Con un concepto que gira en torno a las relaciones humanas y el ciclo del agua, el dúo madrileño Blackpanda nos transporta a un mundo donde cada melodía es un reflejo de su propia esencia y experiencias de vida. Nos presentan su nuevo single, Blu, adelanto de su próximo y primer álbum. Desde el anhelo idealizado hasta la conexión genuina con el público, cada palabra de Blackpanda resuena con autenticidad y pasión por la música.
¿Qué tal? ¿Cómo está siendo este periodo de lanzamientos?
¡Hola! Muy bien, está siendo emotivo, intenso y divertido. Estamos muy contentos con la acogida que están teniendo los dos singles y muy seguros de que vienen cosas buenas con todo este proceso.
Lleváis desde 2020 sacando sencillos, con un EP en medio, 22, y ahora por fin vemos la incipiente llegada de un álbum. ¿Por qué ahora?
Después de tres años trabajando, aprendiendo y conociéndonos a nosotros mismos como equipo, nos encontramos en un momento creativo muy bueno para comenzar esta pequeña locura que es hacer nuestro primer álbum. Nos encanta lanzar sencillos porque son como minipíldoras, pequeñas historias que guardan gran fuerza en ese formato, pero también estamos disfrutando mucho del proceso de crear algo más grande y con más perspectivas desde las que observar y reflexionar sobre un concepto.
¿Qué creéis que es lo que más os ha influenciado en el camino de encontrar el sonido de todo lo nuevo?
El proceso inicial de composición del álbum se ha realizado en dos lugares muy concretos de España: en Tenerife, en la zona cercana al Parque Rural de Anaga, y en los Picos de Europa en un pueblo próximo a Potes en Cantabria. Ambos lugares son espacios brutales de naturaleza donde convergen la tierra abrupta y el cielo vaporoso, donde el clima es cambiante y los procesos naturales reflejan el paso del tiempo.
Por otro lado, buscando escapar un poco de lo que habíamos hecho hasta ahora, pero sin olvidarnos de algunas de nuestras raíces y viendo el proyecto con perspectiva, nos ha servido como influencia el tener muy claro de donde partíamos para saber hacia donde queríamos dirigirnos con el nuevo sonido del álbum. Eso, unas buenas vistas, una comida increíble, largos paseos por la playa y el monte y algunas visitas de animales inesperadas han sido las influencias principales para componerlo.
Parece que hay una continuación y que estéis contando una historia entre Efímero, vuestro anterior single, y Blu, el nuevo. ¿Sigue el álbum una línea narrativa?
El concepto del álbum gira en torno a la analogía de las relaciones humanas, los procesos naturales y el ciclo del agua. Efímero propone el inicio del ciclo como algo fugaz, pasajero y fluyente. Habla del inevitable paso del tiempo y de la transitoriedad de los momentos, así como sucede en la naturaleza. La canción está inspirada en el poema El efímero tiempo, de Gata Cattana, y en el abrumador paisaje que nos rodeaba en ese preciso instante. Con Blu tratamos otro aspecto, otro prisma del ciclo haciendo referencia al amor idílico y a la transición de esas emociones.
El azul es un color que significa mucho, utilizando desde siempre como metáfora. De hecho, muy bien representado en la melancolía y la melodía de la canción. ¿Qué color tendrían el resto de las canciones del disco?
Si tuviéramos que elegir colores para las canciones que componen el disco, giraríamos en torno a colores de la naturaleza: el azul del agua, el rojo de la tierra y la montaña, el verde de los árboles y las plantas, el gris y los metalizados de las rocas y minerales que componían el paisaje… Podemos adelantarte que el próximo single será muy rojo y que será una bomba que te va a levantar del sitio.
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Marta comentó que Blu es el anhelo simbolizado en un color, esa persona magnética que te atrapa y con la que nunca has podido estar. No puedo evitar pensar en esas películas como Past Lives o In the mMod for Love, que vienen a reflejar esa idea del deseo frustrado. ¿Cómo vino la idea de hacer este tema?
Normalmente componemos la melodía partiendo de una sensación que nos genera algún sample o progresión de acordes con algún instrumento en concreto. Blu particularmente llegó solo con el sample principal de teclado y una ligera base rítmica de bombo y caja. Fue algo tan inspirador que en seguida Marta empezó a tirar melodías con fragmentos de la letra ya incluida, y es ahí cuando comienzan a venir las primeras imágenes de este amor idealizado, y ya solo es cuestión de tirar del hilo…
Parece que no solo el azul, sino que también el agua es un elemento importante en estos lanzamientos. ¿Qué es lo que significa para vosotros?
El agua ha sido el elemento principal que ha compartido toda la experiencia compositiva del álbum con nosotros. Hemos estado rodeados de agua en todos sus estados posibles, y esto ha sido muy inspirador y nos ha permitido tener momentos de reflexión e introspección muy interesantes. A nivel escénico y estético, también nos hemos agarrado a este elemento como hilo conductor para contar todas las historias que alberga el álbum.
Mañana será hoy sin avisar, como cantáis en Efímero. En este camino que aparece en el futuro próximo con relación a vuestra carrera musical, ¿de qué tenéis más ganas?
Nosotros hacemos música por necesidad, es algo que va dentro de nuestra propia naturaleza. Digamos que la música nos ha elegido a nosotros y no al revés (risas). Por lo que tenemos muchas ganas de seguir disfrutando el camino, de que nuestra música llegue a mucha más gente, que se expanda la ola y podamos compartirla con otras personas. Tenemos ganas de vivir nuevas experiencias y de seguir alimentando esta pasión por cada proyecto que hacemos.
¿Creéis que hay ecos de la música que escuchabais de adolescentes en vuestra música?
Desde luego, la música que escuchas en esa época en la que estás empezando a tener tus propias opiniones, tus primeras vivencias completamente independientes de la realidad de tus padres, conformando lo que serán las bases de tu futuro ‘yo’, te marca para siempre. La música tiene ese poder, esa magia indescriptible que hace que esté ahí y que aquellos artistas que escuchaste en aquella época te acompañen durante toda tu vida.
Lleváis bastante tiempo sacando música, con pandemia de por medio incluida. ¿Qué ha sido lo más difícil en vuestra trayectoria?
Lo más difícil de abordar probablemente fue precisamente en pandemia. Teníamos un disco casi terminado en inglés que decidimos descartar porque no era el momento de hacer una gran inversión de energías, tiempo y recursos, sin saber ni si quiera lo que iba a pasar con nuestras vidas. Recordamos que fue duro tomar esa decisión y aceptarla, pero ahora, con tiempo de por medio, creemos que fue la mejor opción y que el camino estaba diseñado de esa forma para nosotros.
Hay que estar orgulloso de haber pasado por ciertos momentos difíciles que nos impulsan a mejorar, pero también hay que estar agradecido de lo bueno. ¿Qué es lo más bonito que os ha dado la música?
La conexión genuina y maravillosa con el público, es bestial que algo que haces desde tu casa y con todo tu corazón llegue a la gente y lo haya suyo. Sin duda, eso es algo precioso. También las personas que forman parte del proyecto en cualquiera de las áreas creativas. Nos gusta cuidar y mantener a nuestros equipos, y en muchas ocasiones se generan relaciones de amistad verdadera que nos sigue impulsando a crear y cree en esto con más fuerza.
¿Creéis que vuestras canciones son un retrato de vosotros mismos?
Totalmente. Los artistas, desde nuestro punto de vista, hacen un trabajo de filtrado de su propia realidad para elaborar un nuevo mensaje que impacte y que puedan filtrar otras personas. Es un ciclo. Nosotros impregnamos nuestra propuesta artística de nuestra forma de ser y de cómo entendemos el mundo. Creemos que el amor, la pasión por las pequeñas cosas, la sensibilidad, la empatía y la mirada abierta están muy presentes en nuestra música, pero también la fuerza, la valentía y el coraje. Nos gusta pensar que hacemos musicón sensible, y creemos que la gente así lo percibe.
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