Cuando un artista ama lo que hace, se nota. Cuando a ese amor se le añaden dedicación, cariño y una pizca de talento, se nota aún más, por lo menos en el caso de Bajocero X.  Cantante y productor de temas como Dispárame o Bajo la pista, ahora publica CataЯata, un primer adelanto de su primer álbum, disponible a principios del año que viene.
¿Te imaginas Mi carro de Manolo Escobar o  Quién de Pablo Alborán con un ritmo más upbeat y una base electrónica? No hace falta, Daniel ya lo hizo realidad hace unos años (corre a su Spotify para escucharlas). Empezó publicando canciones versionadas que le ayudaron no solo a encontrar una voz propia, sino también la confianza para grabar sus canciones. Desde entonces ha experimentado con géneros como el pop, la electrónica o actualmente el gospel fusionado con la música urbana. Conversamos en esta entrevista con el madrileño sobre esta curiosa mezcla, sus referentes y su trayectoria.
Preséntate para quién no te conozca.
Soy Bajocero X, tengo veinticinco años, soy de Madrid, soy cantante y productor musical.
Tras el nombre artístico se encuentra Daniel López. ¿Por qué decides utilizar este alias? ¿Es un alter ego?
Es algo que lleva conmigo desde que soy bastante pequeño. De chico, mi familia me llamaba así a veces. Sin la X, solo Bajocero. Me molaba mucho hacer snowboard y, bueno, nació un poco de ahí.
Has publicado un adelanto de tu primer álbum, una canción que fusiona gospel con música electrónica. ¿Qué te lleva a combinar dos géneros aparentemente opuestos?
Estoy haciendo mi primer álbum, que es un proyecto en el que estoy fusionando música sacra con música electrónica o más urbana. Estoy mezclando cantos gregorianos, gospel y voces blancas o corales, entre otros sonidos.
En redes sociales explicas precisamente que fue tu abuelo el que te introdujo al gospel. ¿Fue también él quien te acercó a la música? ¿Cómo decidiste emprender este camino?
A mi abuelo le mola el gospel y siempre me dice que haga cosas nuevas y que pruebe sonidos. La música siempre ha estado muy presente en mi vida: mi madre y parte de su familia se han dedicado a la música, yo fui al conservatorio unos años en los que toqué el cello, y luego aprendí a producir canciones con dieciocho años a través de internet, que es como he aprendido todo lo que sé.
En tus inicios versionabas canciones como Nunca estoy, de C.Tangana, o Mi carro, de Manolo Escobar. ¿De qué manera te han ayudado a encontrar tu voz personal?
Me ayudó bastante porque lo que me molaba era coger esas canciones que me gustaban y llevarlos a un lugar diferente. Me permitió descubrir parte de mi sonido acercándome a otros ya hechos, pero retándolos a convertirlos a otra cosa.
Háblanos más sobre el momento concreto en el que decidiste dar el paso y lanzar tus propias canciones.
Llevaba años queriendo hacerlo, pero al final nadie te enseña cómo sacar música. Es un proceso largo en el cual, si eres artista emergente y no tienes a nadie detrás, necesitas mucha paciencia, dedicación y cariño para ir siendo capaz de hacer las cosas como te gustaría.
La primera canción que saqué fue de forma más impulsiva. Tenía ganas de hacerlo, investigué un poco cómo se hacía y subí una versión de C. Tangana. Luego me tomó más tiempo empezar a subir lo demás. En mi caso, sacar música está siendo algo que veo a largo plazo. No tengo prisa ni quiero tenerla. Respeto mucho mis tiempos y mi proceso, creo que eso es sagrado y que no puedo forzar nada.
Desde entonces has realizado varios proyectos, entre los que se encuentra tu candidatura para Eurovisión en 2023. A pesar de no quedar entre los finalistas, sí que lo hiciste entre los cinco suplentes del Benidorm Fest. ¿Qué aprendiste de ello?
Me presenté un poco por las risas, no esperaba que me fueran a coger. En ese momento acababa de empezar a sacar canciones, y además la que subí era una demo de Dispárame, diferente a la versión final. Si me hubiesen seleccionado, no estoy seguro de haber aceptado en ese momento. Creo que no estaba preparado para hacer algo así todavía.
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Dos años después, hay público que pide que vuelvas a presentarte. En este punto de tu carrera, ¿te verías capaz de intentarlo de nuevo?
Respeto y soy un gran fan de Eurovisión y del Benidorm Fest y admiro mucho a todas las personas que se atreven a hacerlo. A mí me gusta mucho el festival y creo que podría ser una experiencia muy guay. Nunca me cerraré a ello.
¿Con qué canción te presentarías?
No lo sé, la verdad. Tendría que pensarlo bien. Lo que sí que tengo claro es que tendría que ser una canción que me volviese loco, que sintiese que me representa mucho.
¿Cómo es el proceso de producción de tus temas? ¿Te gusta experimentar?
Lo que más me gusta es experimentar, es algo que siempre he hecho, desde que soy pequeño. No solo en el ámbito de la música. Me aburren las cosas que conozco y permanecen iguales durante mucho tiempo, y disfruto mucho del proceso de descubrir cosas nuevas, de cambiar la realidad que conozco y de no quedarme en un mismo lugar. Soy muy nómada en este momento de mi vida.
Para este disco no me he puesto límites, he experimentado y mezclado tantos géneros… No tengo un proceso concreto. Al principio suelo ser bastante caótico. Comienzo con una gran lluvia de ideas. Abro mil pistas, hago cientos de melodías, líneas de sintes, ritmos, samples, etc. Y cuando tengo 72349 pistas, comienzo a darles un sentido, a eliminar mucho que no me sirve y a ordenar.
En Bajo la pista dices: “Papi, nos lo montamos hasta en una trinchera”. Le cantas a otro hombre. ¿Qué te ha motivado a hablar abiertamente de tu sexualidad en estas canciones?
La verdad que nada. Soy bisexual, me gustan los tíos y en mis canciones simplemente hablo de mi realidad.
Estos últimos años, España se ha visto sacudida por una oleada de agresiones contra el colectivo que parece que solo va en aumento. ¿Consideras que tu música es un buen altavoz para denunciar este tipo de violencia?
Creo que las listas de éxitos en España están un poco podridas, y al final son un reflejo de lo que la sociedad escucha y entiende. Falta diversidad, y creo que hay un montón de propuestas diferentes muy interesantes. No sé si mi música es un altavoz, ojalá lo pueda llegar a ser y haya personas que se sientan más comprendidas y les haga sentir más normales.
Como hemos mencionado al principio, el single es un adelanto de tu nuevo álbum ¿Qué podemos esperar de él?
Podéis esperar un proyecto intenso, experimental, emocional, duro, agresivo, gritado, sensible y muy mío. Es lo más mío que he hecho nunca.
Cuéntanos sobre tus planes de futuro.
Ahora mismo mi único plan de futuro es terminar este álbum. Llevo con él ya un año y medio y ha sido un gran reto sacarlo adelante. Tengo muchas ganas porque me gusta mucho y porque tengo ganas de ver qué próximos pasos me apetece dar. De momento, trabajar mucho en el proyecto que, si todo sale bien, saldrá en enero de 2025, y luego espero que muchos conciertos y nueva música, diferente, desde otro lugar.
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