Hola, soy Andrea, una artista multidisciplinar especializada en la ilustración digital. Nací y crecí en el típico pueblo polígono del extrarradio de Barcelona en el que no había mucho que hacer y eso hizo que siempre prefiriese estar dibujando en casa. Me pasaba el día jugando a MMORPGs de fantasía, ojeando libros de arte de Evangelion y jugando con disfraces. Tener una hermana bastante mayor que yo me hizo tener un acceso demasiado temprano a Internet; mi cerebro se sobrecargó de visuales de las webs de los 2000. Es por eso que todos mis trabajos nacen del recopilatorio de todo esto que absorbí desde la infancia: ojos saltones, colores vibrantes, emociones exageradas y un halo de fantasía. 
Artículo extraído de ACERO vol. 8, publicada en julio de 2024. Hazte con tu copia aquí
Empecé a dibujar de pequeña calcando los dibujos de los mangas que coleccionaba. Mi sueño del momento era ilustrar mi propio cómic. Dibujaba pequeños fanzines, sin saber aún qué era eso, para mis amigas de clase. A los 12 años mis padres me compraron mi primera tableta gráfica en un salón del manga de Barcelona. Lo siguiente que supe es que llegado el día quería estudiar Bellas Artes en Barcelona. 
La carrera me dejó confusa durante un tiempo, había muchísimas disciplinas artísticas y quería aprenderlas todas, me aterraba poder perderme algo. Llegué a hacer videoarte, performance e instalaciones. Me apuntaba a todas las asignaturas que no tuvieran que ver con el dibujo para no dejarme nada por hacer. Al final todo eso me hizo ver que lo que a mí me hacía feliz era la ilustración.
Al principio no entendía por qué me gustaba tanto. Pero con el tiempo he aprendido que soy una persona que procesa las emociones de una manera muy caótica e ilustrarlas ha sido una herramienta básica para canalizarlas. No es difícil ver que casi todos mis trabajos están influenciados por las emociones que siento o he sentido hacia otras personas. El proceso de pasar todo eso al dibujo es algo casi terapéutico para mí porque siento que hago las paces con esos sentimientos. 
Siendo sincera, cuando empecé a compartir mis trabajos por Instagram me asustaba mucho. Me sentía supertonta y vulnerable, pero al final, ver que he llegado a tantísima gente con algo que creía solo mío me ha hecho sentir más acompañada en el proceso que es el ser una tía un poco intensa. 
Pienso en todas las personas que me escriben porque quieren tener alguna ilustración mía o simplemente me agradecen haber creado algo y aún no me lo creo. Preparo paquetes con trabajos que van a Nueva York, Berlín o Tokio y me vuelvo loca. Ser fiel a lo que quiero me ha llevado a conocer a personas que querré para siempre, a hacer colaboraciones soñadas con marcas que me encantan y a trabajar para artistas a los que siempre he admirado muchísimo. 
Entre otros encargos y algún que otro artwork personal, ahora mismo estoy trabajando en una novela gráfica para una editorial que me encanta. Soy muy impaciente y me condena la necesidad del beneficio inmediato, por lo que me está suponiendo un reto dibujar algo que tardará meses en poderse dar por terminado. 
En cuanto tenga estos proyectos cerrados, intentaré darme un espacio para poder experimentar un poco más con lo que hago y no estancarme. Al tener más trabajo entre manos, tengo menos tiempo para poder investigar con el dibujo. Hace poco me mudé cerca de la montaña, esto me ha hecho incorporar en mis trabajos elementos de fantasía y naturaleza que tengo muchas ganas de seguir ahondando en cuanto pueda. Le faltan horas a mi día, pero me sobran ganas de hacerlo todo. Tengo tantas cosas que explicar que si no lo hiciera, se que algo en mí se rompería.
CAPRICHO.jpg
DEMONS.jpg
EL-AMOR.jpg
FOREVER.jpg
MOTOMAMI.jpg
ULTRAVIOLETA.jpg