En un momento en el que todo va tan deprisa llega Curro y ralentiza el tempo para abrirse lento. Pero con una profundidad que asusta. 22 años en doce estampas de madurez ejemplar. Un sonido que va a caballo entre el sonido motomami de Rosalía, La Plazuela y el pop más alfamencado de Tangana. Es experimental, es sensible, es sincero y es fresco.
Y no, no es baladí el uso de la expresión ‘a caballo entre’, porque el Sentío de este disco es un Tk a las declaraciones de intenciones verdaderas, como que ser un Llorón es ser valiente y poder decirlo como hombre es casi como cabalgar a 378km/h. Y una Se va del roneo de los 2000 al proyecto de 2001 con una sonrisa en la cara porque Curro se lo curra. Y una se dice que X fa nunca pida permiso para camelarnos sucio y cocinarnos rico. Queremos conocer mejor a ese niño de 22 siendo un hombre del 21 con sueños de ambición. Y se pregunta como Lavoe, qndo? será el día de su suerte.
¿Y por qué no este 23? Ahora que ya ha entendido “que la música a veces necesita tiempo, maduración, para que el trabajo final sea perdurable en el tiempo”. Ahora ya es tiempo de dibujar un amanecer precioso en Sanlucar de Barrameda después de todo el tiempo caminado: CA11540 marcado con aerosol en el cora. Ya no estamos para Milongas y 2001 no viene como salvador de nada ni como un nuevo Dalí, pero sí como un hombre Desmantelao, que ha roto con las estructuras más feas de la masculinidad para darle paso al Orgullo de ser vulnerable y mostrarse frágil porque nada nos hace más fuertes que ser de verdad.
Esta sucesión de temas sabe, como el propio artista dice, “a los veranos andaluces del 2000 vibrando con el tempo de una caja flamenca infusionada con el sonido industrializado internacional. Es como hacer de un tema de Craig David una juerga flamenca”. Porque aunque ha mamado de artistas reconocidos, estos doce temas saben al “sonido afilado del bullicio, al aporreo de las mesas siendo apiladas cuando cierra un bar, al jaleo de los coches, a palmas y a hacer repiques con las amigas en la calle, al aprendizaje constante con mi pareja y al silencio de la noche”. Muchos sonidos del disco están grabados con la grabadora del móvil, de ahí ha sacado desde sintetizadores hasta casi toda la percusión del LP. Un primer disco que me sabe a gloria, que tiene duende, que tiene verdad y sensibilidad, que tiene fuerza y dulzura…
3 años macerando entre los 19 y los 22 de un 20 al 23 solo pueden dar un buen trago. Y aunque el camino haya sido un a caballo entre el agotamiento y la ilusión, ya se puede quitar este Curro currante el síndrome del impostor (que son los padres) porque en su arte se huele la perseverancia y el ritmo lento de la constancia. Y en un momento en el que todo va tan deprisa llega Curro y ralentiza el tempo para abrirse lento.
¿Qué más decir cuando lo que hay que hacer es callar y escuchar? Que chico, chapeau. Que cale hondo, que deje poso, y que danos más.