Ausencia de logos, atemporalidad y patrones y siluetas discretas… El denominado lujo silencioso se ha convertido en las últimas temporadas en la tendencia estrella. Tendencia bajo la que, como siempre, subyace una idea de aspiracionalidad; el deseo de querer ser visto como una persona de una posición social y económica igual o superior a la propia. Es precisamente de esta perspectiva desde la que Víctor Barragán, director creativo de su firma homónima, ha dado forma a su última propuesta para la temporada Primavera/Verano 2024, Quiet Luxury, una reinterpretación disidente y disruptiva de la tendencia que le da nombre (y que es de todo menos eso).
A través de estampados de camuflaje, camisetas gráficas manchadas de sangre y diseños de distintos cortes y patrones, Barragán cuestiona de manera provocadora las consecuencias de la globalización en un lugar cargado de política y militarismo, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles, en Ciudad de México. La visión de Barragán plantea un futuro en el que la religión, la nacionalidad y los símbolos culturales desaparecen a consecuencia de una sociedad cada vez más homogénea.
A diferencia de su propuesta para la temporada pasada, donde exploraba el estilo distópico estadounidense, los diseños presentados en Quiet Luxury son una mera vía para plantear una reflexión sobre cómo los efectos del chovinismo estadounidense (creencia de que Estados Unidos es un país superior en comparación con otros), su hegemonía global y la explotación histórica de México han dejado huella en todo el mundo. Tal y como declaran desde Barragán, “Quiet Luxury hace visible las economías clandestinas de aquellos que facturan tu ropa estilo ‘old money’, y nos pone delante la violencia de esta realidad”.
