Hay discos que llegan como una ráfaga, veloces y efímeros. Y luego están los que aterrizan con calma y se ganan su sitio con sutileza. Top Hits, Ballads, etc…, el primer álbum de Amore, alias artístico de María Moreno. Con solo veinticinco años, la artista murciana lanza este disco como una carta de presentación tan honesta como ambiciosa: una muestra de todo lo que es y todo lo que puede ser. Un collage sentimental, híbrido y profundamente personal, donde demuestra su versatilidad y un oído finísimo, desafiando etiquetas sin soltarle la mano al pop.
El título del álbum ya lo advierte con descaro: aquí hay hits, hay baladas, hay experimentos. Pero todo ello se construye con un detalle y un mimo casi artesanal. Amore ha construido una vidriera donde lo clásico convive con lo retorcido, y lo íntimo se proyecta como espectáculo. Trip-hop, ambient, pop maximalista, una jota camuflada y hasta ecos de música clásica. Todo cabe en esta coctelera, siempre que esté bien batido, y es que la producción tiene mucho peso en esta alquimia. Con una base minimalista firmada por Dinamarca, se enriquece con aportes de Loukeman, Luca Durán, Irenegarry y otros talentos que introducen texturas más ásperas, rugosas, casi sucias.
Pero el verdadero hilo conductor, el pegamento de todo el disco, es Amore misma. María firma como productora en todos los temas, y se nota: hay una mano firme detrás de cada corte, una narrativa clara que recorre los surcos con intención y devoción. No hay relleno ni azar. Cada canción es una pincelada de un retrato más grande: el de una artista que se busca a sí misma sin miedo a tropezar.
En este disco se ama, se sufre, se desea, se baila. Y todo, con letras que no buscan la metáfora inalcanzable, sino la emoción directa. Amore ha aprendido de grandes como Javiera Mena, con quien colabora en Evangelion, el arte de lo simple con profundidad: frases cotidianas que golpean hondo. Amiga reflexiona sobre los errores en una amistad, mientras que Peléame!!! explora la autoafirmación a golpe de imperativo, en un diálogo interno entre María y su alter ego artístico. En Delirio, la sensualidad es reina, aunque nunca obvia; e Infinity 2024, con su ambientación galáctica, cierra el disco en una nota melancólica y expansiva.
Hay también guiños pop más tradicionales. En I Gotta Feeling , homenajeando a los Black Eyed Peas, o Juvenil, con estructura clásica y producción barroca, confirman que la artista sabe jugar en todos los terrenos, pero siempre con estilo propio.
El universo de Amore no se entiende sin su dimensión física y visual. En Amore Listening Party, un cortometraje de siete minutos dirigido por la propia artista, María propone una escucha pausada, sensual, casi ritual. Es su forma de ir a contracorriente en una industria que lo quiere todo rápido, mascado y viral. Aquí, el tiempo se saborea. Se confía en la mirada del espectador, en su capacidad de detenerse, de sentir. Las coreografías de Virginia Martín, compañera habitual de María y cómplice creativa, no solo acompañan, sino que encarnan la música: traducen las emociones en movimiento, en gestos que huyen del cliché para habitar lo sutil. El vestuario, a cargo de la estilista Agustina Piriz, y la realización del dúo visual Fomotrauma completan un imaginario cuidado hasta el mínimo detalle.
Todo este trabajo no es accesorio, es una parte esencial del álbum. Lo escénico y lo visual no visten a la música, más bien la expanden. Y en directo, como ocurrirá el 11 de junio en la Sala But de Madrid, ese universo se vuelve cuerpo. Con coristas, bailarinas y realización en vivo, la artista promete un show en el cual más que pisar el escenario, lo habita, lo hace suyo.
Lo importante para Amore no es encajar en moldes ni buscar la aprobación general. En sus propias palabras, lo fundamental es quedarse satisfecha con lo que ha hecho y que el álbum llegue a quien tenga que llegar. No busca gustar a todo el mundo: busca resonar con los suyos, con quienes sientan, bailen o piensen desde el mismo lugar. Este debut no es solo una carta de presentación, es un golpe en la mesa con guante de terciopelo. Una propuesta honesta y valiente que no tiene miedo a ensuciarse, a divertirse ni a ser cursi si hace falta.
Porque Top Hits, Ballads, etc… no pretende alcanzar la perfección, sino ser auténtico. Y en esa verdad, María Moreno se afirma como una de las voces más frescas y necesarias del panorama musical actual. Estad atentos a su nombre porque ha llegado para quedarse. Y para bailarse.
Track favorito: I Gotta Feeling.