Con un tatuaje brutal vistiendo su torso desnudo y varias cadenas colgando del cuello, justo al lado de la medalla de oro que la música le ha puesto en el pecho después de todos estos años en la industria, nos recibe él, hijo de Carmen y Agustín, y padre de todo rapero. Hablamos, por supuesto, de Arcángel, la leyenda viva que se suma hoy al proyecto Bizarrap en su sesión 54 para dejar claro quién fue, es y será siempre el rey.
Crudo, de una y casi sin pestañear. Así le tira Arcángel a cámara desde el estudio de Biza para explicarnos a todos cómo se hacen las cosas. Mientras tanto, el productor argentino a lo suyo: con una camiseta de la selección campeona del mundo y el nombre de Dybala a la espalda tocando las teclas mágicas para procurar que todo lo que escuchamos sea una barbaridad. Misión cumplida.
“Como un alpinista disfruto la vista sin miedo a ninguna avalancha; este flow legendario no tiene adversario, como Maradona en la cancha”. Barras que se oyen a kilómetros y que tumbarían a cualquiera. “Matándolos como Shakira a Piqué; yo no juego al fútbol, pero los pelé”. Y referencias a la anterior sesión 53 con la reina de Barranquilla que, siendo sinceros, todos queríamos escuchar.
Arcángel se quita la corona, le saca aún más brillo y vuelve a ponérsela para dejar claro que nadie va a quitársela. Nunca. “Estos traperos son mis hijos, fui parte de su niñez”. De la de ellos y, gracias a Dios, también de la nuestra.