Estamos en shock al decir esto pero, el B●Series23 acabó el viernes pasado. Nuestra suerte fue que pudimos acudir los dos conciertos que cerraron el ciclo, Yung Beef y Amore + Dora. Dejemos de lado al Gangster Paradise por un segundo, y hablemos del eclipse con el que estas dos nos cegaron. El nuevo imperio pop está aquí, y por qué no decirlo: está en sus manos. Te contamos todo.
Si el layering va de superponer prendas y formar capas en el outfit, en música sonaría como las canciones de Amore. En ella conviven multitud de sonidos y géneros, del pop al techno y de ahí al experimental y al urbano, que se solapan, se entremezclan y se homogeneizan junto a su voz. Todo esto es fácil de ver, quiero decir, te metes en su perfil de Spotify y lo pillas al vuelo, pero de su actuación el pasado viernes, me quedo con algo que solo se ve más allá de la pantalla. Y es que, si Lola Flores decía que el brillo de los ojos es algo que no se opera, por algo lo diría. Amore proyectaba ilusión y orgullo por sí misma sobre el escenario. Pizpireta, cantando al unísono junto al público todo su EP Usted está aquí y con Simona su canción Parque de la primavera.
De Dora ya lo hemos dicho todo. Cuando hablamos con ella hace unos meses mientras la fotografiábamos como una de las portada de nuestro último número, todavía estaba con los nervios de Rainbow, la última película de Paco León de la que es una de las protagonistas. Dora es un relámpago de energía, y pura templanza; dulce, pero ambiciosa. Tanto que verla actuar y no pensar en la mochila artística con la que carga es prácticamente imposible. El viaje de Dora no ha hecho más que empezar, y su último EP Sin prisa no quiero morir es su ultimate statement y el principio del todo.
Si la nueva ola pop suena así, creedme, no hay de qué preocuparse. El talento, la ilusión, la magia, todo está en ellas. De aquí partimos al otro lado: nos vamos a Yung Beef, a los sonidos de pistolas y lluvias de billetes. Stay tuned.