El rechazo a lo convencional y el reclamo de libertad, esa es la esencia que trajo el rock en su momento y que hace poco revivió el trap. Goa dice que no sabe de trap, pero de su esencia sabe un rato, eso es innegable. Tras una etapa de no encontrarse musicalmente y de no sentirse pleno con sus trabajos, ha vuelto a un sonido más duro siguiendo lo que le ha pedido el corazón, y prueba de ello es su último disco, Inmortal 2. Charlamos con él sobre esto y sobre más cosas aprovechando que no se corta.
Goa es de esos artistas que se centra y disfruta esencialmente de la música, que es lo que le gusta desde pequeño. La promo y las redes no son lo suyo; él lo que quiere es quedarse a gusto con su trabajo y cambiará el equipo entero si es necesario para conseguirlo (pero siempre del lado de La Vendición). Lo pillamos en plena gira de presentación del álbum, encantado con lo que salía a defender y con el recibimiento del público. Por cierto, si con esto te entran ganas de verlo en directo, que sepas que estará en junio en el Infierno Festival.
Estás con el I2 Tour, ¿qué tal está yendo la gira?
Está yendo bien y estoy muy contento con la energía de la gente en el directo, sobre todo con los nuevos temas como Inmortal, Pobre diabla o 999. Con los clásicos todos se vuelven locos, pero he conseguido llevar los nuevos temas de Inmortal 2 a esa lista y lo considero algo muy bueno.
¿Y qué tal estás tú?
Estoy encontrando una buena forma de congeniar con el paso del tiempo, sobre todo estando muy abierto a la música que va apareciendo, a productores nuevos y al sonido de mi gente cercana. Me mantiene bastante estimulado y estoy muy contento con la música que estoy haciendo actualmente.
En 2021 sacas dos álbumes (Unplugged y Ultramaldad), en 2022 ninguno y en 2023 volviste con tres más: Anti, El diablo también llora e Inmortal 2. Dentro de que un año sin sacar un disco es algo muy normal y que lo demás es una superproducción, basándonos en tu ritmo, ¿a qué se debe el parón de 2022? Quizás tú tampoco lo sientes como un parón.
Sí, lo siento como un parón. En ese momento tenía la mente distinta y justo empecé a ganar más dinero que nunca, me dejé llevar y una cosa llevó a la otra. Pero el caso es que estábamos tratando de setear bien el lanzamiento de lo que se convirtió en Ultramaldad y nos tomó algo de tiempo, algo de lo que nunca me sentí contento y dentro de mí sentía que no era el camino. Después de eso dejé de trabajar con el equipo que se había formado, volví a lo mío y saqué (como expresión emocional mía tras la experiencia) El diablo también llora y Anti.
Dentro de tu universo están muy presentes el infierno y el satanismo, tanto en la estética que podemos ver en las portadas como en las constantes referencias en letras a Lucifer u otros relacionados. En general, en La Vendición sois muy infernales. ¿Es por una razón meramente artística o estás realmente ligado a ello?
Siempre he sido satánico. Desde pequeño me ha gustado mucho la idea del Diablo, muchas veces lo he sentido y también lo siento perfectamente en la balanza de las decisiones y acciones que tomo de corazón, me ilumina la mente. Para mí es la libertad que lleva dentro cada uno.
Si tuviéramos que definirte en un género musical oscilaría entre el trap y el rock. Yo personalmente también veo una esencia que tira bastante para el grunge, ¿lo ves así?
Sí, muy de acuerdo. Cuando era pequeño, la música que más actitud veía que tenía y que más estaba con el diablo y el lado de las cosas que a mí me gustaban era el rock en general. Al principio, grupos que me enseñaba mi tío como Black Sabbath, AC/DC, Motorhead, Sisters of Mercy, Judas Priest y alguna canción de Metallica y Iron Maiden. Más tarde ya seguí indagando por mi cuenta y conocí Nirvana, algunos grupos de grunge de los noventa y me gustó bastante. Seguí indagando y conociendo desde metal noruego, grindcore o nu metal, hasta grupos más mainstream del momento que todos conocemos. A la vez que iba conociendo esos grupos, conocí Mobb depp, Capone-N-Noreaga, 50 cent, Nas, Big L, Fat Joe, Big Pun y todos estos de toda la vida. Supongo que entre todo eso y más música en general que me ha ido gustando está Goa.
Duki (feat de Demonios en Ultramaldad), en su tema Lebron, dice “con esto del trap volví a traer rock”. Hay algo que casa entre los dos géneros. Tú nos lo podrás contar mejor que nadie, ¿qué crees que les une?
Sí que casan, sobre todo en la actitud de rechazo a las normas del mundo convencional. Trae libertad igual que el rock. Es casi lo mismo en esencia.
Tu último disco, Inmortal 2, ¿ha sido una vuelta oficial al trap?
A ver, yo realmente no sé de trap, no creo que haga trap, pero entiendo tu pregunta. No lo veo tanto como una vuelta a algo, sino el camino que me pide el corazón. Después de sacar el Unplugged no me sentí cómodo sonando tan suave, y con Ultramaldad no acabé de encontrar a Goa del todo. Anti es un desahogo y se va del catálogo, pero aun así lo veo mas Goa que Ultramaldad o Unplugged. No sé si me explico. Ha sido más bien un proceso de dejarme llevar en un momento y no acabar de verme para ahora ser yo mismo otra vez.
¿Es la continuación de Inmortal, tu disco de 2019? Si no, ¿por qué esa referencia en el título?
Bueno, el título lo sacó Pochi así viendo qué podría molar que tuviera sentido con el momento y el sonido. Aunque no suena como Inmortal 1 también tiene un poco de experimental, por eso es.
En Inmortal (sexto track) dices “Yo soy Goa, tú un pringao sadboy”, y durante el disco notamos cierto desprecio hacia la competencia partiendo de tu posición de leyenda. Aunque no sea tal cual esta tu visión, ¿sientes que los nuevos no llegan todavía a vuestro nivel?
Sí, la verdad que me siento más que un llorón tristón. De hecho, me siento fuerte a diario y brego con mazo mierda que no me hunde, tomo decisiones horribles y siempre salgo de todo sin llorar ni quejarme. Además, quien me conoce sabe que estoy pa’l trabajo, que tengo palabra y que soy un adulto, vaya. No me veo como un niñato adolescente ni lo soy, entonces todo eso de sadboy normalmente me suele repeler bastante. Entiendo el rollo y tal, pero Goa no es así. También hay gente muy falsa que te hace perder el tiempo o te baila el agua pa’ nada, esos sí que son sadboys, y mucha gente les escucha.
Continuando con lo nuevo, cada vez se está uniendo más el mundo de la música con el de internet y redes. ¿Qué quieres decir en Yokai con “Y tú que vienes de Twitch, yo esto lo hago de verdad”?
Justo me refiero a eso. Igual es la plataforma donde menos me veo en común con los creadores. Y nada, en verdad sin más, tampoco tengo nada en contra, a veces exagerar está guay porque se pilla rápido el código, pero no odio a nadie. De hecho, me parece cool que la gente haga lo que quiera y yo realmente tampoco soy nadie para opinar, es solo un gusto personal.
Aparece el sentimiento de grupo en Bbimbad, “Sabes dónde está mi sello / sabes que es La Vendición / a los demás solo robo dinero”. Aparte de compartir una visión y el amor por la música, en La Vendición hay un apoyo mutuo entre los artistas que la formáis tanto en lo musical como en temas de promoción. ¿Qué crees que la distingue de las demás discográficas? Como buen insider que eres.
Claro, es el único sello discográfico que queda auténtico, independiente y es competitivo, e indudablemente ha creado una parte grande de la historia musical reciente en español. Y aparte de ser un sello tienen presencia en la calle, por ejemplo el festival u otras acciones, y las propuestas que veo que van teniendo son de mi gusto. Siento que comprenden mi proyecto y además me han visto nacer y crecer. Me siento en un lugar donde la gente es como yo y tiene sentido.
Lo último que has sacado es Coquette, con la produ de uno que vuelve, Marvin Cruz. 2018 está de vuelta. ¿Esto nos adelanta que tramáis algo juntos?
Nah, es mentira, la produjo LocoAlien, ¡s/o pa’ él! Lo puse por las risas y na’ más, justo lo hablé de hacerlo de coña el día de antes y lo hice así por impulso. S/o Marvin, es un bacano, le quiero mucho y me gustaría saber algo de él. Allí donde estés, si lees esto: Marvin bro, repórtate ya, faltas.
De cara al fin de gira, danos alguna razón por la que no nos podamos perder la oportunidad de verte en directo.
Se siente muy fuerte y no deja indiferente a nadie. Te da una energía perfecta para disfrutar el resto de la noche o para irte a casa pensando cosas guapas y acordándote de gente que quieres. ¿Quién sabe? Quizás después hagas una llamada a alguien para pedirle perdón, o para decirle que le quieres. O también puede inspirarte para empezar tu nuevo negocio o proyecto, pero sobre todo te da libertad y buena energía, y quita todas las malas vibras. Te deja nuevo, es como un spa.
