Con los pies en la arena de Cabo San Lucas y el corazón tatuado con hip hop, Alemán es uno de esos artistas que no se pueden entender sin su raíz. Desde los días en que vendía jugos en la calle hasta llenar auditorios y rapear con leyendas como Snoop Dogg o Cypress Hill, su historia es la de un hustler hecho a pulso, pero con brújula moral. En cada verso suyo hay algo del surf, del slang de Baja, del orgullo de ser mexicano y de la escuela que le dejó su padre b-boy. No solo rapea, vive el rap: lo baila, lo viste, lo canta y lo exporta.
Entrevista extraída de ACERO vol. 11, publicada en julio de 2025. Hazte con tu copia aquí.
En esta charla, Alemán habla sin filtro de reconciliaciones, duelos, sueños cumplidos y metas que no paran. Desde su reencuentro con Gera MX hasta su paso por Japón, pasando por pasarelas de moda y colaboraciones soñadas, su carrera es prueba viva de que el rap mexicano está más fuerte y global que nunca. Y si algo queda claro al escucharlo, es que no se trata solo de música: es cultura, es familia, es camino.
Has resaltado que desde chiquito aprendiste a ser un hustler, pero no un maleante. ¿Cómo llegó ese aprendizaje y cómo lo aplicaste a la música?
Pues desde pequeño mis papás me pusieron a trabajar muy fuerte, me enseñaron a valerme por mí mismo, me pusieron un puestecito de dulces, luego a vender tortas, jugo de naranja… Por eso fue que aprendí a ser un hustler desde pequeño pero también diferenciando el lado bueno y el lado malo. Yo siempre he dicho que la educación empieza en casa, uno sabe lo que está mal y lo que está bien. Y qué bueno que encontré esta bendición que es el hip hop, que fue lo que nos sacó adelante y lo que nos mantiene hoy en día estando bien.
¿De qué forma la cultura de Cabo San Lucas, crecer ahí, influye tu música?
Totalmente, 100% influye en la forma en la que tengo mi delivery, mi slang, que solamente se usa en Cabo San Lucas. Creo que eso fue lo que me diferenció al principio cuando empecé a viajar en las primeras rapeadas, con la forma de hablar de Cabo, de California Sur. Eso fue creando mi flow poco a poco. También el estilo de vida de la ciudad algo más relajado, la playa, el skimboard, el surf, el skate… Yo creo que es una combinación que la digo hasta en canciones, que nosotros somos raperos y surfers.
Tu papá era B-boy, ¿qué recuerdos tienes de recibir el hip hop de él?
El más bonito recuerdo de mi vida: él me llevó a mi primera rapeada a los trece años. Cuando íbamos a primero de secundaria nos enseñó a bailar breakdance a mí y a mis amigos, que teníamos una crew en la escuela. Mi papá nos enseñó a hacer el reloj, el resorte… Él fue el que verdaderamente me acercó al hip hop, son los recuerdos que más guardo, de estar bailando con él break dance, que él estuviera brincando en las rapeadas, hasta haciendo slang… Son los recuerdos más bonitos que tengo, y fue todo gracias a él. Desde que decidieron ir a Cabo San Lucas a vivir, yo crecí allí, mis primos, tíos, sobrinos. Sin duda mi papá es una pieza muy importante por la cual yo soy un rapero.
¿Cómo nació la idea de tu último álbum, De vuelta a las andadas, y qué querías explorar musicalmente después de Haciéndolo fino?
La idea de hacer un disco como De vuelta a las andadas surgió después de producir Haciéndolo fino que era un disco totalmente introspectivo en un punto en la vida donde tenía muchas preguntas acerca del hombre que yo era y hacia dónde iba tomando mi carrera, y es un álbum muy introspectivo con sonidos muy profundos. Entonces de ahí empezó a surgir la idea de renacer el trap en México, ya que también con toda la bola de música mexicana que salió en esos tiempos desde 2022 empezamos a ver la necesidad de hacer un disco como este totalmente trap, apegado más al lado funk del West Coast y tomando las bases del trap que nos definió a nosotros con canciones como No la puedo dejar, Let me Fly o Levantón. Canciones que definieron mucho nuestro estilo de trap en México. Lo reafirmamos entonces en este 2025 con el regreso del trap, este álbum tiene esa vibra de disfrutar el disco totalmente junto a los ritmos, más que con la lírica. Dejarse llevar por ese sonido que te hace ir en el coche despierto, es un sonido que va para arriba siempre.
¿Qué etapa personal estabas atravesando cuando empezaste a trabajar en este disco y cómo influyó en su energía y concepto?
El concepto de este álbum surge cuando después de Haciéndolo fino saco Confesiones, que fue un álbum en el que me desahogué porque venía de una etapa muy intensa en mi vida de mucho aprendizaje. Fue en esa etapa donde también tomé un break de mis relaciones personales, y estaba completamente solo. Fue otra vez regresar al barrio con compas que no había visitado, encontrarme otra vez con ellos y reafirmar que quería hacer este nuevo álbum. Insisto en que no es un álbum para liricistas, es para la gente que lo quiere pasar bien. No deja de tener barras pero están encaminadas hacia otra cosa, no es algo profundo como podían ser los otros dos. El concepto de este álbum empieza desde una libertad de expresión hasta física. Es regresar a las raíces no solo de fuera sino también interiores, volver a ese ser feliz al que le vale madre todo.
¿Cómo seleccionaste a los artistas con los que colaboras en este disco y por qué era importante reunir esas voces ahora?
Es verdad, es un álbum lleno de colaboraciones, con muchos colegas como Yung Sarria, que la gente llevaba esperando una colaboración nuestra hace más de cinco años, o La Santa Grifa, siempre me habían pedido una colaboración con él. Para mí está dentro del top mexicano y me gusta en lo personal su estilo.
Me parece interesante la presencia del reggaetón en este disco, ¿qué representa para ti colaborar con artistas como Neton Vega o K-Young?
Dentro de este álbum metí tres canciones de reggaetón que no pueden faltar al ser una celebración. En una fiesta no puede faltar reggaetón, por eso metí Te quería ver con Neton Vega, que ya la conocen, está tronando en México. Viene otra canción con El Bogueto que se llama Panas y viene otra que se llama Rosé con El Jordan 23, también muy buena. Creo que las tres van a tener mucha relevancia. Por ahí también se van a encontrar a gente modo leyenda como K-Young, muy reconocido en Estados Unidos, lo fue en su tiempo, en los dosmiles, y otra vez regresa. Decidí meterlo en el álbum porque tenemos muchos amigos en común, y colabora por ahí con grandes de la música como Chris Brown, de la clica del Nipsey Hussle también. Es importante tenerle, contar con leyendas del hip hop es una forma de dar reconocimiento a nuestro trabajo.
Este es un momento muy poderoso para la música mexicana. Desde que empezaste, ¿cómo has visto que ha cambiado y crecido todo el movimiento del que formas parte y el de la música mexicana en general?
Impresionante, un crecimiento supermasivo. Lo que antes eran conciertos de trescientas personas, ahora son rapeadas de cinco mil. Es llenar auditorios, un palacio de los deportes, el Pepsi Center… Hasta los mismos artistas mexicanos llenan los foros GNP, artistas de corridos, artistas urbanos, creo que es impresionante y yo en lo personal me siento muy contento de que sigan brotando talentos en México, hay de todo: reggaetón, hip hop, corridos, música electrónica, house, etc. Están saliendo muchos artistas muy buenos y creo que no va a parar, la música mexicana va para arriba y va a seguir creciendo mucho.
“Están saliendo muchos artistas muy buenos y creo que no va a parar, la música mexicana va para arriba y va a seguir creciendo mucho”.
Hoy los raperos también pueden ser modelos o empresarios. ¿De qué formas te gustaría impulsar tu carrera en los años que vienen?
Exactamente ahorita estoy incursionando en el fashion, el urbano sobre todo, que es lo que me gusta. Antes de ser rapero yo ya me vestía como rapero. Una de las cosas por las cuales me uní a la cultura fue por el swag, por la ropa, por los sneakers. Y ahora ya van tres veces que voy a la Fashion Week de París. En Nueva York también hice una pasarela con Ricardo Seco. Ahora estuve en París en el Billionaire Boys Club con Pharrell. Me siento contento de hasta dónde ha llegado el hip hop, yo soy rapero aunque haga beats de reggaetón, electrónica o un corrido. Mi base es el rap y es genial que los raperos mexicanos se abran camino en el fashion. Me gustaría incursionar más en eso, seguir manteniéndolo ahí a ver dónde puede llegar, algún día incluso diseñar ropa y también incursionar en el cine. Me gustaría producir un par de cortometrajes o incluso actuar también.
Has grabado con Larry June, con B-Real, con Snoop Dogg. Cuéntame de esas experiencias, ¿qué se siente y qué has aprendido de ellos?
Cuando tuve enfrente a Snoop Dogg fue como un sueño hecho realidad, una forma de llenar ese gran amor que tengo por el género. Me siento muy dichoso de tener esas experiencias. Larry June me invitó a San Francisco, formé parte de su último disco, me llevó a su barrio, conocí a su gente, era la primera vez que un rapero mexicano estaba allí con ellos. Yo también sé que ahora se están rompiendo esas estructuras sociales, antes estábamos segregados los mexicanos, los negros, los chinos, los güeros. Ahora se rompen esas barreras culturales, el rap está cambiando esas cosas. Ya nos toman como parte de la cultura del hip hop. Cuando conocí a B-Real, porque tuve el placer de trabajar con Cypress Hill, recuerdo que ellos me comentaban que tenían como unos dos o tres años que no se juntaban y que lo estaban haciendo esa vez por mí para hacer el disco de Huracán. Son cosas a las que les tengo mucho cariño y le doy gracias a la vida por esas experiencias. Son cosas que me tienen más enamorado del hip hop y que las voy a escribir algún día en un libro.
¿Cypress Hill era importante para ti de pequeño? ¿Cómo?
Pues sí, fue toda una escuela escuchar todos los discos de Cypress, y más el de Los grandes éxitos en español. Cuando salió ese disco cambió toda mi perspectiva de la forma en la que veía el hip hop, lo abordé un poco más de barrio, más agresivo. Me identifiqué mucho con ese disco porque se me hizo muy parecido a los de Control Machete, y creo que también eso definió mucho el estilo que luego yo empecé a crear. Definitivamente, esos beats y ese sonido que tenía Cypress fueron una gran inspiración. Las primeras canciones eran buscando ese vibe, y cuando grabé con ellos fue cerrar un círculo: el estar frente a ellos y aprender de ellos. Hasta la fecha sigo aprendiendo y sin duda Cypress es un gran referente en mi carrera.
¿Con qué otra estrella de Estados Unidos te gustaría colaborar?
Ay, hay muchos con los que me gustaría colaborar por ahí. Está Westside Gunn, de Griselda, que siempre quise grabar con él. Hay una canción en camino que se grabó en París. Me gustaría mucho colaborar con Kendrick Lamar, con Travis Scott, 50 Cent, Lil Wayne, con Ice Cube... Todos, todo es posible. ¿A quién no le gustaría grabar con Eminem? ¿Y a quién no le gustaría grabar con Drake? Todo es posible, yo ya aprendí que no hay imposibles en esta carrera, y que solamente hay que trabajar duro para llegar a esos objetivos.
¿Cómo estuvo tu paso por Japón el año pasado? ¿Qué hiciste allá y de qué forma te inspiró?
Hice una gira por Japón, tuve unas fechas con Cookin Soul en lugares pequeños para trescientas personas, y me sorprendió mucho que hubiese fans de Alemán que tenían todas las portadas de mis álbumes, fotos, pósters… Se siente muy bonito que del otro lado del mundo te escuchen. Fuimos a cumplir con estas fechas, y también estuve aprendiendo sobre la cultura japonesa en Tokio. Me empapé de toda esa cultura y me gustó mucho aprender de ahí, porque literalmente viven en el futuro. Antes decía que mi ciudad favorita era Nueva York, pero ahora que visité Tokio y me quedé con la boca abierta creo que me quedo con Tokio.
¿Qué significó para ti reconciliarte con Gera y poder volver a hacer música con él?
Pues fue reencontrar esa amistad que se había perdido por la competencia de la industria del hip hop. Fue recuperar a un amigo, un hermano con el que dejé de hablar casi ocho años. Fue muy emotivo reunir fuerzas, reencontrarme con esos sonidos, con esa hermandad que siempre había estado, pero se había roto por pleitos y por orgullo. Sobre todo, es que de verdad, me hizo sentir un poco más en familia, más respaldado. Ahora Gera sabe que si viene a Cabo San Lucas cuenta conmigo, yo sé que si voy a Guadalajara cuento con él, y eso también es bonito, es lo que te deja el hip hop, grandes hermanos. Se viene el Rich Mafia Vol. 2, y créanme que está diez veces mejor que el álbum anterior.
Cuéntame del proceso del álbum Rich Mafia Vol. 1. ¿Cómo ha sido de distinto a otros discos de tu carrera?
Lo distinto fue que unimos las fuerzas, y lo bueno es que ahora podemos buscar los productores que queremos, viajar por el mundo y encontrar ese sonido. Tenemos las mismas ganas y el mismo orgullo de levantar el estandarte del hip hop como el primer día. La única diferencia es que ahora traemos con queso las quesadillas. Ahora ya no ponemos peros, ya no nos preocupa si podemos conseguir algo o que no tengamos para pagar un vídeo. Creo que eso le da valor a lo que es la Rich Mafia.
C. Tangana no es un hombre que haga muchas colaboraciones, ¿cómo fue eso y cómo es tu relación con él?
C. Tangana es mi compadre, mi gran amigo de hace más de diez años. Siempre ha estado conmigo desde que empecé. Nos contactamos porque somos grandes amantes del rap, y para mí C. Tangana es uno de los mayores raperos que hay en la industria, un gran artista, y más que lo admiro como artista lo admiro como hermano, como compa. Nunca nos deja abajo, siempre está ahí. Fue el primero que se sumó, y ya me ha dicho que tenía que estar en este disco de reconciliación. Siempre se lo voy a agradecer, el haber estado para mí al 100%. Es un gran amigo, lo quiero mucho y esperen más música juntos porque es mi compadre y vamos a seguir haciendo música.
Tú has renovado tu sonido desde que empezaste. Has pasado por el boom bap, por el g-funk, por el trap, por la electrónica. ¿Qué estilos te llaman la atención hoy?
Hoy en día me llama la atención todo, la verdad, cualquier cosa donde se pueda rapear, hasta una ópera, lo voy a hacer. Un guapango, una salsa, una cumbia, un reggaetón, un merengue, con violín, guitarra, acapella, como sea. Antes no tenía tan desarrollado el oído, ahora es como que me nace esa inquietud por navegar entre los ritmos, estoy en una etapa donde “I am Music”, como tiene Lil Wayne tatuado en la frente. Yo siento lo mismo ahora, del rapeo se pasaron a las melodías, las percusiones, los ritmos, y creo que ya me convertí en música universalmente y es en el momento en el que estoy, hacemos de todo, ¿lo quiere para aquí o pa’ llevar?
Has hablado de que tu mensaje se ha hecho más positivo conforme te has hecho mayor en el rap. ¿Cómo ha sido madurar y aprender en un género que a veces es muy para la juventud y la vida rápida?
Yo no soy una persona que puedan tomar como ejemplo, la verdad, mi música habla de todo. De vuelta a las andadas sucedió porque estaba teniendo un duelo con la muerte de mi papá, y a decir verdad recaí en la fiesta, en los excesos, en tratar de esquivar esa realidad que me dolía mucho. Me siento un poco mejor después de un año, que ya pude sacar este disco, creo que me sirvió mucho como terapia. No creo que es lo que deban hacer todos cuando tienen un duelo de esta magnitud. Yo creo que está bien agarrarse a lo que sea para salir de ahí, no tirarse a la mierda, o como quien dice, no valer madre y que todo se vaya para abajo. Creo que hay que aprender de eso, ahora me siento más en calma y es momento de abordar otros proyectos que tengo pendientes, con otros temas, otro tipo de preguntas, otro tipo de respuestas, creo que va en conjunto y de la mano con lo que estoy viviendo. Lo que siempre dejo claro es que hay dos caminos: el bien y el mal. Tú sabes cómo caminar, dónde acaba lo malo y dónde acaba lo bueno. El mensaje va a ser siempre que estar del lado bueno es lo mejor. Así es como tengo esa dualidad y creo que es lo que me define.

Gorra DIESEL, pañuelo KOLLAPSE, joyas y reloj del artista.

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Abrigo, camisa y pantalón KOLLAPSE, corbata DIESEL, zapatillas LOUIS VUITTON.

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Camiseta ABANDERADO, pantalón MANS CONCEPT, cinturón DRIES VAN NOTEN, sombrero y bisutería CASAJUANAS.

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