La música, como la moda y otras expresiones artísticas, es cíclica. No es ninguna novedad que las botas de pelo, los pantalones de tiro bajo y las gorras de visera plana vuelven a estar en tendencia. Sin embargo, artistas como Alberdi también se atreven a traer esa banda sonora dosmilera y de R&B al panorama actual, creando un proyecto que suena tanto a nostalgia como a futuro.
Desde su paso por concursos de televisión hasta su salto a la escena musical, su carrera ha estado llena de giros, sorpresas y aprendizaje. Con Isla 2000, su nuevo EP, Alberdi no solo revive la era de los flip phones y los colores brillantes, sino que también lo reinventa a su manera. En esta charla, la artista canaria nos invita a conocer su mezcla de influencias, primeras vivencias en la industria y colaboraciones con artistas que creen en su visión.
Para quien no te conoce, ¿quién es Alberdi?
Así de manera objetiva, Alberdi es una artista y compositora con un sonido muy influenciado por el R&B y hip-hop de los 2000 que sale de Las Palmas de Gran Canaria. Más allá de eso soy Elena y me gusta todo lo que tenga que ver con la música, el arte y la creatividad, ¡siempre tengo la cabeza en alguna de esas cosas!
Durante tu infancia pasaste por diferentes concursos musicales como la Voz Kids, por lo que desde muy pequeña has estado expuesta a los focos. ¿Cómo han influido en tu carrera actual, tanto a nivel personal como musical?
Es cierto que vi una parte de la televisión que no me esperaba y en parte me decepcionó, pero fue gracias a eso que pude trabajar desde muy pequeña mi confianza en el escenario. No puedo negar que me abrió muchas puertas y me dio a conocer para mucha gente a la que, de otra forma, habría sido mucho más difícil llegar.
Tus primeras publicaciones en Spotify datan en el 2020. En concreto, el tema Malo con Dollar Selmouni parece haber sido un punto de inflexión en tu carrera. ¿Qué significó esa colaboración para ti? ¿Qué te impidió publicar música antes?
Dollar fue de los primeros artistas en tenderme una mano y confiar en lo que tenía en manos. Se lo agradezco muchísimo porque por entonces yo estaba intentando salir de mi primer contrato (historias para no dormir en el mundo del management musical, qué te voy a decir…), y solo podía subir covers a las redes. Vio algo en mí que ni yo sabía, y me dio la confianza para seguir adelante a pesar de la experiencia que acababa de tener.
Viviste en Las Palmas y luego te mudaste a Madrid. ¿Cómo percibiste esos cambios geográficos y cómo afectaron a tu desarrollo como artista? ¿Qué impacto tuvo Canarias en tu estilo musical y en la construcción de tu identidad artística?
Volví a estudiar a Madrid con dieciocho años, por lo que no solo influyó en mi carrera artística sino en mí como persona. Viniendo de una isla en la que tenemos muchas cosas pero muchas otras están más limitadas, el irme a Madrid me dio otra perspectiva y la oportunidad de conocer mucha gente que sería clave en el desarrollo de mi proyecto. Pero la vida en Gran Canaria y Madrid es muy diferente, me encanta haber crecido donde lo he hecho.
Yo no sería yo sin la influencia de las islas, desde la música que escucho (gracias a la posición geográfica de Canarias, entre muchas otras cosas, la riqueza cultural y musical es infinita) hasta la manera de caminar o de expresarme.
Yo no sería yo sin la influencia de las islas, desde la música que escucho (gracias a la posición geográfica de Canarias, entre muchas otras cosas, la riqueza cultural y musical es infinita) hasta la manera de caminar o de expresarme.

En tus inicios, el ambiente artístico en Canarias no estaba tan consolidado. ¿Qué crees que ha cambiado para que ahora exista una escena más unida?
La comunidad artística de allá y el apoyo entre unos y otros no deja de crecer, creo que en los lugares más pequeños es más fácil que la gente se conozca y conecte entre sí. Es cierto que gracias a artistas con mayor proyección internacional como Quevedo, Cruz Cafuné, Maikel Delacalle o Ptazeta se pone cada vez más el foco en las islas, haciendo que se lleven a cabo muchos eventos y festivales de gran magnitud de forma ya habitual, cosa que antes no ocurría con la misma frecuencia. Todo esto motiva a la gente joven y hace que los nuevos artistas lo vean como una posibilidad real.
Ojalá que poco a poco esto también se traduzca en espacios de creación y plataformas para los nuevos artistas que estimulen la industria musical allí, para que deje de ser necesario trasladarse a ciudades más grandes y poder mantener un ritmo estable de trabajo desde la comodidad de las islas.
Ojalá que poco a poco esto también se traduzca en espacios de creación y plataformas para los nuevos artistas que estimulen la industria musical allí, para que deje de ser necesario trasladarse a ciudades más grandes y poder mantener un ritmo estable de trabajo desde la comodidad de las islas.
Tu nuevo EP, Isla 2000, trae un sonido muy dosmilero, como bien el nombre indica. Es tu esencia desde tus primeros temas, también a nivel visual. ¿Qué importancia tuvo esta época en tu infancia? ¿Quiénes fueron tus mayores referentes?
Recuerdo que la primera vez que supe que quería hacer esto iba escuchando I Know What You Want, de Bustha Rhymes y Mariah Carey, en el asiento de atrás del coche de mi padre. Era más niña y no escribía canciones y, no sé por qué, pero lo tuve clarísimo. Supongo que algo me removió por dentro, pues nací en el 99, mi hermana en el 91… cosa que también me influenció muchísimo, porque en casa se escuchaba desde Ivy Queen y Hector y Tito, pasando por Sean Paul, hasta Queen, Los Panchos o Vinicius de Moraes. Creo que en mi casa cada uno puso su granito de arena y acabaron dando forma sin saberlo a mi proyecto de vida.
Cuando dices que te ves cómoda con el estilo estético y musical de los años 2000, ¿qué parte de esa estética te resulta más atractiva para tu música y tu imagen?
Supongo que me trae recuerdos de mi infancia y de esa forma se me hace más fácil conectar con ello. No lo siento como algo impostado, sino como algo que se ha dado de forma natural. La estética de esta época está pensada para que te entre por los ojos: colores rosas y dorados, el animal print, pantalones de tiro bajo, flip phones con carcasas de brillantes… En este sentido, conmigo lo han tenido fácil.
Pero, sin duda, lo primero que me removió por dentro y me dio el impulso para investigar más acerca de esta época fue su sonido: la percusión, las melodías, las armonías vocales, etc. Conecté muy rápido con ello y en seguida me puse a frikear artistas y grupos como Destiny’s Child, Brandy, Timbaland, Neptunes, Missy Elliot, Ciara, o B2K.
Pero, sin duda, lo primero que me removió por dentro y me dio el impulso para investigar más acerca de esta época fue su sonido: la percusión, las melodías, las armonías vocales, etc. Conecté muy rápido con ello y en seguida me puse a frikear artistas y grupos como Destiny’s Child, Brandy, Timbaland, Neptunes, Missy Elliot, Ciara, o B2K.
En este EP las colaboraciones son una parte fundamental. Artistas como Daniela Garsal, Dailos MB o Indigo Jams también han apostado por tu sonido. ¿Cómo surgieron y qué te aportó cada una de ellas?
La collab con Indigo Jams fue de los primeros temas que se crearon para el EP. De hecho, Isla 2000 aún tan siquiera estaba en proceso. Índigo tiene un sonido muy top, supo desde el minuto uno reflejar lo que yo tenía en mente y ha convertido Taste It en uno de mis temas favoritos. Con Daniela y con Dailos ya había colaborado anteriormente, por lo que a lo mejor no fue tan inesperado que volviéramos a juntarnos, pero es que para mí era muy importante contar con ellos como grandes representantes del R&B tanto en Canarias como a nivel español. Además de todo esto, la conexión es real y por suerte son cosas que no se fingen. Cada uno de los artistas que participa en este EP tiene mi respeto y admiración.
En Taste it muestras una parte de ti muy diva, mientras que en La despedida hablas de un amor no correspondido. ¿Qué significa para ti explorar tanto la confianza como la vulnerabilidad a través de tus canciones?
Es importante permitirse a uno mismo ser vulnerable y fuerte al mismo tiempo, una cosa no debería interferir con la otra. Para mí es un acto de valentía el mostrarse vulnerable, y las canciones al fin y al cabo son diarios de vida que están ahí para quien se quiera sentir acompañado y comprendido en una determinada situación o en todas ellas.
Por mi zona, el quinto tema del álbum, expone los primeros momentos de cuando te gusta alguien. ¿Qué tan personal es esta canción en comparación con otras que has escrito?
En ese sentido es igual de personal que las demás. Creo que las canciones siempre tienen un poco de vivencias personales y vivencias aprendidas. Hablando desde mi experiencia, a veces te tienes que poner en situaciones por las que no estás pasando en ese preciso momento. Quizás es algo que ya viviste en su día y que, después de un tiempo de asentar esos sentimientos y experiencias, has encontrado la forma de poder expresarlos en palabras.
La diversidad de géneros también es una parte fundamental de tu proyecto. Isla 2000 trae consigo ritmos pop, trap y R&B. A pesar de no querer encasillarte, ¿en cuál de todos ellos te sientes más cómoda?
Me encanta cuando las influencias se mezclan, pero siento que el R&B es lo que más me identifica. En Isla 2000, aprovechando que es un EP colaborativo, quería probar cosas nuevas y salir de mi zona de confort, por ejemplo con temas como AirForce, Por mi zona o La despedida. No quería perderme esa parte, en Canarias hay mucha representación del R&B en español, pero es la variedad de géneros e influencias lo que aporta esa riqueza y comprensión de la música.
¿Con qué otros sonidos te gustaría experimentar en un futuro?
No siento que mi música tenga que ver con lo que esté de moda necesariamente. Empecé con este sonido hace ya unos cuatro años y parece que ahora vuelve a tener su momento, lo cual es genial, pero como dices, esto pasará y vendrá lo siguiente. Espero que me pille haciendo lo que me apetezca, creo que tengo un concepto muy definido pero tampoco me gusta cerrarme a nada. ¡No sé a dónde me llevará todo esto, pero ojalá que a muchos sitios!

Artistas femeninas como Emilia, Aleesha o Bad Gyal también han apostado por este sonido. Según has mencionado en alguna ocasión, en Latinoamérica el apoyo entre artistas es más común. ¿Crees que, en España, las artistas mujeres se apoyan lo suficiente entre sí? ¿Cómo ves la sororidad en la música aquí?
Creo que siempre se nos intenta enfrentar a las mujeres, hacer que nos veamos como competencia en lugar de apoyarnos unas a otras y poner en valor lo que cada una aporta. Hay sitio para todas y todos. Desde mi experiencia, siento que ya nos estamos quitando de encima esa carga y aquellas cosas que nos distanciaban las unas de las otras. Pero aún queda mucho camino por recorrer, moldear las mentes y destruir las estructuras típicas de pensamiento no es tarea fácil. Sigo pensando que ser mujer, tanto en este trabajo como en muchos otros, lo hace más complicado y exigente en muchos sentidos.
¿Con qué artista del panorama español te gustaría colaborar?
En 2024 me sorprendieron mucho los proyectos de artistas como Faenna o D. Valentino. Recientemente conocí a Shakedablock y me encanta su estilo, pienso que es muy único y necesario. Se me ocurre mucha gente, ¡pero ahí te van unos nombres!
¿Qué consejo le darías a las jóvenes que están empezando en la industria musical y sienten que ser mujer puede ser un obstáculo o un desafío?
No les llevaría la contraria en ese sentido, pero les diría que tengan mucha fuerza y coraje, que ya de por sí hay que tenerlo, pero para nosotras, por desgracia o por fortuna, a veces es el doble. Les diría que busquen el apoyo de otras mujeres, que no tengan miedo a lanzar su mensaje y no se dejen pisar por nadie, ojos abiertos y cabeza alta siempre. Ser mujer es maravilloso y hay que tener muy claro lo que una vale.
Por último, ¿qué recibimiento esperas de este trabajo y cuál es tu objetivo con él?
Tenía ganas de hacer algo que me transportara a mis raíces, y pensé que sería buena idea sacar a relucir el talento de amigos y artistas a los que admiro. Ha sido un proyecto que he ido creando y destruyendo en varias ocasiones a lo largo de dos años, pero que por fin ha visto la luz y no puedo estar más contenta. Desde luego ha salido adelante gracias a la gente joven, artistas y amigos que han puesto su esfuerzo y talento para hacer realidad lo que tenía en mente. Este año quiero darles a conocer otra parte de mí y me parecía necesario hacer esto antes.
