Aina y Jordi son un dúo valenciano de lo más excéntrico. Cabalgan entre el remember, el folklore valenciano, y el bakalao a varias bandas y sin prejuicios. Y esto es de lo mejor que tienen, la libertad creativa y la pasión por su tierra: Ellos son Palmer.
Hace exactamente cuatro días estábamos en un momento dulce para la reivindicación de las lenguas propias… Hoy Valencia está un poco más gris, o blau-verd, según se mire. Por eso es importante entender el valor de estos dos agitadores valencianos del valenciano: este dúo es uno de esos proyectos que reivindican la seua llengua con una carga histórica política y contestataria llena de datos para todo curioso que le sepa ver más de cuatro patas al gato.
Tras Psicopompa y Solatge este dúo valenciano llega con su último álbum Derelicte, un retrato mucho más intimista sin abandonar el bakalao. Con Solatge en pleno proceso de digestión, este nuevo disco rememora el declive electrónico, con un sonido mucho más remember que el folklore experimental del anterior. En esta oda al remember romántico de las cantaditas también cabe la reflexión, una autocrítica como seres humanos al cómo consumimos, cómo nos consumimos y cómo nos dejamos consumir.
Aina y Jordi hablan de Derelicte como “el fruto de un momento vital de vulnerabilidad, desorientación y duelo...” .Vuelven de tres meses de estancia creativa en París absolutamente productiva, y aunque les encantaría bajar el nivel de productividad es algo contra lo que no pueden luchar, no pueden parar de crear, estudiar, agitar y aprender.
Aprender a bailar, a partirte el culo, a sudar y hacer movimiento. Sobre todo “fer moviment”. Ellos son Aina y Jordi, ellos son Palmer: la pesadilla de la corrupción valenciana. Bienvenidos a una nueva era, ha llegado el #Palmerisme.
Hay gente en Twitter que os menciona hablando de “palmeritzar” espacios. ¿Cómo sería un mundo palmeritzat?
¡Un mundo palmerizado sería una responsabilidad enorme para nosotros! Si todos fueran como nosotros, el mundo sería también complicado, de otra forma, pero complicado.
¿Qué os gustaría que fuese el #Palmerisme? Porque una cosa es la intención o lo que nace con la ideación y otra lo que acaba siendo.
El Palmerisme es un espacio simbólico que en ocasiones se materializa en espacios físicos, normalmente conciertos. Nos gustaría que fuera un sitio de buena gente con buen criterio y mente abierta; una buena colleta de frikis marginados como nosotros que se unieron para pasárselo bien sin juzgar y compartiendo.
¿Cuándo y cómo nace Aina Palmer?
El primer disco de Aina Palmer es de finales de febrero de 2020, a las puertas del confinamiento. El primer concierto, del 5 de enero de 2020. Jordi se incorpora al proyecto en septiembre de 2021, y es cuando todo empieza a virar hacia Palmer a secas, porque no hay forma de que entiendan que Aina Palmer pueden ser dos personas, (risas). Por ahora llevamos dos álbums y un EP. Aparte de algunos singles, medio centenar de conciertos, vídeos experimentales, talleres y charlas. Esa sería la cronología hablando rápido.
¿De dónde venís cada uno? Porque yo me sé algunos datos, como que Aina es Doctora en Filología valenciana especializada en Vicent Estellés, profesora, youtuber, comunicadora y alborotadora como Jordi, que además es un gran referente valenciano con carrera en la escena musical y ravera valenciana, ex cantante de los míticos Orxata SoundSystem. Contadnos algo que no esté en la wikipedia, abriros sin cortar.
Jordi Palau es Licenciado en Bellas Artes y máster en dirección de arte (como coartada). Artista plástico y audiovisual, grafitero, memaire, performer y diseñador, aparte de letrista y cantante en Orxata y colaborador en muchísimos proyectos musicales, artísticos y de activismo político de base. Casi nunca pone su nombre en sus creaciones y por eso no se puede encontrar mucha información suya en Google. Aina Monferrer tiene muchas carreras y másteres, y un doctorado; padece una enfermedad (no tan rara) llamada curriculitis autodestructiva; tiene varios libros publicados, ha trabajado en varias universidades y escuela de idiomas como profesora de catalán y de literatura, periodismo, cine... Como Jordi, tuvo un grupo punk cuando era adolescente (era la bajista de Komoloyes). La mayoría de cosas que ha hecho, las ha hecho con nombre y apellidos, por eso se puede encontrar mucha información suya en Google.
Cantáis en valenciano con mucha intencionalidad puesta en ello, ¿cómo de importante es para vosotros el uso del valenciano en vuestra música y por qué?
Aunque bebemos de influencias internacionales, estamos atravesados por el mundo cultural valenciano. Nos nace expresarnos desde lo local hacia lo universal. En esa dinámica, no tenemos otro remedio que expresarnos en nuestro catalán, que es el valenciano apicado y un valenciano de transición entre el apicado y el noroccidental, con un cóctel de vulgarismos y de expresiones en castellano, inglés, árabe, portugués y lo que surja. La decisión es la de ser congruentes y sentirnos a gusto desde nuestro punto enunciativo, lo que incluye hacerlo desde nuestro valenciano a bordo.
El año pasado sacasteis el discazo de Solatge, muy bakala, muy experimental, mucho folklore con sarcasmo y política en las letras. Pero en este que acabáis de sacar, hay mucha intimidad y una atmósfera electrónica mucho más romántica, ¿por qué? ¿Qué os pedía el cuerpo de repente? ¿Creéis que esa transición de fuera adentro es una manera de encontrarse a uno mismo en su propio proyecto?
Nos encanta ver que os gustara Solatge, para nosotros es un disco muy especial. Lo trabajamos con una intención expresiva hacia fuera y dialogando sobre la tradición contra los morros peludos (aunque ellos no se hayan dado por aludidos). Se ve que Solatge no era de fácil recepción, sólo unos pocos con una sensibilidad e interés especial y mente abierta le han apreciado y nos lo han hecho saber. Derelicte, estando de resaca de haber hecho Solatge, nos pegó para mirarnos hacia dentro y flotar, hacerlo fluido y encontrar unas canciones potentes para complementar nuestro directo bailongo. Esto es Derelicte, el fruto de un momento vital de vulnerabilidad, desorientación y duelo.
Vuestra actitud combativa en los ámbitos sociales exige mucho estudio, mucho compromiso y mucha actitud, ¿cómo combináis trabajo, militancia y creación?
Los dos hemos leído y estudiado mucho en esta vida y tenemos una curiosidad muy heavy por el mundo, casi enfermiza. Aina, desde los veinte a los treinta y tres no ha hecho otra cosa que estudiar. Jordi ha dado guerra a muchos colectivos, pero casi siempre trabajamos mejor en grupos de afinidad o como lobos solitarios. Lo intentamos combinar todo como sea porque nos motiva a saco poder subir al escenario juntos a interpelar con Palmer. Entre tanto cálculo interesado, nosotros somos unos kamikazes. Estamos convencidos de que tenemos muchas cosas que decir todavía y que iremos encontrando nuestro espacio para hacerlo en los escenarios desde Palmer. Es difícil explicar el porqué, pero es así.
Y hablando de creación, ¿cuál es vuestro proceso creativo? ¿Estáis vosotros dos solos a la producción y las letras o hay más cabezas detrás?
Solemos empezar los proyectos ambos solo compartiendo referencias e ideas. Cuando tenemos el concepto claro y las letras hechas, acabamos de darle forma musicalmente con los productores de confianza: Blu Boi (Xavier Pitarch), Fesbondat (Albert Cano), Àlex DeMarjal (Alejandro Tomàs) y Erebo (Antoni Bellver). También nos ayuda a Javi Polo a concretar las ideas de diseño de las portadas. De los vídeos, las proyecciones y el vestuario solemos encargarnos nosotros dos también.
Después de ver vuestra anterior presentación del disco de Solatge, una performance audiovisual absolutamente kamikaze: casi cincuenta minutos de vídeo, el videoclip es el disco entero en diferentes postales, droga pura sin cortar. Dicen que cómo presentó Rosalía su Motomami fue una propuesta muy rompedora y original, pero vosotros fuisteis antes. ¡Dicho queda! A colación de esto, ¿qué se viene con Derelicte a nivel audiovisual?
Estamos preparando un vídeoensayo a partir del material grabado durante los tres meses de residencia artística en París. Saldrá en otoño. Nos gusta forzar los límites del formato videoclip.
¿Qué significa Derelicte? ¿Y qué SIGNIFICA realmente para vosotros?
Derelicte es un objeto hundido o hundiéndose. No sé si os ocurre, pero nosotros tenemos a menudo esa sensación, la sensación de no llegar, de no poder con todo, ¿y qué hacemos? Echamos adelante porque estamos muy motivados con Palmer y con mil cosas, pero de repente volvemos a sentir que nos hundimos (o que nos quieren hundir), y así vamos haciendo. Aparte está la cuestión del devenir de esta civilización. Parece que todo va a pique. Derelict en inglés significa también barro, aparte de ser el nombre del malvado de Zoolander. Solatge era una clase de historia valenciana sin igual (recomiendo escuchar ese disco con papel, boli y la wikipedia al lado).
Derelicte, como decíamos, es una declaración más íntima de vulnerabilidad y transparencia, siete canciones que hacen veinte minutos de remember romántico. Un technopop en valenciano, que juega con los sonidos de los 90 y 2000 entradísimos, contadnos un poco de la producción de este disco a nivel musical.
Nos gusta ir cambiando continuamente y no estancarnos ni encasillarnos, probar cosas nuevas y desconocidas nos da la vida. En Derelicte han colaborado los cuatro productores de confianza. Blu Boi se ha encargado de Amort (con la ayuda de Erebo), Desubicà y Llombriu (las tres provenían de maquetas nuestras, que hacemos en bruto y después las acabamos con los productores). Fez Bondad nos ha hecho las bases de Semat y de Águila Frontex; la pelota de trance y es un estilo que nos cuadraba con el mensaje de estas canciones. Con Àlex Tomàs, hemos hecho las bases de Me caus fatal y de Xusma (conjuntamente en el estudio, desde cero prácticamente) con quien también hemos grabado voces y hecho mezcla y máster de todo el disco. Últimamente estábamos escuchando mucho techno y postpunk y creo que esto ha influido, aparte de que somos oscuritos, no podemos evitarlo. La vena postfolk ya la volveremos a sacar (o no), por ahora estamos en fase de investigación.
Sois muy productivos, vais a disco por año, ¿os sentís cómodos con estos tiempos de producción? ¿Creéis que es sostenible en el tiempo?
No estamos orgullosos de ser tan productivos, la verdad. Hemos empezado el proyecto relativamente tarde y ahora tenemos muchas ganas de echarlo adelante y las ideas nos chorrean; quizás esto nos hace acelerar los procesos. También nos hemos acostumbrado a unos ciclos anuales de creación: primavera y verano maquetas, otoño e invierno, estudio; y nos hemos clavado en esa dinámica sin apenas querer. Por ahora se ha dado así, no es algo que forcemos. Quizá empezar un proyecto con la treintena avanzada hace que vayamos más al grano. Nos gusta presentar el material cuando todavía está fresco, no nos asusta el error. En realidad, la culpable de los tempos acelerados es Aina, Jordi tiene mil ideas pero le da igual publicarlas, regalarlas o que se quedan en el cajón. En ese sentido nos compenetramos bien.
Tenéis un handicap (que cada vez es menos handicap) que es el tema del valenciano. Que no es como el catalán. El valenciano se sigue asociando mucho a la txaranga, y creo que es importante grupos como vosotros, que sacáis el valenciano de la txaranga y la txaranga del valenciano. Os tengo que agradecer que me esté enamorando por primera vez del valenciano siendo yo valenciana. Y que me descubra cantando en valenciano vuestra música y que me guste escucharme así. ¿Creéis que estamos en un auge del valenciano? ¿Veis a la gente conciliarse más con esta lengua?
Es raro porque no nos sintamos dentro de una etiqueta ‘música en valenciano’. Nos sentimos dentro de la etiqueta ‘música’ y en ocasiones ni esa nos encaja, ya que en nuestros modos de hacer, los dos hacemos de todo, mucho más allá que sólo música y letras de canción, y pensamos cada proyecto como un artefacto semiótico multimodal compacto.
Sois como ese colega colgado que te sirve de filtro para saber si alguien es bien o no. Si esa persona te dice que tu colega colgado no le cae bien, esa persona no es trigo limpio. Así que vuestro criterio a misa, ¿qué proyecto de habla valenciana recomendáis?
(Risas) ¡No os fiéis tanto de nosotros! Recomendamos cosas que vienen de Alcoy como Julia y la gente del Petróleo, que son peña que hace música en valenciano pero abierta al mundo y con unos modos de hacer muy tranquilos y colaborativos; aman lo que hacen, se ayudan, tienen criterio propio y no le deben nada a nadie; y por supuesto, muy lejos del charango. También recomendamos la canción de Semana Santa Ya no tienes el poder, a Sandra Monfort y, por supuesto, a Blu Boi y a Fez Bondad.
¿Cómo veis la escena musical valenciana a día de hoy? Han ido matando muchos proyectos autogestionados muy interesantes. ¿Se repite la historia?
La escena musical actual está orgullosa de ser una industria, pero se está cayendo en las trampas de ser una industria (clientelismo, enchufes, corralitos, lobbies, tendencia a productos desbrozados que son directamente materiales didácticos de ESO); al menos, cuando las industrias son muy grandes, como la de las músicas en lenguas con cientos de millones de hablantes, se diversifica y quedan recovecos para que tengan espacio otros proyectos más atrevidos y rompedores fuera del status quo. En el limitado sistema de la música en valenciano, esto no ocurre. O estás en la productora de turno, o eres música para niños, o eres un cantautor congelado en el tiempo, o eres una mujer-ninfa de voz celestial, o no hay espacio para ti, y menos si descolocas por multidimensional, dices verdades incómodas y tienes una estética que juega con otras categorías más allá de la belleza.
Sé que habéis estado en París, ¿qué habéis estado haciendo por allí? ¿Tocáis mucho fuera?
Hemos estado tres meses de residencia artística en París, aprovechando una estancia de investigación de Aina en la universidad París 8-Saint Denis. Allí hemos estado grabando vídeo para el videoensayo de Derelicte, que saldrá en otoño. Además, hemos hecho talleres concierto y concertitos por algunas ciudades francesas, hemos creado las visuales para los directos, hemos hecho embriones para nuevas canciones y hemos empezado un par de colabos que, si todo va bien, formarán parte de uno disco nuevo (sin fecha marcada). Ha coincidido con una época de huelga general en Francia, de mucha efervescencia social y lucha en la calle que nos ha inspirado; ha sido una estancia muy intensa y fructífera.
¿Cuáles son los próximos bolos de Aina Palmer?, para que podamos emocionarnos en valencià y suar junts…
Jueves 22 de junio, para la fiesta de la radio de la Mutant, en Valencia. Sábado 1 de julio, en Altea para el Sant Antoni Fextival. Sábado 15 de julio, en Altafulla. Dijous 20 de julio, en el Grao de Castellón, en conciertos del Pinar. Jueves 27 de julio, en el Aplec dels Ports en Morella.