Si hay algo que define a Álvaro de Luna es su autenticidad, esa conexión honesta con su arte que parece dialogar constantemente con la luna. En su colaboración con la firma de joyas UNOde50, este símbolo no solo inspira, sino que brilla como epicentro de una colección de tres piezas únicas que abrazan la esencia del cambio sin perder la identidad. Las joyas, al igual que la música del artista, invitan a celebrar lo inquebrantable que hay en cada uno de nosotros: nuestra esencia. Este espíritu se materializó en una noche mágica que, bajo la luna creciente, fusionó diseño, música y una aura casi mística en la UNOde50 Art Gallery de Madrid.
Durante la presentación, en una atmósfera que parecía vibrar al ritmo de las fases lunares, asistentes como el grupo Marlon, Paula Koops, Hugáceo Crujiente o Anita Matamoros fueron testigos de una velada cargada de inspiración. Telescopios para observar la luna, conversaciones que fluían entre copas, música y piezas de joyería, se conjugaron para crear un espacio donde reinaban la creatividad y lo auténtico. Para culminar la noche, Álvaro ofreció un concierto acústico que hizo bailar y cantar a todo pulmón a lxs asistentes con temas como Todo contigo, Portarse mal y Juramento eterno de sal.
UNOde50, fiel a su esencia transgresora, no solo celebró una nueva colaboración, sino también un modo de entender el arte y la vida. Desde sus inicios, la firma ha apostado por el diseño sin filtros, y esta unión con Álvaro de Luna reafirma su compromiso con quienes se atreven a ser auténticos. Esa noche, la luna no solo fue testigo, sino cómplice de una fiesta que celebró la belleza del cambio, la fuerza de la autenticidad y la magia de ser uno mismo. Como bien dice el cantante, “no significa ser siempre igual sino ser fiel a lo que somos en cada momento. Aceptar que cambiamos, pero sin perder nuestra esencia”.