Metrika, Bon Calso, Israel B, y hasta catorce nombres brillaron por derecho propio en el cartel de All Star, el concierto que la productora y discográfica All Nighters organizó la semana pasada para celebrar la navidad y de paso sacar músculo presentando a buena parte de sus artistas. Importante destacar que los beneficios de la noche se han destinado a ANAA, o lo que es lo mismo a la Asociación Nacional Amigos de los Animales. Entre barras, riffs punks y algún que otro pogo, quedó claro que la cantera es amplia. Y el público, impaciente.
Llegada la hora del concierto, se van concentrando en El Sol públicos de diferente pelaje, nada extraño si tenemos en cuenta que los artistas que actuarán esta noche son también de lo más variopinto. All Star se plantea como una suerte de showcase donde podremos ver un poco de todo, pero donde no habrá oportunidad de detenerse demasiado con ninguno de los artistas. ¿Tampoco en en el de Métrika o en el de Israel B? Tampoco. Y posiblemente esto es algo que no haya gustado a los más fans, pero, oye, estamos aquí para pasar un buen rato y descubrir nuevas voces. Y esto ya os digo yo que se consiguió con creces.
Lucy Morry fueron los primeros en salir, con su dream pop etéreo y atmósferas que parecían sacadas de una película indie, de la que nos sacó de golpe el bajo ensordecedor de Nueve Desconocidos, el proyecto de Ares Negrete a quien por cierto entrevistamos en el nuevo número de ACERO que ya tenéis en las tiendas. Entre el punk, la electrónica y cierto poso siniestro, Ares a veces parece la encarnación desquiciada de Eduardo Benavente, con CKV rasgó tímpanos y puso a bailar al personal. En algún momento del año que viene saldrá su álbum y por aquí no podemos tener más ganas.
Cuando el público aún intentaba recuperarse, salieron al escenario Nadie Patín con su skate pop melódico y pegajoso con el que consiguieron arrancar el primer (y último) pogo de la noche. Aunque breve, la euforia del momento pareció compensar la falta de continuidad del show. Tras este calentamiento, La Reina Mora y l0rna trajeron los primeros sonidos más urbanos. El recinto pareció venirse abajo con los chillidos de la gente mientras interpretaban Tu ex y aquí ya empezamos a notar un patrón: el público no estaba aquí para descubrir cosas nuevas, sino para corear a sus ídolos. Les siguieron los pesos pesados: Bon Calso, Israel B y por supuesto, Lowlight y D. Basto. Tener a todos estos artistas bajo el mismo techo la misma noche es ya motivo de celebración, pero los dos temas que interpretaron cada uno supo a poco. “¿Ya está? ¿Sólo dos?”, preguntaba un mullet incrédulo después de que Bon Calso dejase el escenario tras cantar su último tema Héroe. “¡Esperaba por lo menos tres!”. Dos, tres, ¿qué más da cuándo tienes la oportunidad de ver a todos estos artistas del tirón? La euforia colectiva llegó en cuanto Metrika salió al escenario, con las primeras filas entregadísimas dándolo todo y gritando cada palabra a todo pulmón: “Olor a perfume caro y tabaco”. Un himno, si me preguntas.
En All Stars todos los artistas brillaron, aunque fuese brevemente. Y si bien es verdad que nos habría gustado tener a cada uno un poco más de tiempo en el escenario, debemos reconocer que el formato es ideal para descubrir nuevos nombres. Y es que ahí radica el encanto de este formato: la sensación de estar viendo un destello fugaz de lo que vendrá con más fuerza si cabe en este 2025 que ya tenemos a la vuelta de la esquina.