Con claras referencias a los códigos estéticos de la contracultura quinqui de la España de la transición y con grandes clásicos de fondo como Te estoy amando locamente de Las Grecas; así ha sido la propuesta que la firma valenciana 404 Studio ha presentado en la última pasarela 080 Barcelona Fashion. Bajo el título No me quedan más lágrimas han desfilado los diseños en crochet –símbolo característico de la firma–, todo un homenaje al cine canalla de los años 80 y un tributo a su familia y a sus orígenes. Charlamos con Anaïs Vauxcelles, al frente de la dirección creativa de la firma, de la que ha sido su colección más íntima y especial, de sus referencias y del futuro de 404 Studio.
Antes de nada, ¿cómo estás? Ha pasado poco más de un mes desde que tu última colección, No me quedan lágrimas, vio la luz, ¿ya estás recuperada de la resaca emocional?
Sí, la verdad es que tuve que sobreponerme bastante rápido para poder ponerme manos a la obra con los siguientes pasos: campaña, ecommerce, etc.
El arte y el cine desempeñan un papel fundamental en todas tus colecciones y son elementos intrínsecos en la identidad de 404 Studio. En esta ocasión, ¿qué ha sido lo que te ha empujado a rendir homenaje al cine quinqui de los años 80?
Siempre he creado teniendo como eje una película de culto, sin embargo, este año ha sido un poco diferente. Un amigo me descubrió el cine quinqui y unos meses después me enteré de que mi bisabuela era gitana y una parte de la historia de mi familia podría pertenecer a una película de Eloy de la Iglesia. A partir de aquí, decidí hacer una colección en homenaje a nuestra subcultura y a mi familia.
Además de una reivindicación de la cultura quinqui de la España de la transición, esta colección ha sido una oda a tu familia y a tus orígenes, ¿qué ha significado para ti lanzar al mundo estas prendas?
Fue el desfile más emocionante de mi vida, no solo porque llevaba ya más de un año sin presentar nada nuevo sino porque fue el primer show que compartí con mi socio, Pau, con mi pareja y mi tía Concha (la hija de la protagonista de toda mi inspiración y su familia), que no habían cogido nunca el tren ni habían estado en Barcelona. Vinieron adrede para ver el show. Cuando acabó, nos abrazamos y lloramos juntas.
Al ser una colección más emocional, ¿cuál fue el proceso creativo que seguiste para desarrollarla?
Al principio seguí el mismo proceso que en las anteriores, vi numerosas veces todas las películas de Eloy: Navajeros, La estanquera de Vallecas, Colegas, etc. Entendí sus códigos y los apliqué en los primeros bocetos. También estuve leyendo libros sobre la transición española como Fuera de la ley: asedios al fenómeno quinqui en la transición española. Con todo esto añadí experiencias personales de mi familia y datos peculiares como homenaje a uno de los hermanos de mi abuela, que fue paracaidista de élite en el ejército, o el maquillaje que lleva mi tía Concha en una de sus fotos, que también utilicé como save the date.
Tal y como mencionas, algunas de tus referencias han sido las películas La estanquera de Vallecas, Navajeros y Colegas, todas ellas dirigidas por Eloy de la Iglesia, ¿qué es lo que te une a estas obras? ¿Qué papel ha jugado el cine Eloy en tu visión creativa y de la vida?
Desde mi punto de vista, creo que la mayoría de mi generación (y posteriores), cuando piensa en los 70 y los 80 van a la Movida Madrileña, Alaska, Tino Casal, etc. Y un porcentaje mucho más pequeño, con unos intereses más específicos, son los que piensan en Antonio Flores, Las Grecas y El Jaro. La Movida fue la cultura de las masas y el fenómeno quinqui fue el apartado y denigrado.
Considero que nuestra cultura es muy rica, pero no nos gusta hablar de períodos más feos de nuestra historia como la Guerra Civil española o esta época de profundo desasosiego de después de la dictadura en la que si no eras de clase pudiente no podías tener acceso a una educación. Con esta colección he querido dar lugar a esta subcultura, para hablar de ello, entender el porqué y rendir tributo a grandes estrellas como Lola y Antonio Flores, Camarón, Paco de Lucía, Isela Vega o José Luís Manzano.
En No me quedan lágrimas has reinterpretado la estética de la contracultura española en una época convulsa. En este sentido, ¿qué es contracultura para ti hoy?
Por definición, la contracultura es la oposición a los valores culturales e ideológicos establecidos. Para mí, contracultura significa underground, rebeldía y agitación. Ganas de cambiar el establishment, luchar contra él para buscar una nueva forma de hacer las cosas. Considero que para un diseñador, de cualquier disciplina, ahí siempre estará la magia.
¿Qué similitudes encuentras entre el contexto actual y esos años 80 que has reinterpretado en tu colección?
Creo que vivimos un contexto similar en cuanto a ganas de buscar nuevos métodos, luchar por conseguir nuevas metas y la autodeterminación personal.
Ya hemos podido ver prendas de tus anteriores colecciones en artistas y referentes internacionales como Dua Lipa, Kylie Minogue, Halsey o Michaela Jaé, ¿hay alguien en concreto a quien te gustaría ver luciendo tus creaciones?
Esta colección inspirada en la España profunda no puede encajar nada más que con Rosalía.
Para esta colección has contado con la colaboración de grandes de la industria como adidas y Lavani Jewels, ¿cómo surgieron estos acuerdos? ¿Cómo ha sido trabajar uniendo varios códigos estéticos diferentes?
Con Lavani Jewels llevo trabajando tres colecciones consecutivas, y hemos desarrollado colecciones completamente diferentes. Trabajo mano a mano con Cris Pacheco, fundadora y CEO de la empresa, la cual me da una total libertad de creación. Me siento en casa con ellas, son unas grandes profesionales. Con esta colección me empeñé en utilizar baños de color y Cris no paró hasta encontrar una fábrica que los hiciera. No todo el mundo se compromete tanto con la visión creativa de un diseñador y realmente lo aprecio. Con adidas fue algo diferente, la colaboración llegó a un mes vista de presentar la colección, así que lo que hicimos fue customizar in house y con la colaboración de la artista Marina Marco y el estudio gráfico Gomet Verd para crear piezas únicas para el desfile. Adidas, además, ha sido y es una marca muy relevante en España, y quisimos utilizar uno de sus iconos, las Gazelle, para descontextualizarlas y llevarlas a una estética mas fútbol con el uso del foil metalizado o acercarlas al streetwear con la colaboración de Marina.
En cuanto a las camisetas, junto con Gomet Verd, quisimos hacer un guiño a todos los equipos de barrio de la época –teniendo en mente la famosa foto del Torete en su equipo del barrio–. Normalmente, estas camisetas siempre llevaban el sponsor del bar o negocio con más acogida del barrio. Hicimos un homenaje a la película de La estanquera de Vallecas y al bar que aparece en Navajeros, El Bar Globo. También incluimos etiquetas con una navaja donde antiguamente en fútbol aparecía el tallaje.
Hace poco pudimos ver el nuevo logo de 404 Studio, ¿en qué punto se encuentra el proyecto?
Actualmente estamos en expansión, cogiendo fuerza y volumen para establecernos como marca independiente, entrando en nuevos retailers y haciendo shows en semanas de la moda como 080 Barcelona Fashion. La nueva identidad, creada por Gomet Verd, se alinea con nuestra forma de ver la moda, el hecho a mano y la tradición. Ese pequeño desnivel que vemos entre el 404 y el studio hace referencia a esas perfectas imperfecciones que supone el hecho a mano, que bajo mi punto de vista es el mayor lujo.