En medio de la estimulante y explosiva escena musical chilena, Akriila se ha posicionado como una de las apuestas a seguir. Lejos de repetir la fórmula de sus primeros éxitos, adelanta que su inminente primer disco será distinto y una evolución. Aunque, sobre todo, promete una ventana para conocer a la mente detrás de ese flequillo rojo.
El inicio de la carrera musical de Akriila se parece al de muchos otros artistas actuales. En pleno confinamiento pandémico, Fernanda Sepúlveda decidió que era el momento de darle rienda suelta a su inquietud musical y comenzó a grabar canciones con su móvil. Al poco tiempo fue perfeccionando el ejercicio y en tan solo unos meses se había convertido en una de las grandes revelaciones musicales de ese extraño año.
El tiempo que ha pasado entre todo eso no ha hecho más que revalidar sus credenciales. Hace un año publicó 001, un mixtape de trap donde demostraba su manejo en el género. Desde entonces ha sumado colaboraciones con varios de los nombres más populares de la escena chilena como Young Cister, Kidd Voodoo, Harry Nach, Gianluca, Aqua VS y Taiko.
El presente la sitúa por unas semanas en Madrid, donde se sentó a hablar con ACERO. Su primer viaje a Europa sirve para reflejar, literalmente, lo lejos que la ha llevado la música. “Estaba en el colegio y decía que no quería estudiar porque no me gustaba nada y, como dos años después, estoy haciendo algo que me gusta y que me funciona, tanto como para poder hacer un viaje hasta acá”, comenta.
La visita a España se originó por la invitación que recibió del festival Rio Babel, aunque ha aprovechado para cantar en otros escenarios. Además, estuvo trabajando en un camp que organizó el sello Dale Play en torno al concierto de Duki en el Santiago Bernabeú y ha aprovechado para grabar material visual para su álbum debut, un proyecto del que aún hay poca información pero del que revela detalles exclusivos en esta entrevista.
Parece ser que el lanzamiento del disco está cerca. Lo que es seguro es que ese día culminará un período de casi dos años de trabajo, donde Akriila se ha rodeado de un equipo multidisciplinar en busca de crear una obra robusta. Los productores Egobloy, Vinco y Heartgaze han sido los pilares del apartado musical, que tiene como una de sus influencias principales el drum ’n’ bass. Por otro lado, Cristalina Parra, nieta del célebre poeta Nicanor Parra, la ha apoyado en la escritura de las letras, mientras que el arquitecto Lucas Moreno se ha sumado como director creativo del proyecto. Hablamos con ella de esto y más.
A estas alturas, ¿qué representa para ti tu álbum debut, considerando todo el esfuerzo y tiempo invertido?
Es algo que me representa tanto… Siento que no se lo he escuchado a otra persona porque me representa a mí. No estoy mirando al lado y diciendo, quiero esto de esto y quiero esto de lo otro. Pienso también que la gente lo va a recibir como algo nuevo de mí porque no lo he hecho antes. Lo fuimos pensando como un disco que puedes escuchar hoy, mañana, en cinco años y ojalá en diez.
Parte del disco lo trabajaste en un taller junto a la poeta Cristalina Parra. ¿Cómo sientes que evolucionaron tus letras con este proceso?
La razón por la que le pedí ayuda es que llegó un punto en el que iba al estudio y solo podía hablar de amor o desamor, que es lo que tratan casi todas las canciones. Pero sentía que no le daba una vuelta a las cosas y que no podía seguir haciendo la misma canción todo el rato. Ese fue el problema que le entregué a la Cristalina y ella me fue guiando un poco con lecturas y pasándome textos y escribiendo juntas.
Cuando empecé la gente me decía que le gustaba mucho cómo escribía. Y me impuse una presión a mí misma de que si hacía un disco, necesitaba tener letras buenas y que la gente dijera: esto es muy Akri pero mucho más avanzado. Se nota que la mina se está metiendo al estudio. Sentía que el disco sonoramente ya iba a impactar porque iba a ser distinto, entonces tenía que avanzar líricamente o armónicamente. Por eso hice los talleres.
Cuando empecé la gente me decía que le gustaba mucho cómo escribía. Y me impuse una presión a mí misma de que si hacía un disco, necesitaba tener letras buenas y que la gente dijera: esto es muy Akri pero mucho más avanzado. Se nota que la mina se está metiendo al estudio. Sentía que el disco sonoramente ya iba a impactar porque iba a ser distinto, entonces tenía que avanzar líricamente o armónicamente. Por eso hice los talleres.
Cuando apareciste en el panorama musical, una de las cosas que más llamó la atención fue el contenido político de algunas de tus letras. ¿Habrá algo de eso en el álbum?
Creo que todo es un poco político. Tengo un tema para mi papá y es muy político porque la mayoría de las personas tuvieron un papá un poco ausente en la infancia o tienen esa problemática. Pero no tengo una canción que diga ‘odio al estado’. En un momento cantaba sobre eso porque era muy activa políticamente, pero no voy a hacerlo ahora que ya no lo soy. Sería vender una imagen que no estoy dispuesta a tener.
¿Cómo ha sido trabajar en equipo algo tan personal como este álbum?
Hubo mucha pelea porque todos teníamos visiones muy distintas en algún momento y después, cuando todos empezaron a entenderlo de verdad, dejamos de tenerlas y empezó la pelea de quién lo está representando mejor. Todos estaban tan obsesionados con el álbum que era estúpida la cantidad de versiones que hacíamos de todas las cosas. A veces teníamos diez versiones de un tema o de una batería. En eso surgieron problemas pero también es lindo poder desarrollar algo con productores, más que con solo una persona, porque hay varias perspectivas distintas.
¿Cómo definirías el concepto del álbum?
Hicimos este disco pensando en mostrar cómo soy. Nada que ver con mi Instagram o mi TikTok; si quieres saber cómo es mi vida tienes que escuchar este disco porque habla de mí todo el tiempo y cómo me siento acerca de varias cosas.
El álbum se ha convertido en un trabajo muy esperado, sobre todo por tus fans. ¿Sientes presión?
En verdad no porque a mí me gusta tanto y creo que está tan bien hecho que es eso lo que me importa. Mi equipo también me ha hecho saber que les gusta el álbum. Además, tengo mucha suerte de tener un público que creo que va a entenderlo. Y si no lo entienden a la primera, estoy segura de que van a escucharlo hasta entenderlo.
Sabemos que además de la música tienes otros intereses. ¿Hay algún proyecto que tengas pendiente? Siempre has dicho que te gustaría publicar un libro de poesía.
El libro está pensado para que en algún momento exista algo en papel, que lo pueda cerrar y que la gente lo pueda entender de la misma forma en la que yo y los chicos lo entienden. Siento que este viaje me sirvió mucho para entender que, tal vez, en algún momento, me gustaría abrir un fanzine con fotos que he sacado o me gustaría en algún momento diseñar ciertas cosas. Después del álbum me gustaría mucho darle tiempo a eso.
Lo multifacético de tu propuesta te define mucho. Cuando piensas en ti en diez años más, ¿te ves solo como música?
Música voy a hacer toda la vida pero no creo que sea solo eso. Estoy rodeada de mucha gente que piensa lo mismo porque la necesidad que tiene uno con lo musical es lo mismo que se te puede venir con otras cosas. A veces escuchas música y tienes la necesidad de hacer algo nuevo o de recrearlo con tu estilo o con lo que tú quieres escuchar. Y es lo mismo que te puede pasar con otras cosas.
¿De dónde crees que viene esa multiplicidad de inquietudes?
Yo creo que de algo tan estúpido como el déficit de atención. No le puedo prestar atención a algo solamente, estoy viendo y escuchando muchas cosas todo el tiempo. Me obsesiono mucho con algo y después se me pasa y me viene con otra.
Pensando en ese constante movimiento, ¿cabe la posibilidad de que en algún momento vuelva la Akriila trapera?
Igual sí pero no sé. Ya hice un proyecto de trap y ahora voy a otro que es distinto. Tal vez la gente me diga que vuelva al trap. Lo he hablado con el Saito (productor de 001) y hemos dicho que si hacemos el 002, tenemos que mejorarlo. No puedo hacer el mismo tema de antes y siento que hasta el día de hoy, mis temas son un poco parecidos pero con mejores barras que los anteriores. Creo que debería haber algo nuevo sucediendo en el proyecto, si es que llegara a hacer un proyecto de trap, y ahí lo sacaría feliz.
¿Hoy te sientes dentro o fuera del movimiento urbano?
Más que dentro o fuera me siento bien recibida de todas partes. Creo que dentro del pop me ha recibido muy bien la gente, y lo mismo en la música urbana. Entonces no me siento parte de ninguno pero porque siento que soy de todo un poco.
Y desde esa posición, ¿cómo ves el buen momento que pasa la música urbana chilena?
Es increíble que la industria esté creciendo en esa magnitud. En un momento éramos un país muy marginado musicalmente y era un sueño poder vivir de la música. Yo lo veía y decía, si nadie vive de esto, menos yo lo voy a hacer. Y en un momento se pegó Marcianeke a nivel mundial, después el Cris MJ, después Pailita, después el (Young) Cister, después el Poli (Polimá Westcoast), el Jere Klein también. Cada tres meses se pega alguien más.
En su momento, la Paloma (Mami) creo que fue la primera persona que se pegó mundialmente pero fue hace mucho y fue una persona, y como que no sucedió nada con eso. Pero creo que ahora sí se están abriendo más puertas y la gente está muy dispuesta a escuchar música chilena, o al menos reggaetón chileno. Y creo que últimamente ya se han abierto más puertas para algo un poco más alternativo.
En su momento, la Paloma (Mami) creo que fue la primera persona que se pegó mundialmente pero fue hace mucho y fue una persona, y como que no sucedió nada con eso. Pero creo que ahora sí se están abriendo más puertas y la gente está muy dispuesta a escuchar música chilena, o al menos reggaetón chileno. Y creo que últimamente ya se han abierto más puertas para algo un poco más alternativo.
¿Te sientes una representante de la comunidad LGBTQ+?
Creo que podría ser un mejor ícono. Siento que es como cuando te gusta tanto el anime que en realidad no basas tu personalidad en eso. Pues eso me pasa con mi orientación sexual, está tan inculcada que no necesito alardearlo todo el rato. Y creo que tal vez es algo que he hecho mal.
Hace unos días escribiste en tus redes: “Dejen de jugar a ser lesbianas”. ¿Sientes que en la industria musical se puso de moda que las mujeres le canten a mujeres?
Es que llega a ser muy estúpido que la gente aparente esas cosas. Llega a ser un fetiche y es un tema muy serio y siento que la gente lo trata como un juguete porque es algo bacán o porque tal vez te gusta cómo se ve Young Miko.

