El pasado viernes 28 de julio tuvo lugar una de las competiciones de freestyle más esperadas en España. Sobre la enigmática Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia, teñida por los colores azul y rojo de los focos, se enfrentaron dieciséis MCs en la Final Nacional de Red Bull Batalla. Solo uno alcanzó el pase a las puertas del cielo: Chuty será el tricampeón nacional que representará a España en la Final Internacional en Bogotá, Colombia, el próximo 2 de diciembre. En ACERO no podíamos perdernos este evento de titanes, así que te contamos cómo fue.
Si algo caracteriza las batallas de freestyle es la especial sensación de tensión y euforia que se masca en el ambiente. Desde las ocho de la tarde, siete mil espectadores iban ocupando en un semicírculo alrededor del escenario de Red Bull su hueco para vivir en primera persona este duelo de cerebros. No era para menos, los dieciséis freestylers de esta histórica final traían toda su frescura y su personalidad lista para la competición, a pesar de la increíble presión y las expectativas.
Desde un inicio, parecía un duelo complicado y muy diverso, precisamente porque sobre suelo valenciano coincidirían antiguos titanes de las Batallas de Gallos como Chuty, Mnak o Errecé, y benjamines con mucho duende y futuro, como Zoyert, Titus y Segrelles. Entre ellos, los clasificados de las regionales, Elekipo, NQP, Alek, Ander 2K, Climax, Babi, LE33 y Peret. Además, Tirpa y Jesús LC, medallas de plata y bronce de la Final Nacional del año anterior.
Entre los jueces encargados de entregar el gran honor, Soen, Kapo, MC Men, Blon e Invert. Para amenizar la velada, y la tensión de la que hablábamos al principio, subieron al escenario el tricampeón mundial Aczino, el subcampeón internacional Gazir, el famoso argentino Mecha, uno de los grandes representantes españoles Skone, y el rey de los memes Ceciarmy.
Empiezan los octavos de final y el one-to-one se disputa bajo las temáticas aleatorias de la ruleta. Los MCs afilan su lengua, agilizan su cerebro y degüellan a su contrincante con punchlines como punto final de la partida. Poco a poco van cayendo por su propio peso los contrincantes. Son decisiones difíciles de tomar, pero a los jueces poco les tiembla el pulso a la hora de decidir quién debe pasar a la final cuando se acercan los cuartos.
Para la semifinal ocurre lo histórico, se enfrentan veteranos y novatos por ambas ramas. Chuty contra Segrelles, y Mnak contra Alek. “Todos los colores son olores rapenado. Mamá, no impone tanto…” soltaba con gran elocuencia el benjamín Segrelles. A lo que el doble tempo de Chuty y su agilidad responden con barras como “en el tiempo soy el más prolijo. Fui el ídolo de tu padre y seré el ídolo de tu hijo”. Lo de Mnak y Alek fue una gran puesta en escena. Salieron a la palestra los gestos, vaciles mutuos con flow y una elocuente discusión sobre la improvisación. La meta-discusión, lo llaman.
Ocurre lo esperado y el jurado pone a Mnak y Chuty cara a cara en la final. El público se vuelve loco. No es para menos. Un duelo de guerreros completamente dramático, podrían ser parte del elenco de personajes de la mitología clásica nórdica. “No soy Dios, mi nombre es distinto. Me llaman Odín. Soy el padre del Vikingo”, vacila Chuty. “Tú inventaste el juego, y yo te traje un truco nuevo”, se las gasta Mnak. Tras un reguero de sangre, pero con respeto mutuo, el brazo ganador que se alza en el aire es el de Chuty.
Ya comentaba el recién coronado tricampeón de la Final Nacional que había muchas expectativas sobre él y su victoria. El público venía aclamándole como ganador, y lo cierto es que esta victoria es un tipo de revancha vital para el MC. En 2013 dice haber fallado en actitud, en 2016 mantuvo una buena posición pero le jugó una mala pasada la mente, en 2017 faltó algo de ambición. En 2023, Chuty tiene claro que va a ganar. Aczino, Gazir, Mecha y Carpediem serán algunos de sus oponentes en esta batalla final por la gloria internacional.
