Si estás leyendo esto, tu cadera ya ha sido advertida: hay un nuevo tema de Brava en la calle y viene directo a hacerte sudar, reír y repensar el perreo. La cantante y DJ ha vuelto, y lo hace desde Londres con Estrapón, una bomba de Miami bass cocinada junto a Ron Mercy y apadrinada por el legendario sello Moveltraxx. Pero esto no va solo de beats rápidos y letras picantonas. Lo de Brava es un viaje entre el deseo, la risa, la crítica y el sonido, todo servido con flow y corazón.
Desde los sound systems londinenses hasta los colectivos de chicas DJs, pasando por círculos de footwork y micrófonos compartidos con cariño, su universo es puro fuego y comunidad. En esta entrevista, nos metemos hasta la cocina: cómo nació el hit Estrapón, qué se cuece en la escena londinense, por qué pinta tan increíble pinchar tus propios temas y cómo convertir una fantasía sexual en un banger con estilismo elegante y 3D incluido.
¡Hola, Brava! Qué guay tenerte de vuelta por aquí. ¿Qué tal estás? ¿Dónde te pillo?
¡Kaixoo! Pues muy contenta porque es verano, jeje. Me pillas en Londres. Llevo año y medio y muy bien, pobre, pero rica en experiencias. Muy a gusto, la verdad, aprendiendo que flipas.
Hoy es el día del release de Estrapón, canción que sacas junto a Ron Mercy por el legendario sello londinense Moveltraxx, cuéntanos, ¿cómo surge ese link Euskadi-Miami?
Conocía la música de Ron porque ya seguía a Moveltraxx y compraba mucha música de ese sello para mis DJ sets. Sacan muchos temas footwork, juke y booty bass que me interesan mucho y, ¡pum! Pensé: me molaría mucho hacer tema de Miami bass rapidito, así bailongo. Un día en casa, poniendo orden, empecé a cantar el mantra del Estrapón, y escribí y grabé las vocales en uno de sus temas ya sacados. Cuando las tenía, le pasé lo que había hecho a ver si le apetecía hacer algo así juntxs. Le flipó la idea y empezamos con ello. Ha sido un proceso superorgánico y fácil. Ron, mi hermano, ¡qué ganas de conocerte en persona, coño!
¿Cómo describirías el sonido y la estética musical de Estrapón? ¿Dónde surgió la inspiración para hacer esas vocales?
Es un Miami bass rapidito, juguetón y sinvergüenza que al instante te pone a bailar. La inspiración viene de lo que está en mi mente y mis fantasías y experimentaciones, y quería expresar una manera de vivir la sexualidad diferente.
¿Cuál es el equipo completo detrás de este single?
¡Equipazo! En la parte musical: el beataco de Ron, las vocales mías, el mix y máster de mi hermano Álvaro de Felipe ‘el apretador’, y Mattin, que me grabó las voces con su micro todo caro. En la parte visual: la foto de portada es de mi hermano, el número uno, Kenneth Anderson, con el brutal estilismo de Daniela Noriega. Para el vídeo, @picxells__ hizo unos estrapones en 3D preciosos y yo me grabé en el estudio de las fotos unos bailes graciosos. En la parte de la distribución: Big Dope P, mi hermano Thomas de Moveltraxx (es muy fuerte que vaya a sacarlo en este sello). Y por último, Mariel, mi mánager, que me ayuda y asesora en todo, una puta mákina.
¿Qué tiene que tener sí o sí un tema de Brava para que salga adelante? ¿Dónde nace una idea como esa?
Me encanta decir cosas que no se dicen tanto + que sean guarradas me encanta también + ser explícita + hacer pensar a la gente un poco. Muchxs estamos en un momento de experimentar con nuestra sexualidad y ver otras formas de tener sexo. Tenía la fantasía de usar un estrapón y ser yo la que da, muy interesante (risas). Pensé: pues hago un tema sobre esto.
¿Te gusta pinchar tus propios temas en tus sets? ¿Cómo se siente escucharte desde ese rol más técnico y de mezcla?
¡Me encanta! Me encanta mezclar mis temas con los de otros artistas. Cantarlos y rapear en directo es divertidísimo porque improviso mucho también, y además con los sound systems de las salas ¡suena gordooooooo! Me encanta, y es guay escucharme desde ese punto. La parte técnica me cuesta, pero cada vez más voy entendiendo las matemáticas junto con las sensaciones.
¿Cómo va evolucionando tu faceta de MC?
Pues mira, cada vez tiene más protagonismo. Empecé cogiendo el micro para decir ‘perreo pa’ los nenes, perreo pa’ las nenas’, o hacer segundas voces de los temas que ya pinchaba, pero ahora lo uso más, rapeo cosas, repito frases, grito, etc. Advierto que hay que tener cuidado, puede ser una relación tóxica con el micro (risas). A veces gusta mucho la sensación pero trato de dejar huecos porque, sino, es demasiado en mi opinión.
¿De qué manera piensas que Londres te influye en este aspecto y evolución artística?
Estar en Londres me influye mucho en esto ya que en casi todas las fiestas a las que voy hay MCs rapeando en diferentes instrumentales que no tienen que ser de un género concreto, o simplemente animando al público de una manera divertidísima. La cultura MC aquí es potentísima, ya que este estilo nació en los sound systems de Jamaica y se lo trajeron.
Es un papel divertidísimo: animas a la gente e improvisas tus propios raps en instrumentales con otros flows y juegos. Tengo que decir que me sigue costando escribir un poco porque es chungo, tío, teniendo en cuenta que mi vocabulario se compone de cuatro palabras: heavy, yepai, tío y brutal. Pero poliki poliki, como decimos en Euskadi.
Hay mil de pavas y FLINTAs haciendo esto y son muy acogedoras. No es lo mismo intentar rapear rodeada de pavos queriendo el micro como tiburones que en un grupo del colectivo LGTBIQ+, que es un ambiente más sano y también siguen siendo durísimas en sus raps. Eso me ha animado mucho. Colectivos como Sexy Lady Massive o Bikini Wax hacen mucho por esto, todo pavas DJs y MC. ¡Qué más quieres, tío!
Tu música siempre ha bebido de muchos géneros que no suelen convivir en una misma sesión: del UK funky al kuduro, del hyperpop al dembow. ¿Hay algún género o escena nueva que te tenga enganchada últimamente?
Sí, me encanta un plato combinado, ¿a quién no? Amo el grime, los MCs esquizofrénicos, las bases duras minimalistas y crudas. Por eso me vine también a Londres, a ver qué se cocía. Me inspira muchísimo el UK bass de aquí, pero también las mezclas del UK bass con otras músicas como las del sur de Asia, las latinoamericanas o incluso españolas.
También amo el momento footwork de Chicago, esos beats locos a 160 bpms que te vuelan la cabeza, desde lo más sintético y crudo a lo más melódico y melancólico, con esas vocales que te enganchan. Además, está fuertemente unido al baile, siempre se forman círculos y la gente baila puto increíble con esos movimientos galácticos rapidísimos, me encanta, está lleno de energía.
Este verano vamos a Chicago en agosto, que es el footwork appreciation month, ¡qué putas ganas!  Todo esto fuera, pero lo que está pasando en España en este momento está tan potente. Pf, somos buenísimos, tío, qué orgullo.
Siempre juegas mucho con la estética y haces de lo cotidiano algo muy guay. ¿Qué papel piensas que juega internet en tus influencias y referencias? ¿Cómo curas esa estética?
Me encanta lo cotidiano porque es sincero, sin pretensión. La belleza de lo que ves todos los días, lo literal. Pero también amo echar unas risas, la ironía, jugar con el Photoshop o vestirme como nunca lo hago. La estética de este release la amo. ¿La foto de portada? Para un tema cochino: una estética elegante pero graciosa, ¡me encanta!
Vas a tope: sets, bolos, temas propios, estética, colectivo. ¿Qué haces para no perder el placer de crear?
¡Descansando y desconectando! Dejando respirar las cosas y saltando de una a otra. A veces me disperso un poco y siento que no avanzo, pero al final acabo haciendo todo, a mi ritmo.
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