Chaval de 20 añitos, pero con la cabeza bien amueblada: ese es Bruno aka Bune. Ha sacado algunos temas antes, nos flipa Luz, un temón que salió el año pasado y que no os podéis perder, y ahora saca Muerte 2002, un EP con el que asienta las bases sonoras de su proyecto como DJ.
Adrenalina pura y desinhibición instantánea, que no es poco. Hablamos con él sobre esto y mucho más, y os advertimos que también tiene planeada una fiesta el viernes 28 de abril en la sala Siroco de Madrid.
Bune, como es la primera vez que te tenemos por aquí, ¿te importaría presentarte? ¿Qué podemos saber de ti?
Me llamo Bruno, tengo 20 años, siempre he vivido en Madrid y estudio sonido.
En tus redes te describes como “pop gótico industrial”, pero haciendo un repaso rápido a los títulos de tus temas me viene a la mente una definición más del tipo ‘de rave en el cementerio’. ¿Por qué esa inquietud por la muerte? En Luz hablas incluso de estar condenado a muerte.
Desde pequeño he sentido una tristeza muy intensa y he tenido muchos pensamientos relacionados con la muerte, al final es lo único certero en la vida. Quizás ahora se lleve más eso de romantizar la tristeza, en mi caso no es así. En mis letras hablo sobre consumir y querer morir, no pretendo que a nadie le parezca guay, es una realidad, puede que la mía.
Creo que ya se habló mucho sobre lo guay que está drogarse y follar. Bune es una persona que va un poco más allá, no necesito un motivo para querer que todo acabe, a lo mejor todo tendría que acabar y punto.
Creo que ya se habló mucho sobre lo guay que está drogarse y follar. Bune es una persona que va un poco más allá, no necesito un motivo para querer que todo acabe, a lo mejor todo tendría que acabar y punto.
De hecho, el nombre de este nuevo trabajo es Muerte 2002. ¿Qué te inspiró a crearlo? ¿Y de dónde viene el nombre?
Decidí ese nombre cuando estaba de acampada en 2021 mientras me mantenía abstemio. Muerte 2002 es una mezcla de los sonidos que han pasado por mi cabeza, una concentración de ondas que demuestran que estoy vivo.
A diferencia de temas como el que te decía antes o el anterior EP, Réquiem, te lanzas a colaborar con Adrián Bremmer, uno de los Trippin’ You [VVV]. ¿Qué te llevó a colaborar con él? ¿Crees que encaja bien la esencia del grupo con tu proyecto?
Yo directamente me casaría con Adrián. Creo que es un gran genio dentro de España, siempre le he admirado muchísimo y tenerle a mi lado es una bendición. Cuando compuse Salem, le mandé una pequeña demo y simplemente surgió que Adri cantase sobre ella.
Me he fijado en que desde Slowdown Lacrima has empezado a darle bastante más velocidad a tus temas y a jugar más con bases del tipo hyper. De hecho, en Salem continuas con ello. ¿Has notado esa evolución o ese cambio? ¿A qué se debe?
Sinceramente, creo que odio el post punk o más bien la concepción que hemos creado sobre él en los últimos años. Siempre he estado metido en la música electrónica y realmente pensé, ¿por qué no me animo a hacer esta movida? Ya hay muchos grupos de post punk que hacen las cosas geniales, creo que yo no era el adecuado para dar ningún enfoque, necesitaba un cambio.
¿Cuáles dirías que son tus referentes?
Sin duda, Salem, Malibú, Grouper, Critical Mass o Fasenuova.
Tienes solo 20 años y ya te estás labrando un nombre en la esfera de la fiesta y los DJs. Ahora que ya hemos calentado motores, cuéntame. ¿Cómo empezaste realmente con la música? ¿Qué fue el momento que te hizo decir: vale, voy a lanzarme?
Más que un momento fue una persona la que me lanzó, una antigua amistad de Valladolid me pasó el FL pirata y aquí estamos: haciendo el verdadero pop gótico industrial.
Aunque he de decir que llevo muchísimos años tocando el piano y siempre fue mi inicio el hecho de poder tocar un instrumento.
Aunque he de decir que llevo muchísimos años tocando el piano y siempre fue mi inicio el hecho de poder tocar un instrumento.
Lanzas Muerte 2002 y lo haces en la fiesta Iris, en la sala Siroco de Madrid el día 28. ¿Ganas? ¿Qué podemos esperar allí?
Tengo muchísimas ganas, hoy por hoy no se ven conciertos a horas tan altas de la noche fuera de un festival. Me gusta que se respete la nocturnidad de la música y más para un proyecto como Bune. Un amigo mío dice que en mis canciones “siempre es de noche”. Podéis esperar temas antiguos y el nuevo EP que presento, y por supuesto que temas nuevos de lo próximo que estoy preparando.
También sacas Silk Bune, ¿podrías hablarme un poco sobre ello?
Siempre me gustó el rollito clandestino de Telegram, ya sabes, compra venta de sustancias ilegales, quizás sea más atractivo meterte en ese mundo que ir a pillar a un camel normal. Como yo no vendo drogas, ni quiero hacerlo, me he puesto a vender mis camisetas por gramos, de hecho, hoy en día, nadie te vende 180g a 15€. Pues yo sí
Y, por último, ¿qué te depara este año?
Mucha música, mucho amor y la constante reverberación que el pop gótico industrial ha dejado en mi vida.