Samantha Hudson y María Barrier nos han abierto las puertas de su casa y, efectivamente, estamos sentadas en el sofá verde de Bimboficadas. Es una sensación extraña. Acostumbrada a escucharlas a través de los AirPods, tenerlas delante hace que te sientas parte de uno de sus episodios de podcast. Solo que no hay focos, ni una cámara grabando, ni micrófonos (más allá del de mi móvil). Pero la naturalidad, el humor y la inteligencia están ahí como siempre. Suponemos que de ahí viene el éxito de estas dos rubias: hacer que lo difícil parezca fácil. Maria y Samantha tienen un mundo propio, un mundo construido entre ellas dos desde los quince años. Y hoy nos colamos un ratito en él.
Entrevista extraída de ACERO vol. 9, publicada en noviembre de 2024. Hazte con tu copia aquí.
Samantha: ¿Ese mi vaper, María?
María: Sí, perdona. (Me mira) Es que siempre le robo el vaper.
Samantha: ¡Pero si te compré un vaper!
María: Lo he perdido…
Bueno chicas, empecemos con esto… (risas).
Amores dormidos - Edurne
María: Creo que a Samantha le gusta mucho Edurne.
Samantha: No, te acabas de inventar eso.
María: ¿Y por qué te sabes esta canción?
Samantha: Porque es un temazo y salía en Cambio de clase.
¿Me estáis diciendo que esta canción era banda sonora de Cambio de clase?
Samantha: No no, que salía Edurne cantando “amores dormidooos”.
¿Rollo Shakira en Los magos de Waverly Place?
Samantha: Rollo que salía Edurne en Cambio de clase.
María: ¡Ah! Sí, sí ya me acuerdo, y hacían un plano que se movía la cámara para atrás; ¿era ese capítulo?
Samantha: ¿Que salía de la ventana?
María: Sí, y salían todos cantándola en el pasillo.
Que os estéis acordando de esto quince años después me parece una fantasía porque Edurne es mi bimbo favorita de España.
María: Yo de España no he pensado mucho pero Yola Berrocal…
Samantha: Y Ana Obregón, ella tiene una energía muy bimbo. Había un personaje en el Un, dos, tres que, además, se llamaba Bombi y era una tía supermegacañón espectacular, como muy normativa, y que hablaba con una voz muy cándida pero que de vez en cuando hacía un apunte que era como factos.
María: ¿Sabéis quien es una bimbo también? Vicenta de Aquí no hay quien viva. The real one.
Young and Beautiful - Lana del Rey
María: Uf, ella lo es todo.
Es tan fuerte que se haya casado con un cazador de cocodrilos…
María: Es que a ella… como que está un poco fuera de la norma.
Samantha: A ver se ha pinchado Ozempic fijo.
María: Es de esas personas que les importa tanto todo que necesitan estar alejadas del mundo para poder seguir viva.
¿No lo necesitamos todas?
María: Sí, pero si Lana del Rey fuese una celebrity convencional amiga de las Kardashian, que se expone tanto… se suicidaría.
Samantha: Ella es muy sensible.
Y está asustadisima por hacerse mayor.
María: Todo el mundo está asustado de hacerse mayor. En plan, no hay ni una sola mujer que no lo esté, incluso las mujeres que no se operan porque quieren envejecer de una manera natural también están cagadas. Al final, si eres mujer es imposible que estés fuera de ese miedo.
Samantha: Por un lado, te acercas más a la muerte que creo que es una experiencia traumática para todas y por otro, tienes todo el peso de sentirte desplazada en el esquema de deseo.
Ahora que hablamos de todo esto, habréis visto The Substance imagino…
María: Pf, yo vomité después de verla, pero no conscientemente. Me lo pasé genial, fue una experiencia increíble, pero algo se me revolvió en mi subconsciente y me hizo vomitar al salir. Veía todas las escenas y no sentía asco, me encanta el gore, pero la música que acompaña… Todo ese conjunto de cosas se te mete dentro, tía.
Samantha: Si te gusta mucho esa película es porque empatizas mucho con el terror que plantea que no es algo complejo: es ser vieja y fea. Ese es el miedo.
Y es un miedo terrible. Lo que es fuerte es que muchos hombres se rían en el cine en escenas que a nosotras nos tienen compungidas.
Samantha: Eso es porque no empatizan. A mí me impactó mucho la escena en la que ella está intentando dejar la sustancia, se arma de valor y llama a un chico de su antiguo colegio con el que quiere quedar. Se pasa horas arreglándose y cuando se termina de arreglar, se desmaquilla y se vuelve a arreglar…
María: Nunca se va a ver tan perfecta como su versión joven. Esa es la escena más fuerte.
Samantha: Sí, porque no sucede nada, simplemente es el miedo de habitar un cuerpo que detestas y que no puedes cambiar.
¿Cómo os imagináis de mayores?
Samantha: Yo creo que voy a ser una vieja muy guay, confío en esa idea.
María: Tía, ¿tú sabes a quién me recuerdas?
Samantha: A Veronica Forqué.
María: Ojalá Verónica Forqué, ¡gran bimbo! Pero no, me recuerdas a la mujer que cuida de Chopper en One Piece, ¡Kureha!
Samantha: ¡Ah sí! La anciana.
María: MIRAAAA, ERES TÚ. Mírala con el croptop, superputorra. Es como muy pirata, tú eres muy pirata.
Samantha: Yo creo que en otra vida fui bucanera.
El grimorio - Metrika, D.Basto
Samantha: Ella es perfecta.
Un ejemplo de rubia difícil de encasillar como bimbo.
Samantha: Creo que cualquier mujer está sujeta a ese estereotipo, siempre te van a observar como una bruja maquiavélica que retuerce la realidad para jugarse a los hombres o como una pobre absurda tonta que no sabe analizar la realidad de su entorno.
María: Yo creo que a ella la ven como mala.
¿Qué pensarían nuestros padres si escucharan a Metrika? Yo creo que el mío se escandalizaría.
Samantha: Metrika es para un tipo de chica y si no eres ese tipo de chica, obviamente, no te va a gustar porque sencillamente no vas a entenderla.
O la odias o la amas, pero te produce algo.
Samantha: Es muy importante en el panorama musical actual por eso mismo, porque tiene algo impactante, tiene espíritu y tiene carisma.
María: Además, es súper liberador cantar sus canciones. Se sienten terapia, pusieron Ya t has corrido en la playlist de mi cumpleaños, y tía, yo soy en la parte en la que ella chilla, la chillo literal: Hijo de puta (grita). Si llego a saber que salvarte de la depresión me iba a mandar al psiquiatra te hubiera dejado matarte, ¡cerdo cocainómano!).
Brujería - Judeline
María: Me encanta Judeline, la escucho literal cada día. Cuando la conocí disocié mucho entre artista y persona, hice esa diferenciación. A veces me ha dado por escuchar música de Samantha cada día y no pienso en que escuche su música, ni me acuerdo, ni se lo digo, ni se lo comento, ni nada.
Samantha: ¿Sí? No sabía esto, la verdad (risas).
¿La seguís en X desde hace tiempo? No para de manifestar, me está haciendo pensar que funciona.
Samantha: Yo, la verdad, llevo manifestando toda mi vida a ser quien soy. Manifestar es algo chulo porque manifiestas muchas cosas y por probabilidad y estadística seguramente alguna se cumpla.
María: Claro y así sientes que tienes tú el poder en algo.
Vamos, que manifestar no sirve para nada.
María: Es 100% suerte, pero nos hace ser felices pensando que tenemos el control de nuestra alma.
Samantha: También creo que es una buena manera de autoconvencerse y tener determinación. Yo a veces manifiesto un novio y lo consigo.
Pink Pony Club - Chappell Roan
De una estrella a otra estrella, Chappell Roan. Asumo que os habéis enterado de todo el hate que le está cayendo desde que hace dos meses subió unos stories hablando de como muchos fans estaban saltándose todo tipo de límites con ella.
María: Me encanta que esté hasta el coño de sus fans y ese concepto de lesbiana enfadada.
Samantha: Unapologetic.
María: Hay fans que se les va mucho la pinza al final. No puedes acosar así a la gente porque está permitido. ¿Porque está bien visto que acoses de esa manera a alguien por mucho que te guste?
Claro, ¿dónde está el límite entre estar agradecida al público y que respeten tu espacio?
Samantha: Da la sensación de que si expresas algo que no sea gratitud o una conciencia constante de ser afortunada, enseguida pareces una desagradecida. Pero al final, yo soy artista y hago arte. No hablo tanto de mi caso en particular, porque no creo que genere un fenómeno fan como tal; es más una empatía genuina. No siento que haya una posición jerárquica, porque siempre he tratado de ser cercana, y creo que la gente lo percibe así.
María: Nos ha pasado, por ejemplo, con Samantha. Estar con ella y que alguien la siga hasta su casa y luego le diga: “¿Puedo subir?”. Primero, ¿cómo vas a seguir a alguien hasta su casa? Y segundo, ¿cómo vas a pedir eso?
Si pudierais elegir, ¿cómo os gustaría que la gente se acercara a vosotras?
Samantha: Yo si fuera la persona que hace ese approach, preferiría mil veces una conversación o una interacción más espontánea antes que pedir una foto y marcharme rápido por el apuro. Creo que eso es mucho más icónico, más memorable. A menos que sea algo muy gracioso, tipo…
María: ¡David Bisbal!
El vals del obrero - Ska-p
María: Uf, que buen tema, Ska-p a nosotras nos gustaba mucho en el instituto. Literal que tenía una camiseta de Ska-p.
Bien, entonces he acertado con esta canción. Voy a soltar un dardo, me paráis si me paso, pero, ¿hay glamour en ser hijas de la clase obrera?
María: Pues no sé, pregúntaselo a los pijos que les encanta fingir que no lo son.
Samantha: Yo no sé si lo definiría como glamour.
María: A la gente le gusta que seas lo suficientemente de calle, pero que no seas pobre.
Es decir, ¿que parezcas de calle sin serlo?
Samantha: Sí, de hecho, también hay mucho prejuicio en torno a alguien que viene de un entorno precarizado, pero no lo parece y es algo que nos pasa mucho a María y a mí. Sobre todo a ella, porque es una chica rubia, coquetona, que le gusta vestir bien y, claro, lo que no sabe la gente es que las dos tenemos una familia pobre. Concretamente, en mi caso, mi padre es albañil y mi madre es limpiadora. No creo que haya que romantizar la precariedad ni la pobreza. Evidentemente, siento cierto orgullo de mis orígenes y estoy muy agradecida en cierta manera de haber vivido en unos márgenes que me han instigado a tener un sentido crítico.
María: A mí me aterrorizaría lo contrario, pero también te digo que me encantaría que mi madre no hubiera tenido que pasar por los apuros que pasó, ni yo tampoco. A nuestro alrededor tenemos amigas con más y con menos dinero, en general hay una cierta consciencia de clase, aunque quizás quienes vienen de una clase media tienen más de esa consciencia que una persona que tiene siete caballos y me dice: “No, María, es que no es mi dinero, es de mis padres”.
¿Por qué creeis que hay esa cosa de querer no admitir que tienen dinero?
Samantha: Está esa canción superbuena de Pulp, Common People, que dice básicamente que tú quieres ser como la gente normal. Tú quieres vivir con la gente común, tú quieres liarte con la gente común, pero el día que tú estés en tu casa y de repente veas una cucaracha subiendo por tu apartamento de mierda, vas a poder llamar a tu padre y te va a sacar de ahí.
Esto no es una canción política - Zahara
María: Bueno, Zahara… Me puse a llorar cuando la conocí y solo me ha pasado con ella. Me recordó a mi yo de catorce años escuchando Inmaculada decepción. Fue la primera mujer que hablaba de cómo me sentía.
¿Sentís que ella tiene también esa presión de tener que posicionarse?
María: Yo creo que ella lo hace muy bien porque participa de la industria, pero no tiene las dinámicas interiorizadas.
Samantha: Cuando yo le propuse hacer Liturgia se apuntó 100%, al final yo soy una artista queer emergente y ella no sólo no contempló si eso la podría beneficiar o perjudicar sino que además comulgó mucho con mis ideales y se empapó un montón del proyecto.
Señoras bien - Las Bistecs
Samantha: Uf, las Bistecs. Ellas vinieron, sirvieron y se fueron.
“Pepera atropellada, viejas glorias pasadas”. Me recuerda un poco a esas figuras de la Movida Madrileña que ahora nos dan tanta tirria, ¿no os da miedo ser en un futuro unas señoras bien?
Samantha: No, porque creo que estamos muy politizadas, de una manera muy real en la práctica, no sólo discursivamente. Tenemos mucha consciencia, puedes estar rodeada de maricones y no tener ni idea de lo que es el género ni de cómo funciona, ni tener ese interés por formarte.
María: Al final ellas estaban haciendo algo contracultural sin darse cuenta. No ha llegado a nada porque tampoco tenían ninguna base.
Samantha: Una cosa que tenemos nosotras es que nuestro mayor miedo es ser malas personas.
María: Tenemos muchas autocorrecciones y muchísimo miedo de hacer cosas mal. Todo el mundo hace cosas mal, nadie es perfecto, pero tenemos esa autocrítica.
Os revisáis constantemente, ¿no?
María: Sí, porque puedo haber hecho muchas cosas mal, pero hago todo lo posible para no repetirlo.
Samantha: Además, nosotras no somos modernas solo porque estemos en la onda, siempre hemos sido así.
Me quedo contigo - Los Chunguitos
Samantha: El amor es lo único que consigue hacer que tenga esperanza en el mundo. Mi visión de la humanidad y del universo es que es totalmente absurdo, hostil, injusto, prácticamente insalvable, en cierta manera. Frustrante porque no siento que tenga la potestad para cambiar las cosas que a mí me gustaría y sentir que hay gente con la que puedo construir mi pequeña comunidad, con la que puedo compartir esa visión. El amor me hace sentir agradecida de estar viva.
María: Es mi esperanza de futuro. Yo en el futuro no pienso que nada me salve más que el tener a mis amigas y la comunidad que han creado y el apoyo mutuo. El futuro es muy incierto, yo ahora tengo un trabajo y tengo un sueldo, pero a lo mejor mañana no. Pero sé que nunca me va a faltar nada, que siempre voy a poder seguir viva gracias a mis amigas.
¿Os veis juntas en un futuro?
Samantha: Sí, eso lo tenemos clarísimo.
María: Siempre vamos a estar la una al lado de la otra.


Chaqueta DISCO CHERRY, falda REPARTO STUDIO, medias vintage.

Top DOLCE & GABBANA.

Samantha lleva camiseta REPARTO STUDIO; María lleva
chaqueta SANTA MARTA, top MOSCHINO, falda DOLCE & GABBANA.