dar una colaboración muy fácil pero luego no encaja ni para atrás, pero esta me encanta cómo quedó, estoy muy contento de cómo empatan las voces, cómo quedó la producción… todo.
A lo largo del disco vas haciendo alusión a paisajes gallegos, como en Amor antiguo, que cantas con Julia de Arco: “Te vi en la carretera de Portosín a Porto Son”, experiencia compartida por todo santiagués veraneante. También hace no mucho sacaste MonteViso, una reinterpretación de la canción tradicional compostelana, junto a Baiuca. Personalmente me hace mucha ilusión escuchar y poder reconocer estos lugares tan familiares.
Ya, supongo que eso te hace conectar. Lo de la carretera de Portosín a Porto Son me vino porque estoy bastante por esa zona. Es una canción que me costó un montón. Creo que fue la que más me costó sacar todo el disco. Luego, ese detalle de ubicar un tema en sitios concretos a mí me gusta mucho. Para los que nos estén oyendo y no conozcan esa zona, contarles que es un puto paraíso.
Te fuiste a estudiar a Madrid y llevas creo que dieciocho años por allí. Seguro que ya te sientes tan de allí como de Galicia, o casi.
No, no. Yo soy de Santiago. Pero sí es verdad que estoy muy integrado en Madrid, me encanta vivir aquí y no tengo ningún tipo de previsión de irme en breve. Disfruto mucho todos los sitios y me encanta volver a Santiago, volver a Porto do Son y vivir en Carabanchel. Me llega a poco la vida.
Parece que existe ahora una tendencia en prestar atención al folclore. Los artistas miran atrás, hacia la tradición cultural de su tierra, aunque se hayan mudado fuera de casa.¿Qué dirías que necesita la escena cultural compostelana o gallega para seguir creciendo, aunque muchos nos vayamos?
Puedes desplazarte pero no irte; yo no tengo la sensación de haberme ido. Sigo en contacto con Santiago permanentemente y nunca dejé de hacerlo. Cuando me pongo nostálgico me encanta hacer MonteViso con Baiuca, que tampoco vive en Galicia, sin embargo toda su música gira alrededor de la música folclórica galega. No sé, creo que es nuestra coordenada sentimental. Son las cosas que te emocionan, y cuando algo te emociona tienes que escribir o interpretar o hacer algo. No soy nadie para decirle a la peña lo que tiene que hacer. Que fluyan y que canten sobre las cosas que les gusten. Yo es lo que hago, vamos.
Sobre irse de casa. Como anécdota, recuerdo cuando fui a un concierto de Novedades Carminha en la Sala Apolo de Barcelona. Justo coincidió un mes después de mudarme aquí y lo viví con una intensidad increíble. Todos éramos gallegos, y el que no sentía que lo era. Al acabar el público empezó a cantar A Rianxeira. ¿Crees que la conexión que siente la gente con tu música parte de estos sentimientos de pertenencia o añoranza?
Sí, gran parte de mi público galego conecta con eso. Ese concierto lo recuerdo muy potente también, con la sala a reventar. Hay mucha gente desplazada a quien le apetece pasarse ese ratito con lo que le recuerda a su casa. Pero eso pasa siempre. Si en Madrid vas a un concierto de Juan Luis Guerra, habrá muchos latinos. Intentamos conectar con nuestra raíz todo el rato.
Los galegos eso lo tenemos en la sangre, sobre todo porque somos un pueblo emigrante y creo que todos tenemos ese rollo de… puedo estar en Suiza, en Argentina o en Barcelona, que mi raíz es mi raíz y siempre que me pueda acercar, lo voy a hacer. Nos pasa a todos, ¿no?
Los galegos eso lo tenemos en la sangre, sobre todo porque somos un pueblo emigrante y creo que todos tenemos ese rollo de… puedo estar en Suiza, en Argentina o en Barcelona, que mi raíz es mi raíz y siempre que me pueda acercar, lo voy a hacer. Nos pasa a todos, ¿no?
Te has referido a la música como un “ritual alrededor de la diversión y de emocionar”. Los que crecimos en Compostela con Novedades podemos dar fe de que esto era tal cual lo que se vivía en vuestros conciertos. Los chavales nos íbamos por los pueblos para ir a las fiestas en las que tocabais y todos hemos bailado Cariñito con el novio, nos hemos metido en los pogos, o hemos gritado la letra de Que Dios reparta fuerte canalizando algún tipo de mala energía. Fuisteis EL grupo de nuestra ciudad, uno que pudimos sentir nuestro. Por nuestra parte existe un sentimiento muy grande de gratitud. ¿Cómo vivisteis esos años desde vuestro punto de vista? Porque entre bastidores supongo que hay estrés.
Nada, nada. Disfruté muchísimo de toda la época de Novedades Carminha, igual que sigo disfrutando muchísimo de esta nueva etapa. Siempre tuve esa sensación de conexión absoluta con la gente que nos venía a ver y con Santiago en concreto, porque es nuestra ciudad, aunque Novedades Carminha se formó en Madrid, fíjate. Ni siquiera llegamos a tener un local de ensayo en Santiago ni nada de eso. Éramos tres que estábamos estudiando en Madrid en 2007 o 2008.
Fue algo espectacular. Absolutamente inesperado, también te digo. Nosotros montamos una banda con una pretensión mucho menor y se convirtió en una cosa que trascendía lo musical. Para mí eso es un premio increíble que me dio la vida y que me sigue dando, el poder conectar así con la gente.
Fue algo espectacular. Absolutamente inesperado, también te digo. Nosotros montamos una banda con una pretensión mucho menor y se convirtió en una cosa que trascendía lo musical. Para mí eso es un premio increíble que me dio la vida y que me sigue dando, el poder conectar así con la gente.
Después de esa época vino tu primer disco en solitario, Carlangas. En ese momento, como me comentabas, estabas buscando tu sonido y lo que querías que fuese el futuro de este proyecto. ¿Dirías que en este nuevo disco lo has encontrado? ¿Que ya se mueve por el camino que estabas buscando?
Sí, absolutamente. El primer disco fue como tirar en muchas direcciones a nivel de producción, letras, estéticas. En este ya veo algo mucho más formal, más unificado, y un sonido más realista de lo que te puedes encontrar cuando vas a ver un concierto de Carlangas en una sala o en un festival, suena a lo que suena Bailódromo. Van por ahí los tiros.
El disco salió hace poco y aún estás de gira con él, pero por lo de ‘vol. 1’ podemos anticipar que habrá un volumen dos.
¡Sí! De todas formas, Bailódromo me lo voy a guardar como un serial que iré sacando entre discos o cuando me vaya apeteciendo. Es como una libreta de bocetos de un pintor. Iré sacando otros discos y otras cosas por el medio. Me lo tomo como si yo fuese una especie de DJ que lanza ahí sus cosas urgentes. Está entre el LP y el EP, de unos veinte minutos. Tenía ganas de tener un formato o una etiqueta para poder desfasarme un poco ahí cuando me vaya dando la gana.
Hablando de desfasar, hace poco llevé a un amigo mío de Barcelona a las fiestas de Brión, mi pueblo. Estaba actuando una orquesta pequeñita, no era la Panorama o la París, ni mucho menos, pero él flipó muchísimo. Tú tienes un documental en Onda Cero, Verbena, sobre todo este fenómeno cultural y el imperio que son las orquestas en Galicia, que no mucha gente conoce. Bueno, Panorama hace giras por toda España y eso pero…
Sí, la Panorama empieza a sacar todo esto un poco y a ser conocida, pero todo el entramado que hay detrás… Ahí lo contamos bastante bien, creo. En eso estuve currando mucho el año pasado y estoy muy contento con el resultado. Está en Spotify, así que si la peña lo quiere escuchar…
¿Cómo y de dónde surgió la idea?
Estaba con Toni Garrido, el fundador de Sonora, la plataforma de podcasts de Atresmedia. Le estaba contando todo esto, tipo, vas a flipar cuando te enseñe un vídeo de La Panorama, no viste esto en tu puta vida. Empezamos a flipar viendo vídeos de los montajes que traen, le empecé a contar también lo que sabía de la historia de Lito y de cómo llegó la música latina a Galicia por la emigración. Fue en ese momento que Toni, que tiene un ojo espectacular, me dijo que había que contar esa historia.
Fueron como ocho meses de trabajo, cincuenta entrevistas, etc. Mucho curro. Pero queda bien contado de dónde viene esa tradición de la música latina en las plazas y prados de Galicia. Yo soy fan de las verbenas por la parte romántica. Las orquestas, la verdad, no me gustan mucho. Me lo paso guay, pero artísticamente no me molan tanto. Lo que es la fiesta, la verbena, me lo paso pipa. Pero del show, nada que rescatar.
Fueron como ocho meses de trabajo, cincuenta entrevistas, etc. Mucho curro. Pero queda bien contado de dónde viene esa tradición de la música latina en las plazas y prados de Galicia. Yo soy fan de las verbenas por la parte romántica. Las orquestas, la verdad, no me gustan mucho. Me lo paso guay, pero artísticamente no me molan tanto. Lo que es la fiesta, la verbena, me lo paso pipa. Pero del show, nada que rescatar.
Bueno, el ambiente.
Sí, el ambiente festivo. Es algo que intenté trasladar a mi música, el conectar con todo tipo de gente, de clases sociales, me parecía un buen ejemplo. Bueno, de ahí viene Verbena de Novedades Carminha.
“Intentamos conectar con nuestra raíz todo el rato. Los galegos eso lo tenemos en la sangre, sobre todo porque somos un pueblo emigrante.”
También tienes tu podcast, Los cantantes favoritos de tus cantantes favoritos, donde invitas a diferentes grupos a que hablen sobre la música que les ha marcado y por qué. ¿Te ha venido bien para descubrir nuevas influencias o nueva música?
Sí, voy invitando a gente que escoge unos cuantos discos en una tienda y me va explicando cómo llegaron a su vida y por qué le marcaron tanto. Es guay conocer los gustos de grupos actuales a los que escuchas. No siempre comparto, pero no se trata de si a mí me gusta más o menos. Es poner el foco en la música de otros porque los artistas tenemos este comportamiento egocéntrico de estar hablando todo el rato lo mismo, explicando lo mismo, vendiendo lo mismo y esto es más relajado. De decir, joder, cómo me gustan los discos de Bb trickz.
Algo que mola mucho de ti es lo directo que eres y tu capacidad de sintetizar, en las letras pero también en cómo te diriges al público. Me hizo mucha gracia cuando dijiste en Instagram, en el post del cartel de la gira: “No busques la felicidad donde no está, búscala donde está”. ¿Dónde dirías que está para ti?
La felicidad ahora está en tener un círculo como el que tengo, estar muy a gusto con la gente con la que convivo, desde mi hijo, mi chica o mis amigos, mi barrio… Sentirme aquí y ahora bien, sobre todo.
Luego, conectar con las artes, ser capaz de visualizar otros mundos con la creatividad. No sé, yo fluyo mucho con el mundo de las ideas. Me gusta estar alimentando o proponiendo cosas, que a veces me salen, a veces no, algunas son guays, otras son una mierda. Pero me gusta estar ahí en ese juego de inventarme cosas, canciones. Cuando sale eso es magia. También me pasa mucho en directo, cuando toco y la gente está a topísimo es algo que no se puede describir. Es trance puro. Pero ya te digo, en el día a día es el tiempo que tengo con los míos y las cosas más mundanas.
Luego, conectar con las artes, ser capaz de visualizar otros mundos con la creatividad. No sé, yo fluyo mucho con el mundo de las ideas. Me gusta estar alimentando o proponiendo cosas, que a veces me salen, a veces no, algunas son guays, otras son una mierda. Pero me gusta estar ahí en ese juego de inventarme cosas, canciones. Cuando sale eso es magia. También me pasa mucho en directo, cuando toco y la gente está a topísimo es algo que no se puede describir. Es trance puro. Pero ya te digo, en el día a día es el tiempo que tengo con los míos y las cosas más mundanas.
Encontrar ese tándem entre idear y crear junto a un buen círculo íntimo sería tu fórmula de felicidad.
Bueno. Tengo mogollón de agobios, sensibilidades, estrés, porque hay frustraciones. La vida no es siempre lo que tú te imaginas y lo que tú quieres. La gente puede imaginar que si tienes un poco de éxito o lo que sea eso te va a dar la felicidad, y no va así. Eso es un inflador para el ego, pero luego me siento muy bien cuando voy a un bar de paisanos al lado de mi casa y me tratan con cariño y no tienen ni puta idea de a lo que me dedico, pero soy capaz de conectar y charlar de el huracán que acaba de azotar no sé dónde, pero con ternura. La vida es muy ancha, tío.
Menos mal que llegas con Los Cubatas a las pistas, porque desde que se fue Novedades yo ya no salgo tanto…
Me dijiste antes de empezar la entrevista que tenías veintitrés, ¿no? Te toca salir.
(Risas) ¡Puede ser! ¿Te gustaría decirle algo a la juventud que estos últimos años igual ha estado más en reclusión de lo que debería?
Nada, que se pongan zapatillas y ropa cómoda, que la vamos a liar.