Vuelvo a casa reventado porque Scrapworld no ha dado tregua en todo el fin de semana. La reconocida feria de streetwear cierra su quinta edición como la más ambiciosa hasta la fecha. Doce mil asistentes coparon por completo los también doce mil metros cuadrados que comprendía el pabellón 6 de Ifema con más de setenta estantes llenándolo por completo. Una pista de fútbol, un ring de boxeo, un gimnasio de calistenia… Ni todo eso iguala el ejercicio que hicimos paseando por el pabellón intentando ver todo lo que había (spoiler: era imposible), y por si fuera poco, luego tocó hacer cardio con los conciertos. Poneos cómodos porque hay mucha tela que cortar.
El primer día, las puertas ya estaban abarrotadas nada más entrar, y es que los fans no querían perderse nada de lo que estaba a punto de suceder. Nosotros llegamos con algo más de calma cuando ya estaba todo funcionando a pleno rendimiento. Tras las actuaciones de Bon Calso y Villano Antillano, que tuvieron el honor y la responsabilidad de inaugurar la ceremonia, llegó uno de los platos fuertes de la mano de Hoke. En esta ocasión no se presentó de Polo Hi-Tech pero sí que dejó claro que esto es todo por amor trayendo consigo una vez más a Ébano, su partner in crime. Juntos cantaron algún que otro clásico y su última colaboración sacada del EP de Ébano. El ambiente ya se empezaba a caldear con esos pogos inevitables en cuanto empiezan a sonar las primeras notas de Olympique.
Más entrada la tarde, tuvimos el concierto de MDA, que debía de venir directo del cole porque empezó el show con la mochila a cuestas. Y para cerrar el sábado contamos con la presencia de Soto Asa, que esta vez no se cayó del escenario pero sí que sufrió el ataque de una fan espontánea que logró subir al escenario con él y que gracias a Dios solo quería un abrazo. No sabemos si esta vez fue penalti, pero la tarjeta roja estaba bastante clara.
El domingo fue sin duda el día más fuerte de los dos. Esta vez se ocuparon de abrirlo Ill Pekeño y Ergo Pro con uno de los shows más duros de todo el fin de semana. Tensei One se encontraba a los mandos e incluso se atrevió a cocinar una base improvisada en directo mientras que Ergo y Peke surfeaban sobre ella. También pudimos ver a Gese Da O con el micro en las manos, y aunque a muchos nos hubiese gustado verle rapear, solamente hizo de hypeman, así que supongo que ya llegará el momento. Importante mencionar que a mitad de Desamparados, el Peke le lanzó una especial dedicatoria a Ayuso que resonó en todo el pabellón y dio mucho que hablar en redes…
La hora de la siesta fue interrumpida por Juicy Bae y PMP, que se ocuparon de espabilarnos a todos de golpe con la energía que rebosaba encima y debajo del escenario. Pudimos escuchar hits como Tus ojos o su reciente colaboración con Natalia Lacunza. A la sevillana le siguió Israel B, que empezó cantando Brexit junto a Peke y Ergo, y pese a unos problemas técnicos, el show tuvo a todo el mundo cantando y saltando, incluido Ergo Pro en un lateral del escenario, que poco más y le quita el micro a Israel.
El suelo del recinto entero retumbó y tuve que ir corriendo porque enseguida supe que se trataba del elefante por antonomasia, Abhir. Este salió vestido con una armadura que parecía sacada de Metal Gear Solid que había elegido su pareja, Gema Castellanos. En su show contamos con la presencia de We$t Dubai y Juicy Bae, y la sensación de escuchar los acordes de Hottest.Young.Men.in.Bizness sabiendo lo que iba a pasar mientras veía a Abhir vaciarse una botella de agua en la cabeza totalmente impasible no se me va a olvidar en la vida.
El cierre no pudo ser más catártico. Ver a Ralphie Choo en directo es algo que toda persona debe hacer al menos una vez en su vida. Primero por cómo Drummie coge la mesa de mezclas y la hace suya, y luego por la presencia en el escenario de Ralphie. Da casi miedo por momentos ver su manera de gesticular y bailar, el artista salta de punta a punta del escenario como si la gravedad no le afectase, es capaz de pasar de los excéntricos bailes de Máquina culona a ponernos a llorar con Total90snostalgia para luego terminar quitándose la camiseta y subido a la mesa como si estuviese en una rave. Con el tiempo que le dieron para el show, este hombre no tenía para empezar.
Fue impresionante ver cómo un proyecto como ScrapWorld ha acabado siendo algo tan popular, masificado, y de tanta calidad. Con una oferta sobresaliente en todos los apartados que cubre y un cartel que ya quisieran la mayoría de festivales. Si esto sigue a este ritmo, me temo que nos va a costar esperar al año que viene.
