Boombastic Costa del Sol 2024

“Hoy sí hay energía, no como ayer que fue una puta mierda”. Así caldeaba el ambiente Rels B tras baby BOO, su primera canción, y casi recién llegado de otro festival en el que actuó la noche anterior. Si algo ha demostrado el mallorquín es que sincero es un rato, y que cuando se entrega, se entrega. Esto último suele darse casi siempre, pero en la primera jornada del Boombastic en Selvatic Fest Málaga hizo las dos cosas a lo grande. Sincerarse y entregarse. Con total indiscreción y confianza reiteró a lo largo de la casi hora y pico del concierto que el de Málaga sí que era un “público en condiciones”. Y se agradeció, por supuesto.

A rayas y en bermudas denim salía Rels B, deslumbrando con un mix de temas de ayer y hoy, sacando los pasos prohibidos y recorriendo cada rincón del escenario. Se mostró cercano, atendió a su público y nos regaló una versión del flakkk que abrazamos especialmente con sus momentos a capella y R&B, y al oír las primeras notas de Shorty que vaya bien al piano. Y es que Dani siempre gusta, y al Boombastic, inevitablemente, le mandaron pa’ quererlo.

Su concierto fue, sin duda, uno de los puntos más álgidos de la noche, y también de los que serán más recordados del primer día, que ya venía cocinándose a fuego más bien rápido desde primera hora de la tarde. Figúrense: Málaga, un 26 de julio, casi 40 grados, toda una noche de música urbana por delante, y arrancamos con un poco de ‘aire’ fresco y aflamencado de la mano de Jalezz. El calor, ni lo notamos. 

Nada (ni la humedad ni el sol ni las altas temperaturas) frenó a un público que llevaba esperando a las puertas del recinto horas antes para conseguir el mejor sitio. Y llegó el primer concierto con Dudi, el encargado de prender y mantener la mecha combinando trap y hyperpop, justo antes de que Aissa arrancará el show y sorprendiera a todos cantando un tema inédito de su próximo EP.  Pero no estuvo solo. Con Whisky, algunos de sus más íntimos en la ciudad subieron a acompañarle durante el tema: Óscar el Ruso, Samueliyo, Samuel G. Y Málaga se rindió a sus pies.

A estas alturas del día, como es habitual, el ambiente cada vez era más dado al disfrute, y no solo por parte de los malagueños allí presentes. Muchos de los asistentes aterrizaban en el Selvatic Fest Málaga no solo de otras provincias andaluzas o de España, otros tantos llegaban de muy lejos (México, Colombia, Argentina, Reino Unido) para disfrutar de un fin de semana por todo lo alto en la Costa del Sol, en una primera edición de Boombastic en Málaga. Según datos de la organización, el festival recibió a unos diez mil asistentes. Casi nada.

Con la caída de la noche, a todos ellos, el calor les dio una tregua que vino en forma de un C.R.O entregado a la causa, con un show eléctrico donde no faltaron sus éxitos Lambo, Ella es una G, o Sin preguntar. Se fue, y un mar azul de camisetas tiñeron la pista de acento argentino. Había llegado el turno de Lit Killah que, con su freestyle y algunos de sus temas más sonados como California, Mala mía o Trampa sin ley nos acabó conquistando.  

Pero el plato fuerte de la noche lo sirvió, a una mano, un colosal Cruzzi que entraba a la acción justo después del flaco. El rey del movimiento canario saludó con Turbo, mientras se paseaba por un escenario marca 922-928. De esta guisa, entre aletas de tiburón y rezos en cada esquina por parte de sus más devotos feligreses, Cruz Cafuné dejó claro desde el primer compás que la noche no estaba en Málaga, sino en Tenerife. Durante los primeros veinte minutos, el rapero fue diseccionando al detalle los grandes éxitos de su último álbum, Me muevo con Dios. 

Pero el clímax de la noche tuvo nombre de mujer. Comenzó a sonar Mina El Hammani, y un público enardecido se dejó llevar por la energía electrizante del momento, desatando pogos que levantaron la temperatura del recinto. Ojitos aguaos, No se emula o Lo puedes intentar también se corearon en la noche del viernes, que despidió con Cangrinaje, coronando una velada celestial en el Boombastic Costa del Sol, con un público entregado a todo lo que tenía que decir, más que cantar, y dispuesto a saludar con gusto una próxima edición. 

Porque lo cantó Rels B y no se equivocaba: A new star is born (en Málaga).