Tirando de clichés que quizás no deberían tirarse, la llegada de Beéle a Europa por su Tour Morena viene con sonido de maracas. Los aires cálidos caribeños que se han apoderado de Madrid estos días de febrero primaveral puede que sean por su culpa, de hecho. El artista de Barranquilla es todo un alarde de juventud y alegría, con una puertorriqueña sonrisa (aún siendo colombiano) de esas grandes y blancas que llenan habitaciones, y todo lo que transmite le va a juego. Preguntarle por su futuro, aunque se haya hecho, es inútil, solo se preocupa por hacer lo que siente en el momento y vibrar en consecuencia.
En el 2022 ya estuviste por aquí de gira, ¿qué diferencias has visto esta vez con la primera? 
Pues son tiempos diferentes. Hay más canciones, más vibra, el público ha crecido, la familia también. Ha sido una locura. Me encanta venir acá y estoy muy agradecido con la acogida que me han dado. 
¿Te gusta el público español? Al final somos de zonas distintas y puede que las vibras sean también distintas. 
Sí, sí. Hay diferencias, pero siento la vibra y sé que hay algo lindo, algo bonito. Siempre soy muy fan de venir acá porque la cultura es una locura y conocerla a fondo también me llena mucho.
¿Has visto algo nuevo en Madrid que no habías visto en otras visitas?
No he tenido tiempo de irme a tal lugar, no. He sido más de caminar. He estado por ahí metiéndome en un bar, que si una tapita… ¿me entiendes? Muy relajado. Siento que cada vez que he venido, he venido a estar un poco más tranquilo. 
Y hablando de cosas nuevas, ¿has estado tocando tu último single, Toxic Love, en los últimos conciertos de la gira europea?
Por aquí no he tocado Toxic Love, lo quiero tocar con mi hermanito Guaynaa. Pero aquí hemos trabajado muchísimo para darle un concierto increíble a la gente. En uno había como doscientas mil personas.
Eso es una locura, ¿cómo te sentiste al estar delante de tanta gente?
Había tanta gente que no veía el final. Pero eso me hacía sentir tranquilo porque… 
Te disocias un poco, ¿no? 
Exacto. Me concentro más en ver a toda la gente disfrutando. Se siente extraño, pero tú estás ahí en la tuya.
Hemos hablado de Guaynaa, tu última colaboración, y lo cierto es que tú eres un artista que suele compartir mucho espacio. ¿Cómo trabajas esto? Propones tú, te proponen…
Soy una persona que fluye con lo de las colaboraciones. Hay veces en las que sí, estoy hablando con tal artista y nos mandamos canciones, y otras llega el palo por parte del management. Pero fluyo mucho con los artistas.
Tienes una vibra muy personal dentro de lo que es el urbano latino, con ese tono caribeño que te es tan natural. Cuando compartes con otro artista, ¿cómo manejas esa negociación creativa de acercar el tema más a tu estilo o al del otro?
Yo paso de las canciones, no pienso en el ritmo primero; siento que hay que hacer palos al final (risas). Cuando un tema es un palo en cualquier género puede sonar bacano. Cuando fluyo con los artistas así, siempre uno comienza algo, empieza fluyendo y el otro sigue la vuelta. Creo que con la fluidez uno busca la manera de romper el hielo, el punto medio. Hacer lo mejor para el público.
Es verdad que, cuando colaboras con otros artistas, sí que te metes en ritmos más alejados de lo caribeño, pero me parece que cuando trabajas en solitario te centras más en esto y en la fusión africana. En esa champeta tan típica de Barranquilla.
No, de hecho este año vengo a trabajar muchísimas cosas en géneros diferentes. Tengo baladas, tengo trap, tengo reggaetón, tengo afro, tengo dancehall… A mí me gusta hacer de todo. Me gusta hacer música y siento que no tengo un límite en eso. Siento que tengo una esencia para poder darle identidad a cualquier canción.
Pero, de todas maneras, tú al ser un chico criado en el Caribe colombiano, supongo que es muy difícil también huir completamente de tus influencias.
Hay muchas cosas que me conectan con el sitio de donde vengo. La gente que es de allá, de mi ciudad, me identifica completamente por los gestos. Cada canción ya tiene esa esencia y así tengo más espacio para trabajar en otros lados. 
Entiendo. Es que como he leído que tu familia es muy folclórica… 
Como es tan cultural, al final uno vibra en torno a eso, pero lo adapta a la manera en la que el público lo entienda y lo sienta de corazón.
Y haber crecido en un ambiente no tan capitalino, que al final Barranquilla no es Bogotá, ¿te ha supuesto alguna dificultad para encajar en la industria? 
Nunca he pensado en eso, no me he preocupado. O sea, obviamente, tú tienes que aprender muchísimo de esto para poder avanzar, entenderlo y poder trabajarlo de cierta forma en el que se encamine la visión que uno tiene en el corazón.
¿Y cuál es la visión que tienes en el corazón?
Es complicado. Ahí hablaría más mi música porque no puedo responder tanto, ya respondo con el mejor idioma que hay: la música.
A lo mejor tienes una imagen mental de dónde quieres estar en diez o cinco años.
En diez años estoy pensando que tengo que estar más feliz de lo que estoy ahora y haciendo mejor música de la que estoy haciendo ahora (risas). Es lo único que pienso.
Eres un artista muy atrevido, en el sentido de lo que estábamos hablando de mezclar géneros. ¿Hay alguno que te apetezca desarrollar más? ¿Algún género musical que no hayas tocado y quieras probar?
En verdad hay muchos ritmos africanos que me gustaría todavía explorar y que siento que me adaptaría muchísimo.
Ahora está habiendo un movimiento muy fuerte del Afrobeat en Sudamérica. 
Sí, todos están haciendo lo suyo. Se siente como que cuando tienes la playita ahí, todos vibran en esa frecuencia, así bien bacano. Y obvio, yo me pongo a explorar por esos lados porque también siento que la gente en cierta parte se lo espera.
Que la gente espere cosas de ti puede dar miedo, ¿no lo tienes al poder quedarte encasillado por el público?
La gente, en cierta parte, me identifica también por el ritmo caribeño, por el flow que tengo, que se siente muy caribeño. Pero en verdad me dedico a hacer música. Puedo sacar lo que sea, hasta un vallenato, la salsa que he sacado con Danny Ocean, o cualquier otra cosa.
Y ya así para acabar. Siempre se tiene que preguntar por un trabajo de larga duración. ¿Estás pensando o trabajando en tu primer álbum?
Estoy trabajándolo mucho, muchísimo. Me quería apresurar de hace un par de años pero creo que estoy en un punto en el que ya lo estoy trabajando de cierta manera que siento que va a ser un cambio en mi vida completamente.
ACERO-Beele-3.jpg